Carlos Santamaría, miembro de la Plataforma Cívica pro-Referéndum. «Es preciso que los ciudadanos participen y den su opinión»

Egin, 1992-09-19

D. Mendizabal

    Carlos Santamaría Ansa, doctor en Ciencias Exactas y ex-consejero del Gobierno de Gasteiz, es además miembro de la Plataforma Cívica pro-Referéndum sobre el Tratado de Maastricht en Euskal Herria.

    Este movimiento ciudadano, con apenas un mes de vida, ha conseguido la adhesión de un buen número de personalidades conocidas por su trabajo en el ámbito cultural y social de Euskal Herria. Miles de ciudadanos han suscrito también el manifiesto que la Plataforma hizo público para exigir la celebración de la consulta. Según recoge este texto, se realizaría después de un período de información y debate, en el que se propiciaría la participación de todos los estamentos sociales.

    Carlos Santamaría es uno de los impulsores de este movimiento, que desde el día de su nacimiento ha mantenido una actitud de «pluralidad e independencia» en su seno, llegando a albergar concepciones totalmente contrapuestas sobre una futura configuración europea. Aun así, todos coinciden en afirmar la necesidad de un debate público y abierto, amén de exigir el referéndum.

    Este donostiarra, reconocido hombre de ciencia y humanista, no duda en autodefinirse como «profundamente europeísta».

    Â¿Cuál es la razón que le ha impulsado a tomar parte en la plataforma que promueve el referéndum?

    Es un planteamiento bastante simple; me interesa el tema europeo. En realidad me ha interesado siempre, ya que se trata de una cuestión primordial para nuestro futuro.

    Es así que, ante la escasa información que maneja la opinión pública y las dificultades que los ciudadanos encuentran a la hora de conocer el contenido del Tratado, sobre todo porque al Gobierno no le interesa este debate, he decidido tomar parte en una iniciativa que apuesta por ello. Es preciso que los ciudadanos participen y den su opinión; ha de darse un proceso plebiscitario.

    Creo que se debería explicar el Tratado de forma clara y veraz, porque su desarrollo supondrá la cesión de soberanía hacia la Comunidad Europea por parte de los estados. Esto es, al menos, lo que se persigue en teoría y no se si la gente de a pie ha llegado a pensar en ello. Lo que pueda suceder tiene gran importancia para sus vidas.

    La realización de un referéndum ha de ir precedida de una amplia divulgación de los contenidos. Por ello, el tema no va a contar con un mínimo de claridad mientras no se haya creado un clima de opinión. Lo que está claro es que la gente se asusta ante una situación de incertidumbre y desconocimiento como ésta. Tal y como se advierte en el manifiesto de la Plataforma, hay que potenciar una campaña en la que se expongan las consecuencias de este proceso.

    Aunque no parece que se vaya a celebrar el referéndum, yo lo veo bastante improbable, hay que seguir insistiendo en esa idea de participación, porque es fundamental.

    En caso de que el Tratado se viese ratificado, ¿qué consecuencias acarrearía éste al ciudadano europeo de a pie y, más concretamente, a la población de Euskal Herria?

    Hay que remarcar que el acuerdo promueve una política monetaria única y la creación de un Banco Central Europeo, además de la consolidación de un instrumento militar y la realización de una política exterior común. Las consecuencias de un proceso de este tipo son muy difíciles de prever, porque está basado fundamentalmente en un planteamiento hipotético.

    Yo entiendo que en general se avanzaría hacia una especie de ciudadanía europea, pero su influencia sobre la sociedad vasca no la conozco, aunque ésta se tendrá que concretar. La verdad es que se habla del tema de Maastricht como algo definitivo y, en realidad, es un tema complicado e inconcreto.

    La negativa de algunos países a asumirlo puede dificultar su desarrollo y propiciar cambios en el proceso. Tiene, por tanto, que quedar claro que se trata de una idea germen. A pesar de ello, desde mi punto de vista, no parecen acertadas las opiniones de quienes afirman que Maastricht puede perjudicarnos. Yo soy optimista.

    En un hipotético referéndum en el Estado español, ¿votaría usted a favor o en contra del Tratado en sus actuales términos?

    Personalmente me decantaría por el «sí». Siempre he sido un europeísta convencido.