Redacción
En cuanto a la estructura, y a modo general, los trabajos académicos se suelen dividir en varias partes:
Elementos iniciales:
- Portada: debe aparecer el título (breve, conciso, exacto), el nombre del autor/a, el nombre del director/a, la titulación, la fecha y el tipo de trabajo (para una asignatura, TFG, TFM, etc.).
- Índice o sumario: tabla en la que se consignan los epígrafes del trabajo, ordenados y con la indicación de la página donde se encuentran.
- Resumen: texto breve en el que se exponen el propósito y los objetivos del trabajo, el ámbito, alcance y límites de la investigación, la metodología utilizada y las principales conclusiones alcanzadas.
- Palabras clave: conceptos que sintetizan el tema de tu trabajo y sirven para su posterior recuperación en las búsquedas.
Cuerpo del documento:
- Texto del trabajo: la parte más importante y más extensa, que variará dependiendo del tipo de trabajo, dividido en capítulos numerados. Suele comenzar por el estado de la cuestión sobre el tema elegido.
Elementos finales:
- Conclusiones: son los resultados de los objetivos planteados al comienzo, numeradas.
- Bibliografía: la lista de referencias de los documentos que has consultado y citado.
- Anexos: tablas de datos, planos, gráficos, legislación, etc. Todo aquel material que has utilizado en el trabajo para justificar tus resultados y que es demasiado extenso para incluirlo en las notas.
A la hora de redactar tu trabajo es conveniente seguir estos consejos:
- Ordena tus ideas antes de redactar, sigue un guion lógico.
- Desarrolla una idea en cada párrafo.
- Usa textos de otros autores y cítalos correctamente. No plagies
- Utiliza frases cortas, sin subordinación.
- Usa un lenguaje claro y directo, pero evita el lenguaje coloquial.
- Revisa la ortografía, los datos y tablas, las siglas, las abreviaturas, las citas y referencias, las conclusiones y corrige lo que haga falta.
- Hazte entender: no escribes para ti sino para otras personas.
- Si es posible, presenta el trabajo en un solo archivo PDF