Carlos Santamaría y su obra escrita
León y cocodrilo
El Diario Vasco, 1965-02-28
Hace seguramente más de cincuenta años tuvo lugar en la plaza de toros de San Sebastián una «nunca vista ni oÃda contienda»: el combate del toro y el tigre. A nuestros cronistas locales no les serÃa difÃcil darnos cuenta de los pormenores de tan singular batalla.
Por cierto que la misma terminó en tragedia para algunos de los espectadores, heridos por los disparos rebotados de los miqueletes al intentar éstos rematar a tiros a una de las fieras.
El recuerdo de este extraño suceso me ha venido a la memoria al leer en un periódico el comentario de un corresponsal extranjero acerca de la actual tensión chino-americana en Vietnam. Es esta —afirmaba el periodista— la lucha entre el león y el cocodrilo. Y el sÃmil resultaba, sin duda, bastante apropiado. PodrÃamos comparar, en efecto, a América con el león, el rey de la selva internacional, dotado de enorme fuerza y movilidad, y a China con el cocodrilo, de patas cortas y movimientos reptantes y relativamente torpes, pero que en su reducto asiático resulta un enemigo pesado y difÃcil de destruir. Los chinos no pueden hacer nada definitivo ni verdaderamente importante contra los americanos, pero éstos a su vez se guardarán muy bien de exponerse a las constantes dentelladas de un enemigo tan irreductible y cocodrilesco como la inmensa China comunista.
Esto me hace pensar, siguiendo el hilo de mis ideas, que hay en las oposiciones humanas y cosmológicas un fenómeno tan interesante que es el de la heterogeneidad de los opuestos.
Me explicaré.
Dos contendientes pueden ser extraordinariamente poderosos, imbatibles, si se quiere, cada uno en su propio terreno, pero absolutamente incapaces e inofensivos en el terreno del otro. Es la inverosÃmil lucha del elefante y la pulga, de la que hablábamos un dÃa en estas mismas columnas. ¿Qué puede una pulga contra un elefante? Nada, seguramente. Pero tampoco el elefante puede nada contra la pulga y esta es la clave y el recurso supremo de todos los anarquismos.
Paluzie, el gran Paluzie, que tan buenos ratos nos hizo pasar en nuestra juventud con su inigualado manual de Ajedrez, cuenta de un sujeto vulgar que alardeaba de haber derrotado al campeón mundial de billar y al campeón mundial de ajedrez. Y era verdad, la cosa tenÃa una fundada y fácil explicación. Resultaba que el individuo en cuestión habÃa derrotado al campeón de ajedrez jugando al billar, mientras que su victoria sobre el campeón de billar se habÃa realizado en el tablero de las sesenta y cuatro casillas. «Se non è vero è ben trovato». ¡Cuánta victoria y cuánta derrota fuera del terreno de juego!
¿Lección de esta parábola? Humildad. Todos podemos ser rápidamente vencidos en cuanto se nos saque de nuestro pequeño casillero.
Por muy famoso que sea un campeón de boxeo, sus ideas acerca del arte abstracto tienen un valor muy problemático. El procedimiento, ahora tan en boga, de interrogar a un futbolista sobre la mejor pelÃcula del año, y a una estrella de cine acerca de la limitación de nacimientos, no parece llamado a dar muchos resultados útiles.
La heterogeneidad de los opuestos se da con mayor frecuencia de lo que parece y conduce siempre a situaciones paradójicas. Porque para que dos contendientes puedan luchar hace falta, al menos, que se muevan en un mismo campo de batalla. Y China y EE.UU. pese a las apariencias, no están en ese caso. Por eso no pueden hacer nada definitivo e importante el uno contra el otro.
El sistema de búsqueda busca una sucesión de letras dada (no funciona con lematizador y no realiza análisis lingüístico).
Busca las formas que comienzan con la sucesión de letras dada, y no contempla dicha búsqueda en interior de palabra (el resultado de la búsqueda barc será barca, barcos, Barcala, Barcelona, barcelonesa..., pero no embarcación, embarcarse...).
Se pueden buscar sucesiones de palabras (pacifismo cristiano, por ejemplo, o partido comunista francés).
Es posible especificar el corpus: solo en textos en castellano / solo en textos en euskera / en todos los idiomas (euskera, castellano y francés).