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In memoriam: Juan Echevarria Gangoiti

  • Crónica

Fecha de primera publicación: 28/01/2019

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El tío Juan

Este 25 de diciembre falleció Juan Echevarria Gangoiti: Mi tío, nuestro tío, puesto que mi hermano Rafa, que firma como Amenofis, es autor del dibujo que ilustra este texto. Subjetivo en nuestra apreciación y cariño, pero también con exactitud en los datos que fueron hitos que algo significan en nuestro pasado reciente colectivo.

Bilbaíno, de familia acomodada venida a menos por el fallecimiento del padre Feliciano Echevarría, él y sus hermanos, empujados por una madre admirable, tuvieron que esforzarse y sufrir para completar estudios universitarios.

Culminó la carrera de Económicas en un tiempo record y para los treinta y uno ya era catedrático de Economía, título este que siempre prefirió a otros y que es el elegido por la tía, y sus hijos, para constar en la esquela.

Inquieto, activista, “perejil de todas las salsas” al decir de su ama, la amama Piedad, fue incluso pionero jugador de rugby: la prensa local publicó con ocasión del Campeonato Mundial de Rugby, el año pasado, una foto del primer equipo de rugby que hubo en Bizkaia, el “Club Deportivo Bilbao”. En la foto de 1947 se puede ver sobre el césped de San Mames al tío Juan agachado, con el oval a sus pies… guapísimo por cierto.

Daba Teoría Económica. Debió de ser buen profesor, era orador brillante, exigente, al decir de los numerosos alumnos que he conocido: "tu tío, vaya hueso”. En el 1966 fue decano de Económicas, ya en Sarriko y dos años después se convirtió en el primer rector de la llamada Universidad Autónoma de Bilbao, de lo que luego fue y hoy es la  UPV/EHU. Antes de lo de traer el Distrito Universitario Vasco, como él decía, hay otra actividad del tío que me parece relevante para el entramado económico de Euskadi. Hacia el año 1959, y por encargo del mundo cooperativo de Mondragón, formó a un equipo de los llamados a ser directivos de lo que luego cristalizó en la Caja Laboral y en relación con la financiación de las empresas del grupo. Se lo he oído contar muchas veces y también he visto el “reportaje gráfico” (que tendrán mis primos), fotos de los alumnos de aquella formación, que hoy llamaríamos Máster, en sus pupitres, en grupos muy formales e incluso jugando algún partidito de futbol en Gorliz, en los descansos. Hay entre ellos varios nombres ilustres de nuestro pasado económico y algún consejero del Gobierno Vasco.

Fue Director General de Universidades, luego de Inspección Tributaria en Hacienda y después Director del Banco de Crédito a la Construcción. De esa etapa estaba especialmente orgulloso, como bilbaíno, por haber firmado el crédito para la tribuna de San Mames con ocasión de los mundiales de 1982.

Librepensador, en uso de su independencia intelectual, estuvo en UCD y fue elegido diputado por Bizkaia en las primeras elecciones democráticas de junio de 1977. Recuerdo su ajetreo en campaña, al ser independiente no contaba con la estructura de un partido: “O me escaño o me escoño”, nos decía a los díscolos sobrinos. Su humor al comentarme la recomendación del presidente Suarez para la foto de cabezas de lista: “Traje obligatorio y corbata discreta”, sabiéndose bilbaíno elegante, ironizaba sobre cómo se interpretaría la discreción en según qué provincias…

He dejado para el final los hechos protagonizados por el tío en fechas cruciales, del 77 al 79, de nuestra historia reciente.

Al constituirse la Asamblea de Parlamentarios vascos para elaborar el Estatuto, bajo el árbol de Gernika, suya es la redacción del documento que recoge el histórico momento. Guardo una copia del texto manuscrito, firmada por todos, que tradujo al euskera Karmelo Zamalloa. El original lo tenía él. El mismo día que se publicó su esquela en la prensa bilbaína se cumplían 40 años de un hecho por él protagonizado. El 29 de diciembre de 1978, acompañado por Kepa Larunbe, diputado del PNV, llevó a Madrid el texto del Estatuto, adelantando a los catalanes, viajando en aerotaxi, la célebre avioneta que colocó a la Comunidad Autónoma de Euskadi como primera en el protocolo para siempre. En cualquier lugar que figuren las enseñas de las Comunidades Autónomas, la ikurriña es la primera. Y el Lehendakari el primero entre los presidentes. Simbólico, pero a mí me gusta. El célebre viaje en avioneta con Kepa Larunbe fue fotografiado y recogido por la prensa de la época. “Euskadi ganó en el aire la carrera del Estatuto”, titulaba recientemente El País al recordar el hecho.

Otro momento a recordar con notable protagonismo del tío fue la votación para elegir al primer Presidente del Consejo General Vasco en el salón de plenos de la Diputación Foral alavesa. Lo recuerdo como un día de especial tensión. Nueve veces tuvieron que colocar las papeletas en las urnas los consejeros. En las ocho primeras se fueron produciendo empate tras empate: Seis votos para Juan de Ajuriaguerra, seis votos para Ramón Rubial, hasta que finalmente a la novena el tío Juan se abstuvo y salió elegido Ramón Rubial. Este hecho le supuso muchas críticas de las filas nacionalistas. Supe de las conversaciones del tío con Martín Villa y con Abril Martorell para convencerles de que la correlación de fuerzas políticas en Euskadi marcaba una preponderancia nacionalista. Por eso sostuvo tantas votaciones de empate y confió en que desde el Consejo de Ministros se indicase a los otros dos miembros de UCD presentes que cambiasen su voto. No fue así. El sostenía que Don Juan de Ajuriaguerra siempre lo entendió. Verdad es que entre los dos hubo una relación de confianza muy afectiva y cómplice, de admiración y respeto por parte del tío. Tengo en mi despachito de casa una foto que me gusta mirar. Están el tío, Mitxel Unzueta y Don Juan en seria conversación ¿quizá sobre la disposición adicional primera? Me la regaló Iñaki Anasagasti.

Tengo otra en la que él y yo charlamos con Luis Mari Retolaza, de quien era amigo desde los tiempos de colegio. Estamos en Arkaute en la entrega de despachos de la primera promoción de la Ertzaintza, a la que nos invitó a tío y sobrina. Otra vez su presencia en acto de enorme simbolismo.

Estos hitos públicos son los que quiero recordar y compartir desde este lugar que me cede la UPV/EHU en su página. En el momento de su pérdida dejo testimonio de cosas que hizo, momentos en los que estuvo y así perpetuar su memoria… o enseñar a los más jóvenes que nuestro tío existió.

 

 

Margarita Uria Etxebarria