La historia ambiental reciente de la Ría de Bilbao ha estado relacionada con la explotación del mineral de hierro y su posterior desarrollo industrial y urbanístico. A mediados del siglo XIX se construyó la primera industria siderúrgica sobre sus marismas, y todos los dominios estuarinos originales se perdieron por la ocupación humana. En la actualidad se ha convertido en un canal mareal que atraviesa el área metropolitana de Bilbao y descarga en la bahía del Abra. Durante décadas recibió el vertido descontrolado de desechos mineros, domésticos e industriales sin tratamiento, que degradaron severamente sus condiciones fisicoquímicas. Las concentraciones de oxígeno disuelto en el agua disminuyeron drásticamente, lo que afectó considerablemente a la biota estuarina, y sus sedimentos presentaban elevadas concentraciones de productos químicos orgánicos e inorgánicos. Como consecuencia de este desarrollo insostenible, ya en la década de 1970, la Ría de Bilbao se describió como una cloaca navegable que atravesaba una de las ciudades más contaminadas de Europa.

La preocupación pública por su grave deterioro ambiental culminó en 1979 con la aprobación institucional del Plan de Saneamiento Integral que incluía el tratamiento de las aguas residuales y logró una disminución drástica de las cargas contaminantes al estuario. Además, la recesión industrial y económica sufrida durante las décadas de 1980 y 1990 provocó el cierre definitivo de la mayoría de las fábricas contaminantes. Los programas de monitorización confirman mejoras considerables en las condiciones del agua, la calidad de los sedimentos superficiales y los parámetros ecológicos. El estudio de testigos sedimentarios permitió definir cuatro zonas ambientales diferentes desde la superficie hacia abajo: (i) Postindustrial, con niveles variables de metales y abundancias moderadas-altas de meiofauna desde 2010 (ii) Industrial sin microfauna, con concentraciones extremas de metales desde 1950; (iii) Industrial con microfauna, donde los contenidos elevados de metales coexistieron con asociaciones de microfósiles durante el periodo 1850-1950; y (iv) preindustrial, que muestra concentraciones de metales de referencia y asociaciones de microfósiles abundantes y diversas antes de 1850.

La salida de campo incluye por la mañana un recorrido inicial en autobús desde Artxanda (Bilbao) hasta Las Arenas (Getxo) con el fin de mostrar la transformación física del estuario desde las colinas circundantes (3 paradas). Posteriormente, en la pasarela del Puente Colgante de Portugalete observaremos el estuario inferior y su desembocadura en la bahía del Abra. Comida en el restaurante anexo. Por la tarde saldremos en barco hasta la bahía y regresaremos por la ría hasta Bilbao analizando su proceso de transformación química y biológica que ha quedado registrado en sus sedimentos.

La información detallada de la excursión y el material para la misma (guía de campo) se facilitarán en el momento del registro en el Simposio.

La salida de campo deberá abonarse aparte, indicándolo en la ficha de inscripción. Su precio será de 55 euros, e incluirá el desplazamiento (autobús y barco) y la comida.