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Una investigación de la UPV/EHU constata que en la mayoría de parejas jóvenes se ha utilizado alguna vez la violencia offline u online

Según este estudio la prevalencia de la violencia en las relaciones de pareja entre los 17 y 24 años es elevada y se ejerce de forma diferente en persona o en la red

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 20/06/2024

Joana Jaureguizar
Joana Jaureguizar, doctora en Psicología de la Facultad de Educación de Bilbao. | Foto: Fernando Gómez. UPV/EHU.

Joana Jaureguizar, doctora en Psicología por la UPV/EHU, ha analizado y comparado la violencia que se produce dentro de las parejas jóvenes, tanto en redes sociales como de forma presencial, y ha concluido que ambos tipos de violencia tienen características diferentes. En ambos casos se constata una elevada tasa de prevalencia de violencia en parejas formadas por jóvenes de 17 a 24 años: la mayoría reconoce que han sido agresores y/o víctimas en algún momento.

El grupo de investigación PSIDES de la Universidad del País Vasco se dedica a investigar la violencia online en las parejas de jóvenes. Su objetivo es conocer mejor este fenómeno reciente para poder diseñar estrategias de prevención adecuadas. En este contexto, acaban de analizar el comportamiento de 341 estudiantes de la UPV/EHU de entre 17 y 24 años.  Les han preguntado acerca de la violencia que se ejerce offline y virtualmente. Han analizado en qué medida y de qué manera se lleva a cabo cada tipo de violencia, con el fin de compararla. Según ha explicado la investigadora Jaureguizar, se ha cumplido su hipótesis: “Sospechábamos que la violencia ejercida en las redes no sigue exactamente los mismos patrones y, según la investigación, estábamos en lo cierto. Las cifras que hemos encontrado, los tipos de conducta, los perfiles psicológicos de agresores y víctimas… son diferentes”.

Por un lado, han medido el grado de violencia entre las parejas. En las relaciones presenciales, el 80,4 % de las y los jóvenes reconocen haber tenido comportamientos violentos contra su pareja, mientras que en los intercambios que se suceden en las redes sociales el 55 % afirman haber actuado como agresores. Por otro lado, a la pregunta de si han sido víctimas, el 73,3 % han respondido que offline sí, y online un 51,6 %.  Jaureguizar afirma que los datos son tremendos: “La prevalencia de violencia en las parejas jóvenes es más alta offline, pero, sin embargo, en ambos casos los resultados son espeluznantes. Hay que tener en cuenta, además, que en este tipo de cuestionarios la gente normalmente no dice toda la verdad y, por lo tanto, los datos reales pueden ser más altos y la situación ser aún más preocupante”.

Por otro lado, el grupo PSIDES ha analizado el tipo de violencia ejercida contra la pareja y ha llegado a la conclusión de que las conductas no son las mismas dentro y fuera de las redes. En las relaciones presenciales predominan las agresiones verbales y emocionales (insultos, humillaciones, buscar la manera de dar celos…). En cambio, en redes el control es la conducta violenta que prevalece (pedir geolocalización a la pareja cuando está con los amigos, pedir explicaciones porque no responde a los mensajes que se envían al móvil…). “Lo preocupante en este caso es que muchos jóvenes no creen que el control sea violencia. Lo cuestionan y no se dan cuenta de que existe un riesgo real de pasar de este tipo de agresiones a actos más violentos”, afirma Jaureguizar.

En este sentido, la investigadora ha querido subrayar que, aunque el uso de la violencia física no es tan frecuente, el porcentaje es significativo. De hecho, el 11 % de las y los jóvenes que han participado en la investigación han reconocido haberla usado alguna vez.

Diferentes perfiles psicológicos

Por último, se ha investigado si los jóvenes que ejercen y sufren violencia en la pareja tienen las mismas características online y offline. En los perfiles psicológicos se han encontrado diferencias, sobre todo en los roles de las víctimas. En el caso de las víctimas de violencia presencial, la baja autoestima es un rasgo significativo. En las que han sufrido ciberviolencia, en cambio, no es tan evidente. Según los autores del estudio, una de las razones subyacentes puede ser que la violencia presencial suele ser más dura.

Por el contrario, desde el punto de vista de la regulación emocional, las víctimas de la violencia online han mostrado mayores dificultades. “Tienen menos capacidad que quienes han sufrido violencia offline para interrumpir los estados emocionales negativos y alargar los positivos.  ¿Por qué puede ser eso? Quizás porque la ciberviolencia se produce en cualquier momento y lugar. En consecuencia, es más difícil ponerle fin. Y, por lo tanto, la falta de capacidad para regular las emociones es constante”, explica Jaureguizar.

Información complementaria

Joana Jaureguizar es doctora en Psicología. Es profesora de la Facultad de Educación de Bilbao. En concreto, del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Además, es responsable del Máster de Psicodidáctica: Psicología de la Educación y Didácticas Específicas y directora del grupo de investigación PSIDES.

Referencia bibliográfica