¿Qué va a encontrar el lector en el libro Osasun bakarra, jomuga eskuraezina?

En este libro el lector encontrará de una manera muy divulgativa, muy sencilla, gracias a diferentes ejemplos, lo importante que es la salud en un mundo global. Es decir, que esa salud no es solo la de los seres humanos, sino también la de los animales y la del medioambiente; que todas son interdependientes.

¿Por qué es importante el concepto de una sola salud?

La salud no es solo de las personas. En el mundo, además de los seres humanos, viven muchos otros seres vivos. Los seres humanos y los animales estamos totalmente conectados con el medioambiente y el medioambiente está conectado con nosotros. Entonces, ese concepto de una sola salud significa, al fin y al cabo, que, a pesar de ser tres los vértices de este triángulo, los tres tenemos que estar comunicados.

«La salud humana, la de los animales y la del medioambiente son interdependientes»

¿Y por qué dice que el objetivo es inalcanzable?

Esa única salud es algo que hay que conseguir en todo el mundo. Sabemos que en el mundo participan diferentes países y territorios; influyen los aspectos sociales, políticos, geopolíticos… Conseguir todo eso como objetivo, es decir, conseguir ese objetivo plenamente, yo creo que hoy en día es bastante imposible, porque hay que trabajar mucho en cualquier país del mundo, en cualquier territorio. Porque, en definitiva, hay que impulsar el trabajo conjunto, la adopción de medidas conjuntas, etc. Y en este momento yo creo que eso es imposible.

Si la salud de las personas, la de los animales y la del medioambiente está tan estrechamente ligada, ¿cómo debemos actuar?

En el ámbito de la salud participan personas expertas e investigadoras, tanto del ser humano como de los animales y del medioambiente, y todos conectados tenemos que trabajar conjuntamente. No debemos pensar que lo que hacemos los seres humanos no influye en el medioambiente ni en los animales; sí, sí que afecta. Y lo mismo si se aplica cualquier medida medioambiental, por el cambio climático, etc.: afecta tanto a las personas como a los animales. Por tanto, todas las medidas y criterios que se adopten deben estar comunicados en todos esos ámbitos. No puede ir cada uno por su cuenta, sino que todos, todas las personas expertas, tenemos que trabajar juntas en esas tres partes.

«Conseguir ese objetivo de una única salud hoy en día es bastante imposible, porque hay que trabajar mucho en cualquier país del mundo»

¿La desinformación afecta a nuestra salud?

Lo que está claro es que la desinformación —y eso lo hemos visto y padecido en esta última pandemia— pone sobre la mesa una serie de mensajes contradictorios. En este momento cualquiera puede escribir cualquier cosa en cualquier lugar, más aún en las redes sociales, y eso tiene un gran impacto para todos. Por eso, muchas veces, cuando leemos cualquier cosa en cualquier lugar y la compartimos en una red social, a veces nos estamos desinformando y estamos impulsando esa desinformación. Creo que hay que tener en cuenta claramente dónde se leen las cosas, a quién o a qué debemos hacer caso. Es decir, cuando se hacen estudios y en esos estudios se ponen algunas respuestas y algunas conclusiones, a veces esas conclusiones no gustan, y eso suele ser así. Pero las investigaciones son lo que dicen. Muchas veces, negarlo no significa que vayamos a estar mejor. Negarlo, al fin y al cabo, es como si estuviéramos ciegos. Y yo creo que lo que hace la desinformación a menudo es eso: cegarnos.

Los microorganismos resistentes a los fármacos son una pandemia silenciosa. ¿Qué se puede hacer?

Las pandemias, como se explica un poco en el libro, no son solo las que provoca directamente un microorganismo (por ejemplo, la de COVID-19 que hemos sufrido o muchas otras), sino que en ocasiones también existen las llamadas pandemias silenciosas, y una de ellas es la resistencia a los antibióticos. Cuando tomamos un antibiótico, porque es necesario, porque tenemos que curar una enfermedad, etc., esto tiene consecuencias sobre los microorganismos que quiere controlar ese medicamento, especialmente las bacterias. Y, a veces, como es lógico, las bacterias, como los animales o los seres humanos, no se detienen, sino que se adaptan a un medicamento. ¿Para qué? Para escapar y, al fin y al cabo, para mantenerse vivas. Entonces, lo que está claro es que eso es una pandemia silenciosa. Nosotros, los seres humanos, podemos tomar medidas. Por ejemplo, cuando nos medicamos, tenemos que llevar los medicamentos sobrantes a algunos puntos, a las farmacias, y no desecharlos en cualquier sitio. Y hay que tomarlos bien: si nos dicen que tenemos que tomar un medicamento tres veces al día, debemos hacerlo así y no solo cuando nos acordamos. Y más aún si tenemos animales y los tratamos con medicamentos: eso también influye. Hacer todo esto con sentido común y hacerlo correctamente es imprescindible.

«Resulta vital impulsar la investigación para estar preparados ante esas pandemias del futuro»

¿Cómo nos podemos proteger para evitar las pandemias del futuro?

Sin duda, también habrá pandemias en el futuro. Lo que no sabemos es cuándo llegarán, si las sufriremos nosotros o las sufrirán las próximas generaciones. Eso no lo sabemos. Pero lo que está claro es que, como he dicho, teniendo en cuenta ese concepto de una sola salud, hay que trabajar en todo el mundo. No solo en Europa o en Euskal Herria, sino que es un trabajo que hay que hacer en todo el mundo. Y hay que dar ayudas a los países con pocos recursos para que, cuando se les presente un problema sanitario, se tomen medidas inmediatamente, se hagan diagnósticos lo antes posible y se implementen los tratamientos con la máxima celeridad. Es imprescindible ayudar a los países que no disponen de recursos. Sin embargo, también es fundamental que haya subvenciones para la investigación, la obtención de medicamentos, la obtención de vacunas, etc. e impulsar estas ayudas. Resulta vital impulsar la investigación para estar preparados ante esas pandemias del futuro.