Carlos Santamaría y su obra escrita
Ciencia Nueva
El Diario Vasco, 1957-05-05
Una de las ventajas de las guerras consiste en obligar a trabajar juntos a hombres de profesiones muy diversas que de otro modo hubieran permanecido encerrados en sus respectivas especialidades.
En la última conflagración mundial los Estados Mayores tuvieron frecuentemente que pedir consejo a equipos cientÃficos, sin mando ni responsabilidad directa, integrados por matemáticos, fÃsicos, biólogos y psicólogos en estrecha colaboración («operations evaluations groups») proponiéndoles las cuestiones más variadas en relación con las operaciones militares y con los movimientos de las poblaciones civiles.
Se descubrió asà que habÃa una estrecha conexión entre cosas que al parecer no tenÃan nada que ver unas con otras: la teorÃa matemática de los juegos y la estrategia militar; el funcionamiento del sistema nervioso y los montajes electrónicos de los aparatos de radio; los movimientos de las moléculas y los de las personas en el seno de una multitud... En fin, una porción de convergencias en las que nadie habÃa puesto todavÃa la atención. Nació asÃ, especialmente en América, una nueva ciencia: la investigación operacional («operational research»), que habÃa de encontrar, al término de la guerra, muchas aplicaciones en el campo de la industria, de la organización y de los negocios. Es una matemática nueva que ofrece un gran interés cientÃfico y, al mismo tiempo, humano.
Para dar una idea de los temas de que se ocupa la investigación operacional —temas variadÃsimos y que es imposible traer a colación en este lugar—, citaremos siquiera uno de ellos: el problema de las «colas» («theorys of queues»). Las «colas» en sus diversas formas constituyen una pérdida muy importante de tiempo, de dinero, de esfuerzo y de inteligencia para un paÃs. El problema de las «colas» se presenta en los hospitales, en los aeródromos, en los puertos, en la fabricación —regulación entre la demanda, la producción y el almacenaje—, en el teléfono automático, ante las señales luminosas de la circulación de coches y peatones, en los parques de estacionamiento de automóviles, etc. Los cientÃficos han podido recoger y poner en parangón todas estas experiencias y los resultados han sido fecundÃsimos. Sus consejos han permitido una utilización más inteligente de los medios de que se dispone en cada caso.
La investigación operacional se está ahora desarrollando muy rápidamente en Europa y han empezado a publicarse revistas dedicadas a ella en Francia, Italia y Alemania.
La «matemática organizativa», fuertemente inspirada en las «ciencias del hombre», puede dar espléndidos resultados. Un esfuerzo de este género va a ser realizado, sin duda, en la Escuela Superior de Técnicos de Empresa, de San Sebastián, de reciente creación, que es la primera en su género en España.
El interés de estas cuestiones serÃa aún mayor si los nuevos métodos fuesen aplicados al propio Estado. La organización estatal es sumamente anticuada, demasiado pesada y lenta, y constituye un verdadero contrasentido en relación con los métodos modernos. Aún sin tocar para nada los aspectos propiamente polÃticos de la misma, podrÃan lograrse grandes mejoras a base de una programación operacional inspirada en las nuevas ideas.
La máquina estatal debe ser racionalizada y sujeta a normalización en muchos aspectos a fin de evitar que siga constituyendo un serio entorpecimiento para las actividades privadas y el bienestar general.
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