Este programa de doctorado enmarca su actividad científica alrededor de dos ejes fundamentales: los derechos fundamentales y la Unión Europea. Estos dos ejes afectan a todas las ramas del derecho, público y privado. Desde esta perspectiva es importante que la Universidad atienda al ordenamiento jurídico comunitario, como ordenamiento nuevo que afecta a todas las ramas del derecho.

Por otra parte, los derechos fundamentales continúan siendo la base jurídico cultural de los estados europeos, que encontró reflejo en la firma del Convenio de Derechos Humanos y la Carta de Derechos Humanos de la Unión Europea. Las políticas europeas actúan a su vez en ámbitos que son de gran trascendencia para los derechos, desde perspectivas diversas, como la política en materia de medio ambiente y más recientemente las políticas sociales.

El doctorado constituye un objetivo fundamental de nuestra actividad académica y la justificación última de nuestra presencia en las universidades de América Latina. A través del doctorado se materializa el objetivo de formación académica de calidad que pretendemos con nuestro trabajo. A través del doctorado buscamos un objetivo formativo centrado, de manera preferente, en el profesorado universitario como paso fundamental para mejorar la calidad de la docencia universitaria de las universidades de acogida. El interés de las universidades por dar continuidad a la formación del máster a través de la investigación doctoral entre su profesorado, constituye un argumento fundamental para justificar la elección de una universidad con la que colaborar.

Salvo los programas de “Psicodidáctica: Psicología de la Educación y Didácticas Específicas” y “Rehabilitación, Restauración y Gestión integral del Patrimonio Construido y de las Construcciones Existentes”, que tendrían su propio programa de doctorado, el resto de los másteres aglutinan todas las actividades de doctorado en un único programa: “La globalización a examen: retos y respuestas interdisciplinares”. Una unificación de actividades en la misma unidad de gestión que, además de facilitar las tareas administrativas, nos permite adaptar el desarrollo de nuestra operativa a las necesidades y particularidades de nuestro alumnado latinoamericano.

El programa tiene un responsable único que se encarga de coordinar todas sus actividades y actuar como interlocutor único tanto con nuestra universidad como con las universidades convenidas en esta materia. Por otro lado, la presencia de los responsables de los programas de máster en la Comisión Académica del doctorado nos garantiza el acceso de ésta de cualquier problema que pueda plantearse en el ámbito de los distintos programas, así como la aplicación de la solución más justa y eficiente para los mismos. Un planteamiento que está dando muy buenos resultados si tenemos en cuenta las más de 160 tesis doctorales defendidas desde su puesta en marcha.