Karlos Santamaria eta haren idazlanak
Coacci贸n y sociolog铆a
El Diario Vasco, 1965-10-03
Uno de los principios m谩s antiguos de la doctrina cristiana es que el hombre no debe ser coaccionado en materia religiosa. El acto religioso es, y debe ser esencialmente, un acto libre.
Esto no significa, sin embargo, que semejante principio haya sido siempre lealmente aplicado en la pr谩ctica por los dirigentes cat贸licos.
Al contrario, la historia est谩 llena de hechos de intolerancia y de violencia religiosa que repugna a toda conciencia honrada.
Nadie puede medir las consecuencias de tales hechos.
El cardenal Beran declaraba todav铆a hace unos d铆as en el Concilio que 芦es posible que la iglesia est茅 hoy espiando en Bohemia las pasadas violaciones de la libertad religiosa, tales como la muerte de Juan Hus en el siglo XV y la forzada conversi贸n de gran parte del pueblo en el siglo XVII禄.
Algunos apologistas cat贸licos han pretendido ignorar la existencia de esos mismos hechos o, lo que es peor a煤n, han tratado de justificarlos mediante alambicados sistemas de jurisdicciones eclesi谩stico-seculares que hoy ya no convencen a casi nadie. Pero va llegando la hora del 芦mea culpa禄 que tanto se ha hecho esperar. El clima de la Iglesia se har谩 mucho m谩s respirable cuando de una vez para siempre se condene lo que de condenable exista o haya podido existir en determinadas situaciones de intolerancia religiosa. S贸lo una falsa apolog茅tica de color de rosa puede pretender dorar ciertas p铆ldoras que en nuestra juventud se nos invitaba a digerir, a fin, sin duda, de ocultar o de justificar, en nombre de una inexistente impecabilidad, los errores de los pecados hist贸ricos de los pueblos cristianos.
La coacci贸n religiosa puede producirse de muchos modos directos o indirectos. Es menester que los mismos sean puestos al descubierto y que las conductas sean corregidas, a fin de que nadie sea forzado a pr谩cticas que no corresponden realmente a una creencia 铆ntima y verdadera. De este proceso de depuraci贸n interior la religi贸n s贸lo puede salir ganando. Ganar谩 en profundidad y en autenticidad, aunque para ello tenga que arrumbar algunos de sus andamiajes exteriores tradicionales.
Sin embargo, no hay por qu茅 renunciar totalmente al juego de los automatismos sociol贸gicos. Por una evidente conexi贸n entre el individuo y la colectividad, todo hombre tiende a reflejar en su conducta personal ideas y creencias colectivas. La religi贸n es tambi茅n un hecho sociol贸gico y tiene raz贸n a mi juicio, el P. Dani茅lou al recordar en su reciente libro 芦La oraci贸n, problema pol铆tico禄 el valor formativo y educativo del medio social.
El P. Dani茅lou, a quien conozco como un magn铆fico y tenaz esp铆ritu de contradicci贸n, ha tenido la valent铆a de remar tambi茅n ahora contra corriente. Pero el uso de la presi贸n colectiva en favor del acto religioso es algo sumamente delicado y dif铆cil y esto lo sabe tambi茅n perfectamente el sabio jesuita.
En este terreno no debe permitirse que las conciencias sean coaccionadas por un conformismo social demasiado fuerte. Al contrario, hay que asegurarles medios efectivos para que se desenvuelvan con amplia y genuina libertad, y toda falsificaci贸n, inflaci贸n o exaltaci贸n de la real o supuesta creencia colectiva debe ser decididamente rechazada.
Precisamente porque conocemos y reconocemos la importancia que para la religi贸n tienen las sociedades imbuidas de principios religiosos, cristianos o no, debemos reclamar que en la apreciaci贸n y utilizaci贸n de estas situaciones se proceda con una honradez y una objetividad fuera de serie.
Bilaketa-sistema honek letra-multzoak bilatzen ditu (ez dago ez lematizatzailerik ez inolako analisirik).
Hitzaren hasiera bilatzen da beti, eta ez hitzaren barrukoa (etx bilaketak ez du aurkituko basetxe).
Hitz-multzoak bilatu daitezke, hitz-segida emanez gero (kristau fede adibidez).
Bilaketaren corpusa hautatzeko aukera dago: euskarazkoetan soilik / gaztelaniazkoetan soilik / hizkuntza guztietan (euskarazkoak, gaztelaniazkoak eta frantsesezkoak batera).