Carlos Santamaría y su obra escrita
Índice
I.—Cuarenta años de no-utilización del arma atómica
1. Una importante lección de la historia
2. Las guerras de Corea y del Vietnam
3. Crisis del canal de Suez y de los misiles de Cuba
4. El inicio de la distensión
2. El periodo negociador: 1963-1979
4. La «doble decisión» de la OTAN
5. Las negociaciones tras la «doble decisión»
6. Las conversaciones sobre armas estratégicas
III.—El progreso del arma nuclear
2. Gigantismo y miniaturización.
3. La mutación balÃstico-nuclear
5. Las armas de alta tecnologÃa
1. Bipolarización y bipolarismo
5. «Recoupage» y desconfianza trasatlántica
7. La fuerza francesa de disuasión nuclear
8. España ante la «situación nuclear»
V.—Pacifismo y razones éticas contra el arma nuclear
1. Pacifismo y militarismo en la Europa nuclear
2. Pacifismo fÃsico y pacifismos éticos
3. No-violencia y desarme nuclear unilateral
4. La moral católica ante las armas nucleares
GLOSARIO sobre palabras relativas al arma nuclear[1]
ABM. Se designan con esta sigla los misiles antibalÃsticos destinados a detener en el curso de su trayectoria a los misiles adversarios. Las actuales redes antimisiles son poco eficaces, razón por la cual los americanos se han propuesto aplicar a las mismas medios y armas de alta tecnologÃa* en su iniciativa de defensa estratégica (SDI)*. Dado el carácter desestabilizador* de los ABM, una parte importante del Tratado SALT-1* se dedicó a establecer limitaciones y prohibiciones sobre esta clase de armas. La misma es conocida con el nombre de Tratado ABM* (79-80; 142).
Afganistán: Intervención soviética en 1979. El 24 de diciembre de 1979, varios miles de paracaidistas soviéticos descendieron sobre los aeropuertos afganos con el fin de ayudar al Gobierno de aquel paÃs a contener la rebelión producida en abril de 1978. Esto produjo un conflicto bélico, que dura todavÃa, y a causa del cual el Senado americano se negó a ratificar el tratado SALT-2 (82).
Amenaza soviética. Sobre Europa pende la amenaza de una posible invasión o finlandización del continente por parte de la URSS. La realidad de esta amenaza es, sin embargo, muy discutida, y existen opiniones enteramente encontradas al respecto (185-190). También en España se polemiza sobre este tema en vÃsperas del anunciado referéndum sobre la OTAN (186-187).
Arma absoluta. En algunos momentos de la historia militar se ha soñado con la invención de un arma absolutamente invencible que permitiese imponer el total dominio del bando que la poseyera sobre cualquier adversario. Esto ocurrió, por ejemplo, con la aviación de guerra en sus comienzos, asà como en la primera época de la bomba atómica, es decir, en la etapa del monopolio atómico americano (29; 43; 53).
Armas antimisiles. Destinadas a la destrucción de los misiles adversarios, sea en sus bases o en el curso del vuelo. El carácter desestabilizador* de estas armas da lugar a la necesidad de que las mismas sean prohibidas o rigurosamente limitadas (74; 78-79).
Armas atómicas miniaturizadas. El «gigantismo» de las primeras bombas atómicas fue superado al comprobarse que las mismas sólo servÃan para intimidar, pero no para hacer una guerra efectiva. Se tendió entonces a reducir la dimensión de los artefactos nucleares, especializándolos hacia fines tácticos determinados. Este proceso fue conocido con el nombre de «miniaturización» o «banalización» de las armas atómicas (117-122).
Armas atómicas soviéticas: sus progresos hasta el año 65. Contra lo que suponÃan los americanos, los rusos no tardaron en hacerse con la bomba atómica. Lograron hacer explotar una bomba de fisión* en 1949 y su primera bomba termonuclear* en 1953. Este proceso acelerado obligó a los EE.UU. a modificar profundamente su estrategia que hasta entonces se habÃa apoyado en la idea del monopolio atómico americano (45-48; 112).
Armas de alta tecnologÃa. La aplicación de técnicas modernÃsimas —algunas de las cuales se encuentran todavÃa en fase de iniciación— a la invención de nuevos armamentos da lugar a las que se han llamado «armas inteligentes», altamente robotizadas, y que pueden cambiar por completo la faz de las guerras futuras haciéndolas, quizás, más humanas o, por el contrario, mucho más inhumanas que todas las conocidas hasta ahora (145-154).
Armas defensivas y ofensivas. La dialéctica entre la defensa y el ataque se complica enormemente en el cuadro de la Estrategia nuclear. Un sistema de defensa nuclear absolutamente inexpugnable de una de las dos superpotencias serÃa intolerable para la otra y obligarÃa a ésta a realizar un primer golpe antes de que dicho sistema se convirtiese en realidad (146).
Armas estratégicas. La distinción entre estas armas y las armas nucleares tácticas* se hace difÃcil en algunos casos, ya que existen notables ambigüedades al respecto. Esta circunstancia ha dificultado las negociaciones relativas a la reducción y control de armas atómicas (76-86).
Armas nucleares tácticas. Concepto de las mismas (76-77). Su carácter desestabilizador (121-122).
Armas posnucleares. Conviene establecer una distinción entre las armas nucleares conocidas hasta ahora y las que denominamos armas posnucleares, como el laser o las ondas de partÃculas dirigidas (138).
«Armas control». Denominación originaria del control de armamentos nucleares* que no debe confundirse con la «limitación» y «reducción» de los mismos (73-74).
Avión crucero. Avión auto-dirigido que busca por sà mismo el blanco, comparando las observaciones que realiza sobre el terreno con el programa que le ha sido comunicado. Su denominación originaria es la de «cruise missile» (CM), aunque debe ser distinguido netamente de los misiles balÃsticos (150-152).
Bipolarización y bipolarismo. La distinción entre estos dos conceptos es esencial para entender la situación actual del mundo. La bipolarización es un hecho que consiste fundamentalmente en la división del mundo desarrollado en dos bloques opuestos. El bipolarismo, en cambio, es una ideologÃa, o, más bien, la lucha entre dos ideologÃas, cada una de las cuales hace consistir la solución de los problemas mundiales en su victoria sobre el bloque contrario (169-174).
Bomba A. Ver bomba de fisión.
Bomba de cobalto. Bomba H* recubierta por una capa de cobalto, lo que aumenta la emisión radiactiva haciendo más mortÃferos los efectos de la explosión (115).
Bomba de fisión. La bomba atómica de fisión, o bomba A, funciona en base a la «fisión» o ruptura del núcleo de elementos pesados, es decir, de elevada masa atómica, como el Uranio o el Plutonio 239, dando lugar a elementos fraccionados más ligeros. Este tipo de bomba era de muy difÃcil manejo, exigÃa un mÃnimo de masa para cada bomba —«masa crÃtica»— y tenÃa un rendimiento energético muy bajo al perderse una gran parte de las radiaciones emitidas por la explosión, razones por las cuales la bomba de fisión fue sustituida, a partir de 1952, por la bomba de fusión* (110-111).
Bomba de fusión. La fusión consiste en una reacción nuclear que asocia dos núcleos ligeros, por ejemplo de hidrógeno o de isótopos de este elemento, para producir un núcleo más pesado, como el de helio. Este tipo de reacción produce una gran cantidad de energÃa y es utilizado en la Bomba H, bomba de fusión o bomba termonuclear (111-114).
Bomba de neutrones. Es una modalidad de arma nuclear táctica* en la cual se tiende a reducir la onda explosiva y la irradiación de calor y a elevar, por el contrario, la emisión de neutrones producida por la explosión de una bomba H. De esta manera, se evita la destrucción de bienes, edificios, armamentos, etc. y se aumenta de un modo extraordinario el efecto mortÃfero sobre las personas (281).
Bomba H. Véase bomba de fusión.
Bombas de Hiroshima y Nagasaki. Primera impresión causada en la opinión mundial por su lanzamiento (20-21). Comparación con el bombardeo de Tokio (20). Finalidad de su empleo en 1945 (54).
Bombas gigantes. (117-118; 124).
Bombas sucias y limpias. Las primeras bombas atómicas tenÃan un rendimiento energético muy bajo. Una buena parte de su material radiactivo se extendÃa hasta grandes distancias. Los cientÃficos al servicio de la investigación militar se plantearon el problema de reemplazar estas «bombas sucias» por nuevos modelos que estuviesen libres de estos defectos, o «bombas limpias» (109-110; 114).
Bombas volantes. Fueron utilizadas por los alemanes entre 1944 y 1945 en sus bombardeos contra Londres. Los rusos utilizaron estas experiencias en la invención de misiles nucleares (125-126).
Bomba termonuclear. Ver bomba de fusión.
CÃrculo de error probable. CÃrculo cuyo centro está en el blanco previsto y cuyo radio —«radio de error probable»— ha sido calculado de modo que aproximadamente el 50% de los impactos se produzcan dentro del citado cÃrculo (134).
Compromiso del bosque. Fórmula especialmente interesante de reducción de las fuerzas nucleares de alcance intermedio en Europa, lograda en una conversación privada entre los negociadores Paul Nitze y Juli Kvitsinsky, pero que nunca llegó a traducirse en acuerdo oficial (94-96).
Comunidad de defensa europea (CDE). Proyecto lanzado en 1952, que no tuvo éxito por la oposición de Francia (202).
Congelación de armamentos nucleares. La idea de congelación de armamentos no es, en general, la más eficaz, debiendo preferirse a ella las de reducción* y control* (72).
Contención del socialismo. Una de las principales ideas claves de la doctrina de Dulles* de 1954 fue la del «containement» o «contención del socialismo». Según esta doctrina, cualquier avance del mismo en cualquier lugar del mundo serÃa reprimido con armas nucleares si esto se juzgaba necesario (172).
Contrapropuesta Brezhnev en 1982. Ver opción «cero» de Reagan.
Control de armamentos nucleares o «arms control». Intento de armonizar los armamentos nucleares de las superpotencias a fin de evitar o disminuir la inseguridad. Para designar este concepto, los alemanes emplean la denominación de «Kooperative Rüstungssteuerung» y los franceses la de «Maîtrise nucléaire» (73-74).
Crisis de BerlÃn (junio 1948). Inutilidad de la bomba atómica en aquellas circunstancias iniciales, a pesar del monopolio americano de la misma (22-23).
Crisis del canal de Suez. En 1956 estalla un conflicto entre Egipto y los aliados franco-británicos como consecuencia de la nacionalización del canal de Suez por dicho paÃs. Tras el bombardeo del territorio egipcio por los aliados, el 31 de octubre de 1956, Bulganin amenaza a la Gran Bretaña con una represalia atómica, mientras Foster Dulles interviene en apoyo de la postura soviética. La crisis queda superada retirándose los franco-británicos del Oriente Medio. Por primera vez en la historia del arma nuclear, un conflicto nuclear es evitado por la intervención del duopolio* soviético-americano (33-35).
Crisis de los misiles de Cuba. La crisis más grave en las relaciones soviético-americanas en los últimos cuarenta años ha sido seguramente la provocada en octubre de 1962 por la decisión rusa de instalar misiles atómicos de alcance intermedio en Cuba. Esta amenaza directa al territorio estadounidense estuvo a punto de producir una guerra nuclear entre las dos superpotencias; pero fue superada por la prudencia con que actuó la administración Kennedy y la no menor sensatez de los dirigentes soviéticos. Desde el punto de vista estratégico se han formulado juicios contrapuestos sobre el alcance real de este incidente.
«Cruise missile». Ver misil de crucero.
Defensa antimisil. Anticipándose al Tratado SALT-1*, los rusos crearon en 1968 una zona protegida por antimisiles nucleares en torno a Moscú, empleando para ello el misil IBGALOSH, que todavÃa está en funcionamiento. Los americanos, sin embargo, renunciaron pronto a esta idea —a pesar de que el Tratado ABM de 1972 les concedÃa el derecho a montar dicho género de defensa—, por estimar que la misma era poco eficaz. El proyecto SDI* del presidente Reagan vuelve ahora a la misma idea, aunque con medios mucho más poderosos, lo cual parece contravenir el Tratado (142).
Defensa flexible. Hacia 1960 aparece la idea de la «flexible response» o «respuesta gradual», en oposición a la doctrina Foster Dulles de 1954* que partÃa del supuesto de que, en la Era atómica, toda guerra total debe ser nuclear. A las diversas formas de ataque posible, la «defensa flexible» opone una variedad de reacciones, las cuales han de ser utilizadas gradualmente, evitándose el recurso a los «medios supremos». En opinión de los estrategas americanos, la guerra entre las dos superpotencias, si llegase a estallar, se desarrollarÃa en Europa y deberÃa responder al modelo de la «defensa flexible», idea que los europeos ven, naturalmente, con enormes reservas (194-196).
De Gaulle (General). Sus ideas sobre la «force de frappe»*, o arma nuclear disuasoria francesa, han tenido una gran transcendencia sobre la actual situación polÃtica y estratégica de Europa, jugando un papel más bien negativo en relación con la unidad europea (207-215).
Densidad de energÃa. Cociente de dividir la energÃa destructiva aplicada por un arma por el volumen o la masa a la que se aplica. Aunque la cantidad total de energÃa no sea muy grande, sus efectos pueden ser enormemente efectivos si se concentran sobre un objetivo microscópico, como puede serlo, por ejemplo, el cerebro directivo de un misil. El «latigazo energético» es, quizás, la clave de las futuras «armas posnucleares»* que propugna la SDI* (139-140).
Derecho en el espacio. La temida «militarización del espacio» plantea grandes problemas jurÃdicos que han sido afrontados, de un modo todavÃa muy parcial e inseguro, en sucesivos acuerdos y tratados internacionales (156-160).
Desarme nuclear unilateral. El que puede operar una de las superpotencias sin compensación equivalente por parte de la otra. Los efectos de una medida de este género pueden ser desestabilizadores* en opinión de los estrategas que defienden la doctrina de la disuasión*. Algunos pacifistas establecen una relación entre el desarme unilateral y la no-violencia y afirman, por el contrario, la conveniencia de que esta postura sea adoptada en Europa en oposición a la del despliegue de los euromisiles (241-246).
Desestabilización (Factores). Determinadas armas o medios técnicos tienden a romper el equilibrio de disuasión, favoreciendo el estallido del conflicto nuclear. AsÃ, por ejemplo, las armas antimisiles* y las armas nucleares tácticas*, consistentes en una utilización miniaturizada de la bomba atómica, son generalmente consideradas como armas desestabilizadoras. Por el contrario, los satélites espÃas* son vistos como factores «estabilizadores», ya que sirven para evitar los riesgos de error y de desinformación (37; 121-122; 133; 164).
Disuasión (Estrategia de). La estrategia de disuasión se funda en la amenaza de una represalia catastrófica para el presunto agresor. De aquà la denominación MAD: destrucción mutua asegurada, que algunos pacifistas han adoptado como expresión del absurdo de esta estrategia, ya que la palabra inglesa «mad» significa «loco». El concepto pleno de disuasión se aplica a las dos superpotencia máximamente dotadas de armamentos nucleares y exige el equilibrio ponderado de estos armamentos (67-68; 74). En una acepción menor, los estrategas franceses han aplicado este mismo concepto en el sentido de disuasión «de débil a fuerte», el cual se apoya sobre el llamado poder igualizador del átomo*. Se ha desarrollado también la estrategia de «disuasión gradual» que se identifica prácticamente con el de defensa flexible*. La disuasión se funda en un determinado tipo de «acción psicológica» y se refuerza a menudo con un lenguaje tremendista (156). Desde un punto de vista ético parece muy discutible la legitimidad del mantenimiento por largo tiempo de este tipo de estrategia que produce ya grandes perjuicios a la vida de la Humanidad (355-357).
Disuasión gradual. Ver defensa flexible.
Doble decisión de la OTAN. Acuerdo adoptado por los Ministros de defensa y de asuntos exteriores de los paÃses de la Organización del Atlántico Norte el 12 de diciembre de 1979 sobre la base de un doble planteamiento: 1º Plazo de cuatro años para la realización de negociaciones sobre la limitación de armamentos nucleares en Europa. 2º En el caso de un fracaso de estas negociaciones, decisión firme de desplegar nuevos sistemas de armas nucleares de la OTAN en Europa consistentes en 108 rampas de lanzamiento para misiles Pershing-2* más 464 aviones de crucero*. Vencido el plazo de cuatro años sin que se hubiesen logrado acuerdos en las conversaciones de Ginebra, este plan de despliegue fue puesto en marcha a partir de diciembre de 1983 y sigue siendo objeto todavÃa de grandes discusiones y algunas resistencias (82-88; 90).
Doctrina Dulles. Durante el perÃodo del monopolio atómico americano les faltó a los EE.UU. una doctrina rigurosa sobre la utilización del arma nuclear. Partieron de la base de que ésta era un arma absoluta* mediante la cual serÃa reprimido todo intento de alterar la paz mundial defendida por la USA. Los progresos del arma atómica soviética hicieron imposible el mantenimiento de esta postura y, a principios de 1954, el Secretario de Estado americano John Foster Dulles presentó una doctrina sobre la utilización de «la bomba» en la que se establecÃan las condiciones lÃmite, fuera de las cuales la represión nuclear podrÃa ser usada por los americanos. Esta doctrina tuvo un primer fracaso en la guerra del Vietnam, de la cual los EE.UU. salieron finalmente malparados. En 1957 Foster Dulles elaboró una segunda doctrina con la que trató de hacer frente a los profundos cambios experimentados por la Estrategia nuclear (29-30; 38; 47; 172).
Duopolio soviético-americano. Las dos superpotencias tienden a repartirse el poder mundial, erigiéndose en «hermanos mayores» de la Humanidad, sin que los demás estados puedan tener una intervención eficaz en sus grandes decisiones estratégicas y polÃticas. Esta situación da lugar a frecuentes tensiones en las que algunos de estos estados terceros tratan de defender su soberanÃa frente a la alianza fáctica de rusos y americanos. Esta situación sólo podrÃa ser superada mediante un reforzamiento del poder de decisión de las Naciones Unidas o la constitución de un nuevo organismo mundial con poderes supranacionales efectivos (35-36; 175-180).
Efecto de interferencia. La gran cantidad de radiactividad y el potente haz de ondas electromagnéticas producidas por una explosión atómica impide que el estallido de una segunda bomba pueda realizarse con normalidad. Cabe decir, pues, que la primera bomba «mata» a la segunda y ésta es la razón por la que el «efecto de interferencia» sea llamado también «efecto fratricida». Los americanos se han planteado el problema de defender sus misiles MX* contra un posible golpe soviético. En un principio pensaron en recurrir a la dispersión y movilidad de los mismos; pero actualmente se han decidido por su acumulación en una zona reducida, lo que, en virtud del «efecto fratricida», bastarÃa para aminorar notablemente las pérdidas en caso de ataque contra los mismos (132; 136).
Escalada. Una guerra o una batalla iniciada con armas convencionales pueden fácilmente transformarse en nucleares. Análoga transformación se producirá al pasar de las armas nucleares tácticas* a las armas estratégicas. Esta elevación del nivel armamentÃstico de una contienda, que puede tener lugar por causas muy diversas, recibe la denominación general de «escalada» (37; 122).
Estrategia soviética frente al monopolio atómico americano (1945-1955). La desvalorización del arma atómica y el reforzamiento de las armas convencionales junto a la activación de la guerra subversiva fueron las claves principales de la estrategia rusa a lo largo de este perÃodo (43-45).
Eureka (plan). (152).
«Force de frappe». Ver fuerza francesa de disuasión nuclear.
Fuerza francesa de disuasión nuclear. Francia dispone de una fuerza nuclear reducida, pero suficiente para causar, a cualquier eventual atacante, pérdidas gigantescas. Esta es la base de la llamada disuasión* «de débil a fuerte», que a su vez encuentra su justificación en el poder igualizador del átomo. Mientras que en la estrategia clásica un ejército muy superior a otro, por sus efectivos ponderados, debe obtener necesariamente una victoria sobre éste, en la estrategia nuclear los daños producidos por la utilización de las armas atómicas son tan grandes que no podrÃan ser compensados por una acción de signo contrario por parte del adversario. De aquà el efecto disuasorio de una fuerza nuclear, aunque no sea equivalente a la del enemigo. La existencia de la «force de frappe» plantea no pocos problemas en relación con la seguridad europea, ya que se produce una notable ambigüedad sobre la utilización que Francia harÃa de la misma en caso de guerra en el continente, sea para defender su propio territorio o para acudir previamente en ayuda de sus aliados, como la República Federal Alemana (207-220).
Guerra de Corea. En los últimos dÃas del año 50 se produjo un momento de gran tensión al llegar las fuerzas americanas y sudcoreanas a la frontera con Manchuria y proponer el general MacArthur la utilización del arma atómica. La crisis fue superada al negarse el presidente Truman al empleo de la bomba (27-31).
Guerra de las galaxias. Nombre tremendista y sin ninguna base real que los medios de comunicación aplican a la SDI* (62; 155-158).
Guerra del Vietnam. En el curso de esta guerra, los americanos no se decidieron a la utilización de las armas atómicas aunque disponÃan ya de modelos miniaturizados de las mismas (30-31).
Guerra en el espacio. La posible utilización de los espacios extra-atmosféricos y sublunares para realizar la guerra futura es todavÃa muy problemático, pero que las naciones deben tomar en consideración, desde ahora, a fin de evitarlo (62-63; 156-158).
IDS. Ver SDI.
INF. Armas nucleares de alcance intermedio. La misma denominación se aplica a las conversaciones celebradas en Ginebra, sobre estas armas, entre 1980 y 1983 (90-102).
Masa crÃtica. Véase bomba de fisión.
MIRV. Misiles de cabezas múltiples con retorno independiente a la atmósfera inferior. El hecho de que cada cabeza nuclear pueda ser dirigida a un blanco distinto y con intervalos de tiempo regulables, permite evitar el efecto de interferencia*. Por otra parte, la multiplicidad de cabezas eleva el efecto destructor total para una misma masa. Además, el «mirvaje» o utilización del MIRV convierte al misil en una perfecta anti-alarma ya que no queda limitado por el intercambio de «uno por uno» —un misil destruido a cambio de un misil atacado perdido—, sino que el cambio se realiza en la proporción de 1 a «n». Por esta razón, los MIRV deben ser considerados como sistemas de armas altamente desestabilizadores* (80-82; 129-133).
Misil de crucero. Ver avión de crucero.
Misiles intercontinentales. (124; 128-129).
Mutación balÃstico nuclear. La asociación del cohete con el arma atómica, en 1957, dio lugar a un nuevo sistema de armas*: el misil nuclear, lo que ha sido considerado como la primera mutación importante en la historia de las armas atómicas (123).
MX (Misil). Poderoso misil americano que debe entrar en servicio en 1986 y que será desplegado antes de 1990. Dadas sus caracterÃsticas, se trata de un arma notablemente desestabilizadora*, razón por la cual una parte de los dirigentes americanos oponen cierta resistencia a su fabricación (135-136).
No-violencia. Ver desarme unilateral.
Opción cero de Reagan, de 1981. Fórmula de desarme que parece irrealizable por el momento, pero que puede servir de modelo de referencia (91).
Pershing-2 (Misil). Misil táctico americano que actualmente está siendo desplegado en Europa. Su alcance es de 1.500 kms. y el radio de su cÃrculo de error probable* es de 40 metros. Es auto-dirigido, es decir, que corrige su propia trayectoria en el curso del vuelo por comparación con el terreno (77).
Plan Baruch y contrapropuestas soviéticas. (53-56).
Plataformas espaciales. (160-164).
Poder igualizador del átomo. Ver fuerza francesa de disuasión.
Poseidón (Misil). (134).
Propuesta americana de «Acuerdo transitorio» (marzo 1983). (98-99).
Propuesta Andropov (diciembre 1982). (93; 96-97).
Propuesta «intermedia» o «nueva opción cero» de Reagan (septiembre 1983). (99-100).
Reducción y limitación de armamentos nucleares. Concepto que deben ser distinguidos entre sà y ambos de la congelación y del control* (72).
SALT-1 y SALT-2. Importantes tratados sobre limitación de armas estratégicas firmados en 1972 y 1979 respectivamente. Si bien el segundo de ellos no fue refrenado por el Senado americano, el mismo ha sido tácitamente respetado hasta el presente por las superpotencias (74-76; 80-82; 133).
Satélites espÃas. Son medios informativos de carácter básicamente estabilizador (148-149; 164-165).
SDI. Plan de defensa estratégica contra misiles adversarios, a base de alta tecnologÃa, propugnado por Reagan. El desarrollo de este plan, caso de que se lleva a cabo, exigirá un largo perÃodo de investigaciones y experiencias y será sumamente costoso. Los soviéticos rechazan este plan, afirmando que es incompatible con el Tratado ABM de 1972, y que sus efectos desestabilizadores producirán una peligrosa carrera de armamentos (121; 128; 142-144).
Sistema de armas. Un «sistema de armas» asocia armas y medios tecnológicos muy diversos. AsÃ, por ejemplo, un submarino nuclear* o un avión de crucero* no pueden ser considerados como simples armas, sino como «sistemas de armas» (123-124).
Sputnik (Lanzamiento). Realizado por los soviéticos en octubre de 1957, produjo una enorme impresión en la opinión pública americana (126-127).
SS-18 (Misil). (134).
SS-20 (Misil). Es un misil táctico ruso cuyo alcance de 5.000 kilómetros cubre la totalidad de Europa occidental. Posee tres cabezas de retorno independiente (MIRV*) y su «cÃrculo de error probable»* tiene un radio de 400 metros.
START. Conversaciones sobre reducción de armas estratégicas, durante los años 1982 y 1983 (103-105).
Submarinos nucleares. Son sistemas de armas estratégicas particularmente temibles (82; 124; 219).
Techo de nuclearización. Concepto de condiciones militares, técnicas, polÃticas, etc. que pueden dar lugar a que uno de los adversarios —o los dos—, en una guerra realizada con armas convencionales, puedan considerar útil la utilización de armas nucleares (39).
Tratado ABM. Firmado en 1972, como parte del SALT-1*, establece la limitación o prohibición de ciertas armas de carácter defensivo. Su importancia en las actuales discusiones sobre la SDI* sigue siendo grande (79-80; 142).
Tratado sobre no proliferación de armas nucleares. (64-69).
Tratado sobre prohibición de pruebas nucleares. (59-62).
Unión de Europa occidental (U.E.O.). (201-205).
Utilización «indirecta» del arma atómica. Aunque el arma atómica no va vuelto a ser utilizada militarmente después de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, su influencia sobre los problemas económicos, polÃticos y sociológicos del mundo ha sido y sigue siendo enorme (51-52).
V-2. Cohetes utilizados por los alemanes para bombardear Londres y que en 1957 fueron reformados por los soviéticos para dar lugar a los misiles atómicos. Véase mutación balÃstico nuclear (125-126).
[Notas]
[1] Los números del presente glosario hacen referencia a las páginas correspondientes de este libro en su primera edición. Se indican con asterisco otros puntos del Glosario que tienen relación con el consultado.
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