In memoriam: M. Pilar Areso Goiricelaya
- Kronika
First publication date: 21/09/2017
El pasado 31 de julio nuestra compañera M. Pilar Areso Goiricelaya nos dejó tras una dura lucha contra la enfermedad. Esta vez no pudo ver cumplido su deseo de reincorporarse de nuevo al trabajo, como había ocurrido tantas veces en los últimos nueve años.
Algunos compañeros, sabedores de su espíritu luchador, comentan que todavía esperaban encontrarla por los pasillos yendo a impartir sus clases otro curso más. Sobre todo, aquellos que la conocimos hace ya 34 años, cuando llegó al Departamento de Farmacología en su último curso de carrera, cargada de entusiasmo por iniciar su trayectoria investigadora.
En el Departamento realizó su tesina y tesis doctoral bajo la dirección del profesor J. García-Sevilla. Fueron años de trabajo intenso y escasos recursos que ya pusieron de manifiesto su enorme capacidad de trabajo. Compartimos con ella sus primeros viajes a congresos científicos, la ansiedad previa a la presentación de los resultados pero también risas y muchas anécdotas.
Al finalizar su doctorado marchó durante tres años a los Estados Unidos, primero a Chicago y luego a Filadelfia para continuar sus estudios sobre la modulación de receptores adrenérgicos tras diversos tratamientos farmacológicos. A su regreso al Departamento a principios de los noventa, empezó a desarrollar su línea de investigación dirigiendo varias Tesis Doctorales.
Durante este periodo, el trabajo de puesta a punto de nuevas técnicas en el laboratorio y de la experimentación diaria se prolongaba muchos días más allá de 12 horas y siempre estuvo dispuesta para ello. En el año 2000 obtuvo la plaza de profesora titular, compaginando desde entonces la docencia de pre- y post-grado de Farmacología en la entonces Facultad de Medicina y Odontología, con la investigación, colaborando con otros grupos de la UPV/EHU, y con tareas de gestión del Departamento.
Aunque la enfermedad supuso un duro contratiempo siguió trabajando, cumpliendo hasta el final y demostrando un increíble coraje en la desigual contienda vital. Desafortunadamente, no ha podido ver cumplido su mayor deseo, el de estar al lado de su hija, Irati, en el camino de la vida.
Pilar, los que hemos disfrutado de tu amistad y compañerismo, no podemos más que agradecerte el apoyo que siempre nos prestaste cuando lo necesitamos.
Descansa en paz
Tus compañeros