Así define M. E. Portillo Mendoza qué es el movimiento en neurociencia: “Es la necesidad de desplazarse la que hace que nuestro cerebro recoja y envíe información a todas las partes de nuestro cuerpo. Y es esta interacción con el entorno la que hace que nuestro cerebro se desarrolle”

Punset nos dice que, si un animal se asientáse y no se moviera, perdería las células y se convertiría en planta, pues no necesitará más la célula.

Albert Einstein tenía muy claro que la mente que se abre a una nueva Idea nunca recupera su tamaño original

¿Y si nos movemos un poco?