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La UPV/EHU consigue dos nuevas ERC Starting Grants, que suman 3,8 millones de euros

Sara Barja recibe 2,3 millones de euros para desarrollar nuevos catalizadores para producir hidrógeno verde y Amaia Arranz estudiará con 1,5 millones por qué las poblaciones de cazadores-recolectores comenzaron a cultivar

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Fecha de primera publicación: 12/01/2022

Sara Barja, a la izquierda, y a la derecha, Amaia Arranz.

Dos jóvenes investigadoras de la Universidad del País Vasco, Sara Barja, investigadora Ramón y Cajal de la UPV/EHU en el Centro de Física de Materiales, y Amaia Arranz, especialista en Arqueobotánica, han obtenido dos de las ayudas más prestigiosas y competitivas de la Unión Europea: las ERC Starting Grant, que destacan la prometedora labor de los y las más brillantes jóvenes científicos y científicas para que dispongan de libertad para desarrollar su propia línea de investigación innovadora contribuyendo a expandir las fronteras del conocimiento. Así, el proyecto de Sara Barja, que recibirá 2,3 millones de euros, tiene por objetivo desarrollar nuevos catalizadores más eficientes y económicos para producir hidrógeno verde, explorando la electrólisis a partir de agua de mar, y el de Arranz busca aclarar los factores que motivaron a las poblaciones de cazadores-recolectores a cultivar e intensificar la explotación de recursos vegetales y ha sido dotado con 1,5 millones de euros.

La rectora Eva Ferreira ha saludado este logro como una nueva confirmación de la excelencia de la investigación que se desarrolla en la universidad pública vasca: “quiero felicitar a Sara Barja y Amaia Arranz por la calidad de su trabajo, avalada ahora por este importante respaldo en la Unión Europea. Las ERC Starting Grants son una de las ayudas económicas más duras y exigentes del panorama científico europeo y, en sus 15 años de existencia, la UPV/EHU las ha obtenido ya en nueve ocasiones, gracias al trabajo de investigadoras e investigadores de primer nivel”.

La convocatoria ERC Starting Grant del Programa Horizonte Europa es una de las convocatorias más prestigiosas de Europa. Financia a investigadores de cualquier nacionalidad que se encuentran en los inicios de su carrera investigadora, que hayan ya realizado un excelente trabajo supervisado, con preparación para trabajar de forma independiente y con potencial para convertirse en una persona líder de investigación.

Las Starting Grant conceden hasta 1,5 millones de euros por un período de 5 años. Además, se puede solicitar un millón de euros adicionales para cubrir los costes del personal investigador que se traslade de un tercer país a la UE o un país asociado y/o para la compra de equipamiento importante (es el caso de Sara Barja, que ha conseguido 2.345.000 millones de euros).

Las ERC Starting Grants cuentan con 3 paneles de evaluación: Life Science (LS), Physical Science and Engineering (PE) y Social Sciences and Humanities (SH). Sara Barja se ha presentado al panel PE, en el que se han concedido 173 ayudas, entre las 1.762 propuestas presentadas (9,8% de tasa de éxito) y Amaia Arranz al panel SH, en el que de las 1.191 propuestas presentadas serán financiadas 114 (9,5% de tasa de éxito). Con estas dos nuevas ERC Starting Grants, ya son nueve las que han sido concedidas a la Universidad del País Vasco desde que se inició el programa en 2007.

Proyecto COSAS, de Sara Barja

La necesidad de catalizadores más eficientes y económicos para producir hidrógeno verde supone uno de los principales desafíos en la producción de energía sostenible a partir de agua. En lugar del enfoque más generalizado de dividir el agua en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2), el proyecto COSAS (Controlling Oxygen Selectivity at Atomic Scale) se propone la oxidación del agua a peróxido de hidrógeno -un producto con mayor valor que el O2- y la electrólisis a partir de agua de mar -evitando así el costoso proceso de purificación del agua marina para llevar a cabo este proceso-. Sorprendentemente el entendimiento de estos procesos es aún muy limitado.

El proyecto COSAS busca entender desde un punto de vista fundamental cómo funcionan estas reacciones, abordando cuestiones sobre los procesos electrocatalíticos que aún no se comprenden: ¿qué sucede exactamente en la pequeña zona de contacto entre el electrodo y el electrolito? ¿es posible establecer unas relaciones generales entre la estructura de un material y sus propiedades catalíticas? ¿cómo afecta la propia reacción a la superficie del catalizador? Para ello, COSAS propone un novedoso enfoque integrando la ciencia de superficies y los experimentos electroquímicos. Con parte de la financiación recibida, se instalará un sistema experimental que permitirá el estudio de la interacción entre el electrodo y el electrolito con precisión atómica y en condiciones cercanas a las de trabajo. Dar respuesta a estas preguntas permitiría diseñar de forma específica catalizadores lo más eficaces posible para la producción de hidrógeno verde.

Sara Barja (Asturias, 1984) es investigadora Ramón y Cajal en la UPV/EHU, y desarrolla su labor en el Centro de Física de Materialess. Doctora en Física (2012) por la Universidad Autónoma de Madrid, en 2013 recibió una beca Marie Curie IOF para realizar sus estudios posdoctorales en el Lawrence Berkeley National Laboratory (Berkeley, EEUU) y el Max Planck Institute for Solid State Research (Stuttgart, Alemania). En 2016, se incorporó como Ikerbasque Fellow a la UPV/EHU, coordinando una nueva línea de investigación en electroquímica de superficies. En 2019 recibió el Premio Hipatia al Talento Joven en la Ciencia (otorgado por elEconomista).

Proyecto PALAEORIGINS, de Amaia Arranz

La transición a la agricultura representó uno de los cambios más trascendentales en la historia de la humanidad. Décadas de investigación en el suroeste de Asia (también llamado Creciente Fértil) han demostrado que este proceso culminó hace unos 10.000 años con el desarrollo de la agricultura durante periodo neolítico. Sin embargo, los factores que motivaron a las poblaciones de cazadores-recolectores a cultivar e intensificar la explotación de recursos vegetales siguen siendo desconocidos.

PALAEORIGINS tiene como objetivo principal resolver esta cuestión. Específicamente, el proyecto determinará si los grupos de cazadores-recolectores que habitaron la zona justo antes del desarrollo del Neolítico, hace unos 23.000-11.000 años, tenían conocimiento sobre los diversos modos de producción (como el cultivo) e intensificación (como la poda, tala, labranza, deshierbe, etc.) de recursos vegetales. El proyecto re-evaluará algunas de las hipótesis más importantes planteadas hasta ahora para explicar cómo el ser humano pasó de la recolección de plantas a la producción de alimentos. Principalmente revisará aquellas teorías que ponen de relieve factores ambientales (como la escasez de alimentos producido por cambios climáticos) y socio-culturales (como la predilección por ciertos alimentos como el pan, que pudo haber impulsado el cultivo de cereales) para explicar esta transición.

Para ello PALAEORIGINS analizará materiales arqueobotánicos (semillas, carbones, restos de comida, etc.) de algunos de los yacimientos epipalaeolíticos mejor conservados de Jordania, Israel y Chipre, y combinará los análisis arqueobotánicos, con el estudio de isótopos estables, la creación de modelos informáticos y la validación de hipótesis basadas en la teoría.

En definitiva, PALAEORIGINS abrirá nuevos horizontes de investigación para dilucidar la naturaleza de las interacciones entre los cazadores-recolectores y su entorno que hicieron posible el desarrollo de la agricultura y, en última instancia, cambiaron el curso de nuestra historia.

Amaia Arranz Otaegui (Tolosa, 1989) es licenciada en Historia (2009) y doctora en Arqueobotánica por la UPV/EHU (2015). Es especialista en Prehistoria y ha desarrollado gran parte de su investigación en el sudoeste de Asia (Siria, Jordania, Irán). Sus líneas de investigación incluyen, entre otros aspectos, el estudio de la dieta vegetal durante la Prehistoria, el uso de plantas silvestres, y su posterior proceso de domesticación. Ha trabajado como investigadora en la Universidad de Copenhague (2015-2020), y lideró un proyecto Marie Sklodowska-Curie en el Museo Nacional de Historia Natural de Paris (2020-2021), investigando los restos de alimentos que consumieron los últimos cazadores-recolectores y las primeras comunidades campesinas en el sudoeste de Asia. En estos momentos trabaja en el Instituto de Historia del CSIC en Madrid, pero desarrollará el proyecto Palaeorigins en la Universidad del País Vasco.