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ESTUDIANTE DE MEDICINA Y CLASIFICADA PARA LOS JUEGOS OLÍMPICOS

Virginia Díaz: «He pasado muchos años difíciles en el remo y clasificarme para los juegos ha sido un sueño»

  • Interview

First publication date: 26/03/2020

Virginia Díaz en su club de remo. Fotografía tomada días antes de la declaración del estado de alarma. Foto: Mikel Mtz. de Trespuentes. UPV/EHU.

Virginia Díaz (El Astillero, Cantabria, 15 de agosto de 1991) es graduada en Enfermería y compagina los estudios de Medicina en la Universidad del País Vasco con la práctica de remo de alto nivel. Tras obtener un quinto puesto en el Campeonato Mundial de Remo de 2019, celebrado en la localidad austríaca de Linz-Ottensheim, logró clasificarse en el dos sin timonel femenino para los Juegos Olímpicos de Tokio, junto a su compañera Aina. Se ha tomado con deportividad la noticia del retraso de la cita: “Nos da margen para poder entrenarnos mejor”.

¿Cuándo descubriste el remo?

Empecé en un colegio de Astillero con 14 años. Nos vino un entrenador que quería mejorar el equipo y que iba a los colegios de la zona dando charlas. Supongo que me vio cualidades físicas porque me dijo: “Tienes que venir al club”. Yo dudé un poco porque hacía otros deportes, me encantaban todos, pero no de forma competitiva, pero me lancé. Así empecé junto con un grupo grande de chicas en batel (una modalidad grupal) y descubrí el mundo competitivo, viajar, … y todo eso.

¿Cómo es clasificarse para los Juegos Olímpicos?

Pues… muy emocionante. Hay quien lo consigue antes y le va rodado, pero a mí me ha costado. He estado desde los 15 en bote individual y en esa modalidad hay muchísimo nivel, te enfrentas a lo mejor que hay en el mundo. Conseguí llegar a semifinales, pero sin suerte. El año pasado quisieron hacer un cambio en el ‘dos sin timonel’ para estas Olimpiadas, me animé y ha salido. Para mi es algo increíble, porque después de tantos años difíciles entrenando mucho sin ver resultados, este momento es un sueño.

¿Has notado más presión desde entonces?

Sí, la que nos ponemos nosotras. Tanto mi compañera como yo somos muy competitivas y queremos mejorar. Además, una vez vas a los juegos solo piensas: “Quiero más”. Los deportistas somos así, siempre queremos más.

«Una vez vas a los juegos solo piensas: ‘Quiero más’, los deportistas somos así.»

¿Había cambiado tu forma de entrenar desde que te clasificaste?

Sí, empezamos a apretar un poco más: más horas, más kilómetros, un poco de todo. Este año, además, tenemos un asesor solo para nosotras, el mismo que asesoró a las campeonas en las Olimpiadas de Río (2016), un lujo, y nos exigimos mucho.

En cuanto a la rutina de la semana, era dura. Entrenábamos lunes y martes tres veces, por ejemplo, el lunes 20 km (1 hora y 20 minutos) de remo. Luego hora y cuarto de pesas al mediodía y por la tarde otros 16 km o 60-70 minutos de ergómetro. El martes era lo mismo, pero cambiando el tipo de pesas. El miércoles solo entrenábamos por la mañana. unas series y luego 80-90 minutos de bicicleta. La tarde libre. El jueves, viernes y sábado repetíamos la rutina. Los domingos los teníamos libres, pero mi compañera y yo hacíamos recuperación activa: 1 hora de aeróbico, nado, bici, … para que el cuerpo no se aletargue. Es un entrenamiento exigente que nos preparaba para una competición aún más exigente.

¿Cómo has tenido que cambiar tu entrenamiento a causa del confinamiento?

Los centros de entrenamiento han cerrado, así que hemos tenido que volver a nuestras casas a entrenar en interior. La adaptación es difícil, porque hacer trabajo físico en casa sin poder remar como hacemos habitualmente hace que la rutina sea más monótona. Cuando variamos entre ejercicios físicos puros y remo, es más ameno. Pero entendemos la situación por la que está pasando el mundo entero y que nosotras también nos tenemos que adaptar. No son las mejores condiciones, pero, por el momento en que vivimos, tenemos que tener paciencia y esperanza de que va a mejorar.

¿Te parece adecuada la decisión de postergar los Juegos Olímpicos hasta 2021?

El cambio de planificación de los juegos es lo más acertado debido a la situación que estamos viviendo en todo el mundo. Hay una gran incertidumbre en cuanto a la evolución de esta pandemia, así que en lo deportivo sería muy complicado preparar una competición de este calibre en las condiciones actuales. Esta decisión nos da margen para poder entrenarnos mejor.

¿Cómo compaginas la familia, pareja, etc.?

Me ayuda que mi pareja sea remero y mi entrenador. Cuando estaba en categoría individual iba conmigo a todas partes, pero ahora entrena a otro y no puede. Para mí sería difícil estar con alguien de fuera del mundillo y tener que separarnos tanto. Así que siendo él olímpico y mi entrenador lo facilita todo. Con la familia es difícil y más este año; mi madre me ve dos o tres veces al año y es duro. Pero es algo que lleva pasando desde que tengo 14 así que están acostumbrados.

No paráis.

No, pero no es nuevo. Yo normalmente tengo dos semanas de vacaciones al año.

Porque además cursas Medicina en la UPV/EHU. ¿Por qué elegiste esa titulación? Ya habías terminado Enfermería.

No lo sé. La verdad, cuando empecé Enfermería, me gustaba todo - como el deporte - pero mis padres tenían relación con la salud y probé, y me gustó, pero cuando di las asignaturas de medicina quirúrgica me gustó más. En aquel momento ya pensé en hacer Medicina, pero me eché atrás. Y ahora con 28 años sigo estudiando porque quiero aprender más.

«Tengo compañeros de universidad que me ayudan mucho y que sin ellos no podría avanzar.»

¿Y cómo te las arreglas para poder compaginarlo todo?

Complicado. Compaginarlo todo es difícil, sobre todo este año. En años anteriores podía ir a prácticas y seminarios porque estaba en casa, pero ahora con tanto viaje hago evaluación final y ‘a distancia’ las asignaturas que puedo. Es verdad que tengo compañeros que me ayudan mucho y que sin ellos no podría avanzar. El trabajo que hacen diario me da la vida. Me lo pasan y me lo estudio para el examen. Llevo el material tan al día como puedo, pero siempre un poco tarde.

¿Tienes intención de especializarte?

No lo tengo muy claro tampoco, al principio me encantaba la pediatría, pero cuanto más estudio más descubro. Ahora mismo lo que más me gusta cardiovascular. También es muy bonita la medicina del deporte y cada vez que vamos a hacernos pruebas médicas para el remo me parece todo muy interesante.

¿Y después de los Juegos Olímpicos, tienes algo pensado?

No mucho. Hay compañeros que se plantean si seguir o no seguir, pero yo no planteo abandonar. He pasado muchos años en el remo sin becas ni resultados y ahora que estoy viviendo mi sueño quiero continuar. Pero yo me planteo la vida por temporadas, así que no se sabe.

¿Cómo está la igualdad de género en el remo?

Continúan más chicos que chicas, pero la situación está mejorando y cada vez se nos valora más. Este año ya tenemos entrenador nacional femenino, por ejemplo. En banco móvil estamos equiparados:  distancias, becas, etc. todo es igual porque es un deporte olímpico. Pero no es solo en nuestro deporte, en las ultimas Olimpiadas las mujeres sacaron muchísimas medallas. En cambio, en las traineras falta mucho por hacer incluso a nivel de entrenamiento y que ellas hagan las mismas distancias que ellos. Porque yo soy defensora de la igualdad con todas sus consecuencias: entrenan lo mismo, compiten lo mismo, ganan lo mismo.

También es verdad que nosotras no tenemos la misma visibilidad que los chicos. El deporte masculino se ve más. El cambio cultural que hay que hacer es que nuestro deporte se valore. Y que sea bonito de ver, porque tampoco quiero obligar a nadie a vernos.