El profesor de la Facultad de Bellas Artes Ismael Manterola leyó este texto en el acto de homenaje a Xabier Sáenz de Gorbea celebrado el día 3 de junio en Bizkaia Aretoa.

"Ha fallecido un compañero de trabajo. Aunque Xabier Sáenz de Gorbea era más que un compañero de trabajo. Fue uno de los protagonistas del arte del País Vasco. Pilar fundamental en la historia de la Facultad de Bellas artes, protagonista de las iniciativas artísticas de la década de los 70, el crítico de arte más importante de los 80 y los 90, la voz de la madurez durante las dos primeras décadas tras el año 2000.

Por ello, el arte del País Vasco ha perdido más que un crítico de arte. Hemos perdido a uno de los más fervientes impulsores del arte, que vivió el arte con gran pasión. Mucha gente habla y escribe sobre el arte, pero a Sáenz de Gorbea, además de hablar y escribir sobre ello, le entusiasmaba el arte. Si se me permite el símil gastronómico, diría que tenía el morro fino a la hora de ver, disfrutar, investigar y diferenciar el arte.

Trajo al País Vasco lo aprendido en Barcelona durante los últimos años de los 60 y en la década de los 70, y ha sido referente de numerosas generaciones, primero de la Escuela de Bellas Artes de Bilbao y después de la Facultad. ¿Cuántos estudiantes habrán pasado por sus clases? ¿A cuántas generaciones de artistas habrá enseñado el arte más reciente? Es difícil saberlo: ha pasado más de 30 años unido a la docencia universitaria.
Por otra parte, ¿cuántas exposiciones ha organizado? Decir que ha realizado un enorme trabajo como comisario no reflejaría como es debido el trabajo de Sáenz de Gorbea. Realizó los últimos trabajos a finales del año pasado, en el Salón Rekalde de Bilbao y en el Museo San Telmo y en el Koldo Mitxelena de Donostia, con una exposición dedicada a Néstor Basterretxea.

¿Cuántas críticas de arte ha escrito? Las publicadas en el periódico Deia semana tras semana son incontables y podemos hallar otras tantas en revistas, catálogos y otras publicaciones. Ni qué decir de las colaboraciones realizadas para radio y de los programas realizados para televisión.

Yo, aunque resulte bastante tópico en estos artículos necrológicos, quisiera subrayar su faceta humana, ya que siempre lo he visto dispuesto a ayudar. Nunca le he oído decir no a los textos que los artistas le pedían para sus catálogos. Como suele ocurrir con aquellos que marchan pronto por darlo todo, yo creo que Xabier no sabía decir que no. Comentamos muchas veces cuánto nos ayudaría organizar algún curso para aprender a decir que no.

Ahora, cuando ya es demasiado tarde, me arrepiento de una cosa. Me arrepiento de no haber realizado con él el trabajo de documentación y recogida de datos que tantas veces realizó. Xabier era un archivo andante: tenía tantas historias para hacer historia que la enfermedad se lo ha llevado. Muchos datos para hacer la historia del arte del País Vasco se han ido con él. Menos mal que también tenía un archivo en papel. Hablamos en numerosas ocasiones, de una forma un tanto humorística, sobre el lugar que ocupaba el papel y sobre la obsesión de guardarlo todo. Ahora, seguramente, lo agradeceremos.

Finalmente, también quisiera subrayar su compromiso. La integridad ideológica. Nunca quiso ser de la casta de funcionarios y por ello siguió a su pensamiento y rechazó realizar la tesis, pues los aspectos más institucionales de la universidad lo aterrorizaban. Entregado a la docencia, poniendo pasión, fue un profesor excelente; sin embargo, temeroso de convertirse en un profesor que se queda sentado en la poltrona, no siguió por ese camino. Mostró tal integridad también en la vida: siendo un historiador del arte internacional, decidió dar a su entorno. La generosidad para con los artistas antes mencionada se extendió a su pueblo, y por ello realizó un trabajo enorme de recuperación y difusión de la memoria, porque recordar nos ayuda a mejorar y porque mejorando se puede dar un paso a favor de la justicia. Por eso no quiero terminar sin mencionar el gran trabajo realizado por Xabier en la divulgación del arte. Fue, ante todo, profesor de arte, investigador del arte y divulgador; el mundo de la cultura vasca ha perdido un buen historiador del arte."