Luis Bujanda
Retos en el cáncer de colon
Catedrático de Medicina y coordinador de Área en el Instituto Biodonostia
- Cathedra
First publication date: 31/03/2022
Artikulu hau jatorriz idatzitako hizkuntzan argitaratu da.
Hoy, 31 de marzo se celebra el día mundial contra el cáncer de colon. El cáncer es el motivo más frecuente de muerte en hombres y el segundo en mujeres tras las enfermedades cardiovasculares. El cáncer de colon (colon y recto) es el cáncer más frecuente en el conjunto de tumores en la población, y la segunda causa de muerte por cáncer tras el cáncer de pulmón. En Euskadi, cada año se detectan más de 1.000 casos: es el segundo tumor más frecuente en mujeres, después del cáncer de mama, y el segundo en hombres, después del cáncer de próstata. La supervivencia por cáncer de colon ha mejorado en esta última década, con una supervivencia del 65 % a los cinco años. Esa cifra es superior al 90 % en los estadios precoces de la enfermedad. El incremento en la supervivencia se ha debido a los programas de cribado, a la concienciación de población y profesionales sanitarios, y a la mejora de los tratamientos tanto quirúrgicos como en quimioterapia y radioterapia.
Uno de los logros más importantes ha sido la instauración del programa de cribado con sangre oculta en las heces cada dos años en personas asintomáticas entre los 50 y 69 años. Euskadi inició ese programa en 2009 y ha sido un referente para otras comunidades autónomas y otros países del mundo, de la mano de Isabel Portillo como coordinadora. Durante ese tiempo, la participación en el programa ha sido del 70 % de la población diana, se han realizado más de un millón y medio de test con una tasa de positividad del 5,4 %, lo que ha llevado a la realización de más de 86.000 colonoscopias. En ellas se han encontrado 3.700 personas con cáncer de colon, de ellas el 70 % en estadios iniciales y un gran número (29 %) tratadas sin necesidad de cirugía u otros tratamientos. Pero no solo eso: se han quitado pólipos en más de 31.000 personas, pólipos que, con el tiempo, pudieran evolucionar a un cáncer de colon. Todo ello ha contribuido a disminuir la mortalidad por cáncer de colon en nuestra comunidad por encima del 25 %.
Pero no estamos satisfechos con esos números, queremos más, y para ello hemos analizado los motivos por los que no llegamos a una participación superior, el modo de mejorar las técnicas de cribado o la propia colonoscopia, para que no se nos escape ningún cáncer ni ningún pólipo con riesgo de convertirse en un cáncer de colon. Analizamos nuestros datos, los comunicamos y aprovechamos sinergias para mejorar los resultados como, por ejemplo, la limpieza de la colonoscopia o las complicaciones de la colonoscopia.
Existen otros muchos retos en esa enfermedad que intentamos superar con investigación y colaboración. Entre ellos, la creación de consultas de alto riesgo en nuestros hospitales de referencia, consultas que nos permitan: identificar, vigilar y tratar mejor a pacientes con síndromes hereditarios; utilizar paneles de genes en pacientes seleccionados que ayuden a identificar individuos en riesgo de desarrollar esa enfermedad; identificar perfiles de marcadores moleculares o genéticos que identifiquen personas que respondan a los tratamientos evitando quimioterapias o cirugías innecesarias como en el cáncer de recto o tras la resección endoscópica de tumores en estadio iniciales; establecer estrategias más adecuadas para el seguimiento de pacientes que han tenido pólipos con el fin de evitar colonoscopias innecesarias que colapsan el sistema e incrementan el riesgo de complicaciones; buscar mejores biomarcadores para la detección de pólipos, cáncer o recidivas; buscar nuevos fármacos para reducir el número y tamaño de los pólipos en el colon; descubrir la etiología de síndromes que aún son desconocidos y que incrementan de forma notable el riesgo de cáncer de colon, como por ejemplo el síndrome de poliposis serrada; difundir estrategias de vida saludables en la población general para prevenir la aparición de pólipos y cáncer de colon; mejorar la atención y la calidad de vida de los pacientes y familiares que tienen o han tenido la enfermedad; y otras muchas cosas más.
En definitiva, hoy es un día de alegría por lo conseguido, pero de mirada al futuro por todo lo que nos falta por alcanzar: seguro que, con la concienciación de la población, la ayuda de las instituciones y la investigación, lo lograremos.