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Formula Student Bizkaia

21/09/2021

No se trata de un proyecto de transferencia al uso. Se trata de una metodología docente que pone el learning by doing y el aprendizaje basado en proyectos en el centro. Desde 2006, un amplio grupo de estudiantes de ingeniería (unos sesenta alumnos) se organiza como si fuera una empresa, dirigidos por cuatro de sus profesores, para participar en competiciones internacionales de Formula Student. Todos los años hay personas que se unen al equipo y personas que lo abandonan. Pero el desafío permanece. Cada año, como un equipo, diseñan, construyen, optimizan y conducen un coche de carreras que se enfrenta a equipos de Formula Student de otros países.

Borja DíezBorja Díez, team leader de Formula Student Bizkaia toma la palabra en uno de los actos públicos que su equipo organiza a lo largo del año.

No obstante, el coche, aún siendo el centro de las miradas, no es sino una excusa para trabajar toda una serie de habilidades técnicas (diseñando los sistemas de refrigeración, chasis, elementos dinámicos, electrónica, elementos de alta tensión, simulación y control) e interpersonales (incluyendo habilidades de gestión, comunicación, liderazgo y trabajo en equipo). Se trata de una experiencia educativa en la que entras un primer año sin mucha confianza en ti mismo y puedes salir tres años después con la experiencia de haber construido un producto funcional y/o haber liderado un equipo. “Cuando me apunté al equipo tenía una única idea: quería aprender y aplicar la teoría que veíamos en clase. Consideraba que no sabía nada, y mi principal preocupación en ese momento era que no me echaran, ser útil”, nos confesaba Borja Díez, quien actualmente, tres años después de entrar en el equipo, ostenta el cargo con mayor responsabilidad, Team Leader, y coordina a casi 60 de sus compañeros y compañeras. Él tiene muy claro que “la principal tarea de este proyecto es formar a la gente, ofrecer una experiencia difícil de obtener de otra manera para quien quiera aprender… y el coche es simplemente la excusa. No somos un equipo de carreras y competir no es nuestro principal objetivo. Esto es un espacio que permite fallar, aprender y mejorar. Te atraigan o no los coches, Formula Student Bizkaia te puede ofrecer mucho conocimiento para tu vida profesional… y personal también.” 

Los participantes: profesores y estudiantes

Javier Corral, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica, nos trasladaba que “el punto de partida del proyecto era algo tan sencillo, o tan complejo, como que pudieran poner en práctica los conocimientos teóricos que adquirían en la Escuela de Ingeniería. A partir de ahí hemos construido un gigante, un espacio en el que los y las participantes entran a formar parte de una estructura que funciona como una mediana empresa cuyo objetivo es desarrollar un proyecto "ingenieril" complejo cada año.” Además de Javier, otros dos profesores de su departamento, Charles Pinto y Mikel Díez, y otro profesor del departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática, Asier Zubizarreta, ejercen las funciones de “faculty advisors” o coordinadores académicos del proyecto. Fieles al principio de que los y las estudiantes tiene que ser protagonistas de esta iniciativa, su papel se desarrolla en un segundo plano, dejando las decisiones, tanto técnicas como organizativas, al equipo de estudiantes, pero facilitando que estas se puedan poner en práctica dentro del entorno institucional de la UPV/EHU.

Javier CorralJavier Corral, tras el piloto, supervisa uno de los actos públicos al aire libre del equipo.

El paso por el equipo está diseñado de manera ideal como un ciclo de 3 años, aunque hay casos más cortos o más largos. Cada año, alrededor de una veintena de nuevos estudiantes entran en el equipo y otra veintena lo abandona porque finaliza su etapa formativa. Sofía Artola, “team member” del equipo de organización, nos contaba cómo organizan el proceso de selección cada año: “Pasamos por las aulas de casi todas las carreras, exceptuando primero que aún son muy jóvenes, y damos charlas. Después hacemos entrevistas personales. Este año teníamos 50 candidatos para unos 20 puestos.” La característica fundamental que se busca en todos los puestos es la disponibilidad para dedicar una gran cantidad de horas de tiempo libre a un proyecto.

A cambio, el proyecto tiene un enorme atractivo para el alumnado. “Pasas por todo ese ciclo de tener la idea, diseñarlo, fabricarlo, montarlo y probarlo,” apuntaba Borja Díez, “ese es el motivo por el cual mucha gente se está viendo atraída a este tipo de proyectos. En mi caso, hice el trabajo de fin de grado (TFG) diseñando el sistema de gestión de las baterías del monoplaza. Después de pasarme todo un año peleándome con el proyecto, me senté a escribirlo y… en tres o cuatro días ya lo tenía listo.  Y en comparación con otros trabajos de la escuela, que también pueden estar muy bien, tiene el valor añadido de que lo puedes llevar físicamente a la presentación e invitar al tribunal a probarlo allí mismo.” 

Sofía ArtolaSofía Artola, a la izquierda, intercambia información con otros miembros de su equipo de organización durante uno de los eventos que organiza Formula Student Bizkaia.

Sofía Artola también destacaba la parte humana, los contactos y el acceso al mundo laboral que esta experiencia ofrece: “trabajamos mucho, pero también nos vamos a tomar algo después. Al final somos muchos futuros ingenieros de distintas especialidades que terminamos conociéndonos, lo que es una oportunidad en términos de contactos laborales. Conozco a muchas personas que han terminado trabajando en una empresa patrocinadora del proyecto, o que han obtenido un puesto porque alguien con quien compartió tiempo en el equipo le ha recomendado años después.”

El año de Formula Student

La actividad de preparación del equipo es frenética durante todo el año académico, de septiembre a junio. Mediante esta estructura de mediana empresa dividida en departamentos, una parte del equipo diseña y prueba el coche, mientras otra parte realiza todas las acciones auxiliares de reclutamiento, coordinación, promoción, reclutamiento de patrocinios, organización de eventos, o diseño del plan de negocio, entre otras.

La preparación de la temporada 2020-2021 culminó este 9 de julio de 2021 con el RollOut, el evento oficial en el que se presenta el coche en el Bizkaia Aretoa, y con el evento técnico “Design for companies” (13 de julio en el BEC), en el que los miembros del equipo entran en contacto con profesionales de las empresas que patrocinan al equipo para discutir aspectos más específicos sobre el diseño del vehículo. En esa segunda sesión técnica, responsables de los distintos departamentos internos de Formula Student Bizkaia han realizado consultas técnicas a profesionales de patrocinadores como Alterity, Madit, Harting, Tecnalia, Sistemodel o SENER. La idea del evento era acoger a todos los patrocinadores con interés, pero este año las limitaciones impuestas por la pandemia han obligado a realizarlo con una selección de empresas que pudieran ayudar a resolver los retos más apremiantes del momento.

Después de estas sesiones, comienza la temporada de competiciones, en las que se evalúan distintas dimensiones del trabajo realizado. Las pruebas dinámicas ponen a prueba el vehículo, evaluando aspectos como su aceleración, su resistencia, su eficiencia, su maniobrabilidad o su comportamiento en circuito. Las pruebas estáticas, sin embargo, son aquellas en las que el coche permanece inmóvil y se analizan aspectos como las decisiones de diseño, los costes del proyecto, o el plan de negocio. El equipo suele participar en dos competiciones al año, una en el circuito de Silverstone (Reino Unido) con una gran tradición por ser Reino Unido el origen de la Formula Student en Europa, y otra en el circuito de Montmeló (Barcelona). Este año 2021, por diversas cuestiones relativas a la organización y las circunstancias de la pandemia, sólo han competido en Barcelona, dónde han alcanzado el sexto puesto en la Concept Class y el noveno puesto en la clasificación global

La continuidad del proyecto

Este es un proyecto voluntario y sin ánimo de lucro. Queremos demostrar que existen vías alternativas para adquirir las competencias de la ingeniería. Aquí nadie gana ni un solo euro por estar participando.” Javier Corral describía de esta manera su motivación para formar parte del proyecto. A pesar de estar estructurado como un proyecto de transferencia de conocimiento, los contratos establecidos con los patrocinadores, y entre ellos con la Diputación de Bizkaia, que es el principal patrocinador, establecen que el dinero no se puede utilizar para remunerar personal. Los presupuestos se gastan íntegramente en fabricar el coche y costear los gastos relacionados con las competiciones (transporte, alojamiento, etc.). “Los profesores que participamos en esto vemos el efecto que tiene en los estudiantes, que entran con poca confianza y salen siendo capaces de llevar adelante proyectos complejos. Y nos parece que son necesarios proyectos como este, que trabaja competencias transversales fundamentales, pero también es cierto que debería existir algún mecanismo formal que los reconozca en la UPV/EHU. Sobre todo, para facilitar también el relevo de los docentes que participan en él y garantizar que como proyecto permanece en el tiempo.”

A pesar de que la iniciativa se estructura formalmente como proyecto de transferencia a través de la Fundación Euskoiker, algunas personas no lo consideran así a la hora de evaluarlo en las distintas convocatorias porque no se trata de una empresa externa solicitando servicios de I+D+i, y, por lo tanto, no es un proyecto de transferencia al uso sino una actividad docente. Podría considerarse un gigantesco Proyecto de Innovación Educativa (PIE), porque realmente se trata de una actividad de naturaleza formativa, en la que mediante metodologías de aprendizaje basado en proyectos se aplican destrezas desarrolladas en las aulas a la solución de problemas. En cualquier caso, los docentes implicados en el proyecto llevan tiempo pidiendo a la universidad que se le dote de una estructura y un reconocimiento que asegure su continuidad.

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