Carlos Santamaría y su obra escrita
La escuela laica de Ferry
El Diario Vasco, 1981-06-21
En Francia venÃa celebrándose esta temporada el centenario de la escuela pública gratuita establecida —al menos en principio— por la ley Ferry del 16 de junio de 1881. La otra Ley Ferry, más avanzada que la anterior, fue la del 28 de marzo de 1882. En esta segunda ley, Ferry imponÃa el carácter laico y la obligatoriedad de la escuela pública, encargándose a las municipalidades de controlar la asistencia de los alumnos y la sumisión de los padres.
Durante los últimos meses la figura de Ferry ha sido objeto en Francia de una discreta conmemoración, con abundantes discursos y proclamas de fidelidad a sus ideas.
Pero la victoria de Mitterrand ha venido a coincidir con este centenario y actualmente muchos partidarios de la escuela laica integral van a exigir que se pase de los discursos a los actos polÃticos concretos.
¿Se tratará pues de suprimir definitivamente las escuelas religiosas? Mitterrand podrÃa disponer para ello de un medio eficaz y aparentemente respetuoso con las ideas religiosas a las que —naturalmente— no se quisiera herir. BastarÃa —dicen— con suspender las subvenciones otorgadas por la ley Debré para que la mayorÃa de las escuelas confesionales tuviera que desaparecer.
No estoy muy convencido de que estos propósitos vayan a ser llevados a cabo. Actualmente la tolerancia y el respeto mutuo de las distintas familias ideológicas francesas ha ganado mucho terreno y resulta difÃcil imaginarse a estas alturas una nueva guerra escolar entre la iglesia y el Estado como la que se produjo en el último cuarto de siglo diecinueve y principios del veinte, de Ferry a Combes.
En realidad en la postura de Ferry habÃa una contradicción de fondo. Pretendiendo ser el paladÃn de la neutralidad y del respeto a todas las ideologÃas, él mismo introducÃa una escuela jacobina, no menos ideológica que cualquier otra y con el agravante de ser obligatoria.
«En las escuelas confesionales —decÃa Ferry en 1879— los jóvenes reciben una enseñanza dirigida contra las instituciones republicanas. Si esto sigue asà es de temer que pronto se abran otras escuelas para los hijos de los obreros en las que se enseñen principios diametralmente opuestos, inspirados en un ideal socialista o comunista, es decir, el ideal de ese reciente perÃodo, violento y siniestro, comprendido entre 18 de marzo y el 24 de mayo de 1871» (Se referÃa asà a la Comuna de ParÃs).
De esta suerte Ferry aparecÃa como un defensor de la neutralidad, colocándose a un mismo tiempo frente a «la intolerancia y el oscurantismo de los curas» y a la «barbarie de los partidarios de la Comuna» y de los socialistas y comunistas de la época. Pero esta presunta neutralidad no existÃa en realidad, ya que las escuelas de Ferry llevaban a su vez una carga ideológica, superior quizás a la que por aquel entonces pesaba todavÃa sobre las escuelas religiosas. Se trataba, en el fondo, de una especie de religión laica identificada con el patriotismo burgués-jacobino del «estado-nación» de la revolución francesa.
Hoy hablan algunos en Francia de la necesidad de «una nueva escuela laica» más abierta, menos intolerante, menos ideológica que la de Ferry. (Véase «Le Monde» del 4 de junio pasado). Por otra parte, del lado cristiano, otros abogan por «un nuevo espÃritu de la enseñanza religiosa» más conforme al Concilio y al principio de la libertad religiosa por este enunciado.
¿Se dan asà las condiciones para una posible convergencia entre las dos tendencias?
Yo creerÃa en la posibilidad de un sistema educativo abierto o plural siempre que los padres de los escolares ocupasen en la escuela el lugar que les corresponde y que hasta ahora —digámoslo paladinamente— nunca han ocupado.
Ni en la escuela de Ferry ni en la del señor Villar PalasÃ.
El sistema de búsqueda busca una sucesión de letras dada (no funciona con lematizador y no realiza análisis lingüístico).
Busca las formas que comienzan con la sucesión de letras dada, y no contempla dicha búsqueda en interior de palabra (el resultado de la búsqueda barc será barca, barcos, Barcala, Barcelona, barcelonesa..., pero no embarcación, embarcarse...).
Se pueden buscar sucesiones de palabras (pacifismo cristiano, por ejemplo, o partido comunista francés).
Es posible especificar el corpus: solo en textos en castellano / solo en textos en euskera / en todos los idiomas (euskera, castellano y francés).