Telmo Irureta ganador del Goya al Mejor Actor Revelación de este año por su papel en ‘La consagración de la primavera’ ha sido protagonista de una polémica que aún sigue dando que hablar. Las palabras del actor guipuzcoano, con parálisis cerebral, al recibir el galardón reivindicando la sexualidad de las personas con discapacidad y abogando por un cine más inclusivo, provocaron el aplauso de los asistentes a la gala, pero también duras críticas en ciertos sectores de la sociedad. Recientemente Telmo Irureta presentó en el Campus de Gipuzkoa de la Universidad del País Vasco, su obra ‘Sexberdinak’, junto a la actriz Aitziber Garmendia. Un campus que conoce bien, pues, se tituló en la UPV/EHU en Magisterio (Lengua Extranjera) y Pedagogía, y en la actualidad está matriculado en Psicología; aunque, reconoce que tiene los estudios un tanto olvidados inmerso en la vorágine del mundo de la farándula.

En primer lugar, felicidades por el galardón.

Muchas gracias. Me encuentro muy contento y agradecido. Ahora estoy más tranquilo. La primera semana, tras ganar el Goya, ha sido agotadora haciendo muchas entrevistas. Pero es una ocasión especial y hay que aprovecharla.

He leído en una entrevista que su madre le pidió para su cumpleaños un Goya y lo consiguió. Un hijo cumplidor.

La verdad es que me lo comentó entre bromas y luego se nos olvidó. Hace tiempo decidimos que, en los cumpleaños, se pidiera lo que se quisiera porque siempre andábamos comprando a última hora los regalos. El cumpleaños de mi madre era al día siguiente de la gala, así que, le pregunté qué quería que le regalase y me dijo que un Goya. Así que, objetivo cumplido.

Sus palabras a la hora de recoger el premio han causado polémica. ¿Entiende el revuelo causado?

No lo entiendo, pero me parece muy interesante la situación creada tras mis palabras. La gente no ha entendido lo que yo quería decir y se están inventando cosas que yo no he dicho. Yo defiendo la sexualidad de todas las personas. Pero las personas con discapacidad lo tenemos un poco más difícil a causa de nuestras limitaciones físicas, los miedos que tiene la gente y sus prejuicios. Como dije: una tabla de surf, gusta. Una silla de ruedas asusta.

«Falta empatía, ponerse en la piel de los demás»

En la obra que representó, junto a Aitziber Garmendia, en el Campus de Gipuzkoa (Sexberdinak) también aborda temas como el amor, el sexo, la soledad y los prejuicios de la gente.

Son temas delicados, pero de lo que no se habla mucho. Es una visión particular, porque no todas las personas con discapacidad somos iguales y pensamos igual, y que quizás las personas sin discapacidad desconocen o no entienden. Falta empatía, ponerse en la piel de los demás. A veces es un poco difícil hablar con ciertas personas sobre estos temas. Falta escucharse unos a otros. Luego cada uno opinara lo que quiera, pero, por favor, sin insultar.

¿Cómo está siendo el trabajo con Aitziber Garmendia?

Es maravillosa. Buenísima actriz y mejor persona. Muy generosa. Te lo pone muy fácil. Habíamos coincidido en la televisión haciendo monólogos, pero esta es la primera vez que hago una obra con ella. Llevamos un año de gira y todavía nos quedan muchos bolos por hacer.

Sí, de hecho, tras realizar varias representaciones en Galicia, en abril se marchan a Bogotá.

Sí, así es. Estamos muy contentos. Está siendo una experiencia muy interesante e intensa. La obra está siendo recibida muy bien por el público. Es una comedia, pero con un trasfondo, a veces un poco duro. El público se suele emocionar. Le tocamos un poco el corazoncito.

Comenzó su camino en la interpretación en el Taller de Artes Escénicas. ¿Qué le empujó a subirse a un escenario?

Estudiar Magisterio fue una experiencia muy buena. Fui un alumno muy feliz. Me toco una clase genial, hice nuevos amigos, estudié poco, pero aprendí mucho. Luego, estudié Pedagogía. Pero, cuando entré en el Taller de Artes Escénicas, sentí que era mi lugar. La experiencia en la escuela de teatro fue muy positiva.

Ahora, además de actor, está matriculado en Psicología.

Sí, pero lo tengo un poco aparcado. No puedo llegar a todo. Estoy viviendo un bonito momento en el mundo de la farándula. Estoy muy contento. Estudiar Psicología era un plan B en el caso de que, en un futuro no muy lejano, me quedara sin trabajo. Pero no se puede planear un plan B disfrutando del plan A. Por ahora disfrutaré a tope del momento que estoy viviendo como actor.

¿Su tía, la actriz Elena Irureta, quien le entregó el premio, le da muchos consejos o deja que haga su camino?

Al principio, yo decía siempre que sí a todos los proyectos que me ofrecían porque me hacía ilusión que me llamaran para hacerlos. Y, mi tía, solía decirme “¿lo has pensado bien? ¿Es tu sitio o no es tu sitio? ¿Te suma o te resta?” Ella me dice que, haga lo que haga, a ella le parece bien si es mi decisión pero que piense bien si ese trabajo me aporta algo o no.

En el mundo de la interpretación es difícil encontrar papeles. ¿Cree que el premio obtenido puede ayudarle y ayudar también a otras personas con discapacidad?

Me gustaría que así fuera. Una persona sin discapacidad puede hacer un papel de una persona con discapacidad, que también me parece muy bien, pero, como tenemos muy pocas oportunidades, estaría bien que nos diesen la oportunidad de hacer un casting. Luego, si al director no le gustas, no te elegirá. Pero, por lo venos, que nos den la oportunidad de intentarlo.

Aún queda mucho por hacer en el ámbito de la inclusión social…

Mogollón. Vamos de muy modernos, pero luego se oyen ciertos comentarios y se ven ciertas actitudes, que demuestran que no sabe nada. ¿Por qué siempre tengo que hacer un papel de discapacitado si puedo ser un personaje que vaya en silla y no hable su discapacidad? Pero, para llegar a ese punto, se necesitan más películas y más series con personajes con ‘toquecito’, como yo lo llamo. Mientras tanto está bien que se hable de discapacidad.