Bases para el desarrollo curricular de las titulaciones oficiales de la UPV/EHU
1. El sentido y la misión de la Universidad deben acompasarse con las dinámicas sociales y culturales propias de cada época. Del mismo modo que el mundo ha cambiado extraordinariamente en las últimas décadas, el curriculum general de la universidad del siglo XXI también debe evolucionar para adecuarse a las demandas de una sociedad en continua transformación y caracterizada por la incertidumbre. La misión de la enseñanza superior consiste en formar personas conscientes y sensibles a lo que ocurre en su entorno, que sean capaces de adaptarse a los cambios continuos y que puedan responder de forma creativa y ética a problemas nuevos.
2. La UPV/EHU, consciente de la necesidad de hacer frente a los retos presentes de la sociedad del conocimiento, ha impulsado el desarrollo curricular de sus titulaciones llevando a cabo acciones innovadoras dentro de un marco que le permite desarrollar su propia identidad universitaria (Plan Estratégico de la UPV/EHU 2007‐2010, página 6.). En este sentido, la convergencia hacia el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y las reformas estructurales que esta conlleva, constituyen una oportunidad para desarrollar nuestro propio modelo educativo con criterios de calidad, competitividad y excelencia, para alcanzar la internacionalización de nuestra oferta formativa y la promoción de talentos investigadores a las cotas más altas.
3. Durante los últimos años, la UPV/EHU ha impulsado programas de formación del profesorado en nuevas metodologías docentes, ha desarrollado las TICs aplicadas a la enseñanza y ha puesto en marcha procesos de revisión y mejora de los desarrollos curriculares de las titulaciones con el fin de adaptarse a las exigencias del EEES. El esfuerzo realizado hasta la fecha por parte de nuestra comunidad educativa nos permite avanzar hoy en la definición de unas bases para el desarrollo de un modelo educativo propio que aporte valor competitivo a nuestra oferta educativa y que nos singularice respecto del resto de las ofertas del nuevo espacio europeo para la enseñanza superior.
4. El modelo de enseñanza‐aprendizaje cooperativo y dinámico centrado en el alumnado/ Ikaskuntza kooperatiboa eta dinamikoa (IKD) recoge el propósito señalado y se configura como propuesta para el desarrollo curricular de las enseñanzas en la UPV/EHU.
- El modelo IKD tiene su centro de gravedad en el aprendizaje del alumnado. A través de metodologías activas y con el apoyo de las tecnologías de la información y comunicación, fomenta el aprendizaje en un contexto de enseñanza plurilingüe.
- Es dinámico y activo. Para responder a la necesidad de adaptación y cambio (diseño e implantación de los nuevos títulos, adopción del ECTS, necesidad de innovación…) y a las demandas emergentes de formación (formación continua y no presencial), se plantea nuevos retos organizativos y metodológicos.
- Es un modelo plural. Su interpretación es local y diversa, debiendo hacerse en cada titulación y en cada centro docente de forma flexible, pero respondiendo a la seña de identidad común de la UPV/EHU.
- El modelo IKD está basado en la cooperación del conjunto de agentes que conforman la comunidad educativa: alumnado, profesorado, personal de administración y servicios, departamentos, centros y agentes sociales. Todos ellos comparten, bajo un clima de confianza mutua, proyectos e iniciativas en torno a los procesos de enseñanza‐aprendizaje.
5. El desarrollo curricular de las nuevas titulaciones en base al modelo IKD crece y se expande a través de cuatro vías fundamentales:
Desarrollo profesional
En primer lugar, la formación continua de las personas implicadas en la acción docente (profesorado y personal de apoyo a la docencia), a fin de propiciar un desarrollo profesional adecuado.
Los programas formativos (ERAGIN, BEHATU, FOPU), los proyectos de apoyo a la innovación educativa (PIE) y las herramientas de evaluación de la docencia (DOCENTIAZ), entre otras, constituyen acciones que apoyan la construcción de IKD.
Desarrollo territorial y social
El desarrollo del modelo IKD requiere de un proceso permanente a través del cual la UPV/EHU se compromete con su entorno social y comunitario, con vocación pública y criterios de sostenibilidad económica y social, promoviendo valores de equidad e inclusión. Así mismo, IKD tiene en consideración las características propias y peculiares de cada uno de los tres territorios históricos donde se asienta nuestra universidad, para contribuir a su potenciación y para extraer de ellos su potencialidad formativa.
El desarrollo curricular responsable con el entorno social se realiza a través de las prácticas externas, la colaboración con iniciativas sociales, las redes sociales, la relación con la empresa y los programas de movilidad que fomentan la experiencia internacional y de cooperación de nuestro alumnado.
Desarrollo institucional
El desarrollo curricular IKD impulsa políticas institucionales que fomentan la cooperación entre los agentes implicados en la docencia, en un clima de confianza y dinamismo. Programas como ehundu que incentivan la estructuración institucional de las enseñanzas a través de las figuras del coordinador/a de curso/módulo y grado, las comisiones de calidad y la promoción de equipos docentes son elementos fundamentales en esta nueva cultura docente.
Otras acciones de índole institucional como la oferta de distintos tipos de enseñanza (a tiempo parcial, presencial, semi‐presencial, no presencial), la utilización significativa y sostenible de las TICs, las normativas institucionales relativos a la evaluación, el diseño de infraestructuras de los centros docentes y espacios comunes (IKDguneak), la ampliación del horario de utilización de los espacios, deben ser considerados desde una perspectiva que fomenta la cultura IKD.
Educación activa
IKD invita al alumnado a convertirse en protagonista de su propio aprendizaje y en un elemento activo en la gobernanza de la universidad. Para ello fomenta el aprendizaje a través de metodologías activas (ERAGIN, FOPU); garantiza la evaluación continua y formativa; impulsa los programas de acogida en los centros; articula el reconocimiento de su experiencia previa (académica, profesional, vital, cultural); promueve los programas de movilidad (ERASMUS, SENECA) y de cooperación.
6. Por todo ello, entendemos el modelo IKD como proyección de nuestro lema "eman ta zabal zazu", simbolizado por el árbol y su fruto, cuya base está enraizada en nuestra universidad y cuyas ramas se extienden más allá, con generosidad, abarcando a la comunidad que aprende, enseña e investiga dentro y fuera de nuestras fronteras.