Autor: Pedro Barruso Barés

Editorial: Fundación Ramón Rubial  |  Año de edición: 2024

Guillermo Torrijos fue un hombre de los primeros tiempos del socialismo vasco, se afilió al PSOE en 1895 y permaneció en el mismo hasta su muerte en el exilio en 1942. Entre ambas fechas Torrijos fue un líder obrero, un patrón que aplicó las ideas socialistas en su taller de carpintería de la donostiarra calle San Francisco, líder del socialismo donostiarra y guipuzcoano, concejal del Ayuntamiento de San Sebastián, primer teniente de Alcalde y en muchas ocasiones alcalde de la ciudad ante la ausencia del republicano Fernando Sasiain, Comisario de Trabajo de la Junta de Defensa de Guipúzcoa, Comisario General de Guerra en el Norte y, hasta el final de sus días, colaborador de la dirección socialista en el exilio. Además de todo lo anterior sufrió prisión e incluso una larga condena por los sucesos revolucionarios de octubre de 1934, si bien fue puesto en libertad tras la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. Guillermo Torrijos fue el hombre que sirvió de enlace entre los primeros socialistas guipuzcoanos, muchos de ellos de origen vizcaíno, como el propio Guillermo, y la generación más joven de la que formaron parte Sergio Echeverría, Florencio Iracheta, Luis Iglesias, Luis Arbella, los Amilibia. Es decir la generación de la Guerra Civil, durante la cual varios de ellos fueron asesinados y la mayor parte tuvo que marchar al exilio y los socialistas de posguerra. Otros, en muchos casos tras salir de prisión, se dedicaron a partir de los años cincuenta a reconstruir el socialismo guipuzcoano a la vez que pasaban el testigo a una nueva generación de socialistas guipuzcoanos de los que Luis Martín Santos, Enrique Múgica, Carlos Corcuera o José Ramón Recalde serían los encargados de liderar el socialismo guipuzcoano que hunde sus raíces en la figura de Guillermo Torrijos.