La primera quincena de Noviembre no ha dado las esperadas lluvias

La Voz de España, 1946-11-23

      No parece que en la Historia de Guipúzcoa la lluvia haya llegado a constituir un problema de verdadera importancia en ningún momento. Nunca faltaron, ciertamente, las lamentaciones de los agricultores, bien fuera porque la sequía apretase en realidad, bien porque las quejas constituyeran simplemente un procedimiento para justificar el alza en el precio de los productos. Pero, en definitiva, las lluvias vienen siempre a compensarse en nuestra región, dando todos los años un total aceptable.

      Las cosas han cambiado ahora por causa de las necesidades industriales. La pequeñez de nuestras cuencas y la imposibilidad de establecer embalses nos hace tributarios de otras regiones relativamente mucho más secas, caso en apariencia paradójico, pero que se justifica teniendo en cuenta que las disponibilidades hidráulicas dependen fundamentalmente de la extensión de las superficies de que se disponga para la recogida del agua.

      La lluvia se ha puesto, pues, de actualidad y constituye un tema de interés público, puesto que las restricciones afectan a toda la población en mayor o menor grado.

      Los datos climatológicos que se reciben en el Observatorio de Igueldo demuestran que la primera quincena de noviembre no ha dado las esperadas lluvias de otoño en casi ninguna de las regiones de la Península. Sólo en Andalucía y Levante han sobrepasado su valor medio o normal, Murcia, Jaén y Valencia, especialmente, han sido beneficiadas con un exceso de agua que, en parte, justifica la carencia que de este elemento se nota en otros lugares: Murcia ha recibido 93 litros por metro cuadrado, siendo de 25 litros el valor medio que le correspondía; Jaén, 118 litros (valor medio, 41 litros), y Valencia, 60 litros (valor medio, 36 litros). Se da el caso notable de que en Jaén ha llovido durante la quincena mencionada más del cuádruplo que en San Sebastián. En la costa cantábrica, excepción hecha de Asturias, donde la lluvia se ha mantenido dentro de sus límites normales (Gijón, 63 litros; valor medio, 64), se acusa un déficit muy sensible: Coruña, 12 litros (valor medio, 49); San Sebastián, 27 litros (valor medio, 76); Vitoria, 19 litros (valor medio, 40); Bilbao, 35 litros (valor medio, 55). También en Cataluña las precipitaciones se han mantenido por debajo de la mitad de su valor medio: Barcelona, 11 litros (valor medio, 29); Gerona, 12 litros (valor medio, 34). Pero en Navarra, Aragón y Castilla la sequía es rigurosa: las primeras lluvias no se han producido hasta después del día 15, fuera ya del marco de nuestra estadística. Los pluviómetros de Pamplona, Huesca, Zaragoza, Burgos, Valladolid, León, Cáceres y otras muchas poblaciones no han recogido durante ese tiempo sino algunas precipitaciones de carácter inapreciable, es decir, equivalentes a unas décimas de litro por metro cuadrado.

      El número de días de lluvia apreciable durante la primera quincena de noviembre ha sido muy reducido: cinco días en Castellón, Murcia, Valencia y Córdoba; seis, en Jaén; cuatro, en Sevilla y Gijón; tres, en Vitoria, Coruña y Santander; dos, en Igueldo y Bilbao, y ninguno en Burgos, León, Madrid, Cáceres, etc., es decir en la mayor parte, de la zona centro peninsular.

      El paso de un frente frío muy extenso y de un frente ocluido han proporcionado lluvias importantes durante el fin de semana. Al parecer, se apunta la llegada de nuevas perturbaciones, que, probablemente, no dejarán de humedecer las resecas tierras castellanas y leonesas, donde se hallan enclavados los embalses que tanto interesan hoy a la industria guipuzcoana. Este es el panorama meteorológico en relación con el problema de la lluvia en el momento actual.