Una investigación precisa al detalle la cronología de los acontecimientos geológicos previos a la gran extinción de hace 66 millones de años
El trabajo ha ganado el premio al mejor artículo de los publicados en 2013 en la revista especializada Boletín Geológico y Minero
First publication date: 12/02/2014
Los geólogos tratan de precisar cada vez con más detalle acontecimientos, tales como cuánto tarda en formarse una cordillera; con qué velocidad se han desplazado las placas tectónicas a lo largo de la historia terrestre; cómo y por qué cambia el clima de la Tierra; o cuánto tiempo se necesita para que el planeta se recupere de una catástrofe como la provocada por la caída de un meteorito como la de hace 66 millones de años, que causó una de las mayores catástrofes biológicas de la historia de la Tierra, incluyendo la desaparición de casi todos los dinosaurios (excepto las aves), y puso un abrupto punto final al periodo Cretácico.
Una investigación de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU, Correlación detallada y control orbital de la sucesión del Maastrichtiense Superior de la Cuenca Vasca, centrado en los tres últimos millones de años del periodo Cretácico, ha sido merecedora del premio a la mejor publicación en 2013 en la revista especializada Boletín Geológico y Minero del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Este trabajo ha conseguido precisar en detalle la cronología de los eventos climáticos, magnéticos y biológicos previos a la gran extinción de hace 66 millones de años.
El método tradicional para establecer la cronología absoluta de eventos geológicos ha sido la datación mediante métodos radiométricos, basado en la descomposición de isótopos radiactivos. Dicho método, sin embargo, solo es aplicable en intervalos que contengan tales isótopos, por lo que las edades de zonas desprovistas de los mismos solo pueden estimarse por interpolación.
Tal como indica el título del trabajo premiado, el método aplicado por este grupo de investigación se ha basado en un principio diferente, concretamente en el denominado control orbital, que analiza las interacciones gravitacionales entre la Tierra, la Luna, el Sol y los planetas del Sistema Solar (Júpiter principalmente). Esas interacciones producen variaciones periódicas de la órbita terrestre, conocidas como ciclos de Milankovitch en honor al astrofísico serbio que las demostró. Así, se sabe, que la órbita terrestre varía con intervalos de cien mil y cuatrocientos mil años; la inclinación u oblicuidad del eje de la Tierra cada cuarenta mil años; y la orientación de dicho eje respecto al sol, cada veinte mil años, aproximadamente.
"Está demostrado que tales variaciones orbitales influyen en mayor o menor grado en el clima de la Tierra, debido principalmente a diferencias en la radiación solar que recibe el planeta. Las variaciones de la órbita terrestre, por ejemplo, también han controlado la duración de los periodos glaciares del Cuaternario (desde hace 2,6 millones de años hasta hoy)", detalla Victoriano Pujalte, catedrático de Geología de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU y coautor del trabajo.
Sopelana, Zumaia y Hendaia
La investigación premiada se ha centrado en localizar los efectos que dichos ciclos astronómicos ejercen sobre la sedimentación de las capas analizadas, una sucesión de tipo flysch (series rocosas de origen sedimentario compuestas por una alternancia de capas de rocas duras, calcáreas, intercaladas con otras más blandas, margas) acumulada en una cuenca marina profunda -la Cuenca Vasca- hace entre 69 y 66 millones de años, y que actualmente aflora en acantilados de Sopelana, Zumaia y Hendaia. A través del "análisis de Fourier" (herramienta matemática para analizar funciones periódicas) se han podido reconocer ciclos de 400.000, 100.000 y 20.000 años, que están representados "por alternancias sucesivas de una capa margosa y otra calcárea", denominados "pares", de los que se han reconocido y numerado 125. Esto ha permitido acotar la edad de las capas de las sucesiones emergidas en escalones de veinte mil años. "A escala humana veinte mil años puede parecer mucho tiempo. A escala geológica, sin embargo, representa una precisión espectacular", explica Pujalte.
La Geología es una "ciencia histórica", y como tal, cualquier progreso que permita precisar mejor la cronología de acontecimientos representa un avance significativo. "Ese ha sido el propósito de nuestro trabajo, establecer la cronología de, aproximadamente, los últimos tres millones del periodo Cretácico, lo que en futuras investigaciones permitirá establecer con precisión los fenómenos geológicos y oceanográficos de dicho intervalo", adelanta el catedrático de la Facultad de Ciencia y tecnología de la UPV/EHU.
El artículo premiado, Detailed correlation and astronomical forcing within the Upper Maastrichtian succesion in the Basque Basin (Correlación control detallado y orbital de la sucesión Maastrichtiense Superior de la Cuenca Vasca), ha sido elaborado por un equipo internacional compuesto por: Jaume Dinarès-Turell (doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Barcelona e investigador senior del Istituto Nazionale di Geofisica e Vulcanologia, Roma); Victoriano Pujalte (catedrático de la UPV/EHU, Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Facultad de Ciencia y Tecnología); Kristalina Stoykova (catedrática, y jefa del departamento de Paleontología, Estratigrafía y Sedimentología del Instituto Geológico de Bulgaria) y Javier Elorza (Catedrático de la UPV/EHU, Departamento de Mineralogía y Petrología).