Los dos valores básicos a preservar en toda investigación con AB y OMG son:
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la Salud Humana
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el Medio Ambiente
La protección de ambos valores encuentra su fundamento sobre todo en las llamadas éticas de la responsabilidad ( del lat. respondere "responder por" y "hacerse cargo de") que tienen en cuenta no sólo los principios sino también las consecuencias que las acciones morales tiene sobre las comunidades a las que afecta. Hans Jonas da un paso más allá al incluir los intereses de las generaciones futuras sentando las bases para una visión ética más ecocentrista.
Los principios a tener en cuenta en la defensa de la salud y el medio ambiente son:
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Principio de precaución o cautela: se aplica en los casos específicos en los que los datos científicos son insuficientes, no concluyentes o inciertos, pero en los que una evaluación científica objetiva preliminar hace sospechar de que existen motivos razonables para temer que los efectos potencialmente peligrosos para el medio ambiente y la salud humana, animal o vegetal pudieran ser incompatibles con el alto nivel de protección elegido.
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Principio de prevención: ante una situación de riesgo cierto, deben adoptarse las medidas de vigilancia y previsión necesarias para evitar las posibles consecuencias negativas.
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Principio de información: entronca con el principio de autonomía del ciudadano y su derecho a disponer la información necesaria, clara y veraz para poder ejercer su derecho de participación en el control de cierto tipo de actividades riesgosas.
El Investigador Principal es el responsable directo de que se respeten ambos valores y de prever desde el planteamiento inicial, cómo va a hacerse posible su protección. Igualmente todos los participantes en el proyecto deben mantener su compromiso con el cumplimiento de los principios durante todo el desarrollo del proyecto de investigación o docencia.