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Eguneko irudia

Darío Páez y Silvia da Costa

Indicadores macro-humanos del bienestar: la relevancia de la macro-psicología de la felicidad en la actualidad

Catedrático de Psicología Social y director del Grupo Consolidado CCE y doctora en Psicología e investigadora postdoctoral, respectivamente

  • Cathedra

Lehenengo argitaratze data: 2021/01/21

Darío Páez eta Silvia da Costa
Darío Páez eta Silvia da Costa. Argazkia: UPV/EHU.
Artikulu hau jatorriz idatzitako hizkuntzan argitaratu da.

Desde finales del siglo pasado se ha cuestionado la evaluación del desarrollo socioeconómico basado solamente en resultados económicos. Un aumento del PIB puede ir asociado a un incremento de la polución, de las desigualdades sociales e incluso a una degradación de la calidad de vida. Hace más de diez años, la Comisión Internacional sobre la Medición del Desempeño Económico y el Progreso Social publicó el informe “Medir nuestras vidas: las limitaciones del PIB como indicador de progreso”. Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía de 2001 y precursor de esta corriente que cuestiona el PIB por sus limitaciones como indicador de progreso, afirmaba que las métricas inadecuadas han llevado a políticas ineficientes, ya que “Si medimos lo incorrecto, haremos lo incorrecto”. Desde esta perspectiva, se han desarrollado iniciativas para evaluar el desarrollo socioeconómico más allá del PIB y otros indicadores macro-económicos, incluyendo aspectos como la felicidad y el bienestar individual y colectivo, para cuantificar el progreso y el crecimiento como sociedad. La pandemia de la Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de rescatar corrientes de conversación que son contrarias a la visión de indicadores macroeconómicos como única forma de medir el crecimiento de un país.

El Grupo Consolidado de Investigación Cultura, Cognición y Emoción de la UPV/EHU ha desarrollado el estudio transcultural del bienestar y la felicidad. Fue convocado, junto con los expertos Ada Ferrer, economista del bienestar, y Luis Suarez, abogado y consultor, por la Fundación BBK, para elaborar 10 indicadores orientados a medir el bienestar de las personas y su cambio a lo largo del tiempo. Los autores de este texto, junto con los expertos antes citados, elaboraron y seleccionaron lo que se ha denominado indicadores macro-humanos del bienestar. Estos, al igual que un informe introductorio, están en la web www.hagamosquecuente.bbk.eus.

Estos indicadores se basaron en estudios científicos previos, que han aplicado a muestras representativas mundiales (como las encuestas World Value Survey o Gallup para el informe World Happinness Report) y europeas (como el European Social Survey) diferentes preguntas que permiten obtener indicadores del bienestar y sus factores. El bienestar subjetivo o felicidad contempla un componente cognitivo o de juicio y evaluación de cuán satisfecho se está, y un componente afectivo o de cuán feliz se está con su vida. El término bienestar subjetivo es sinónimo de salud mental positiva. La Organización Mundial de la Salud define la salud mental positiva como "un estado de bienestar en el que el individuo se da cuenta de sus propias capacidades", puede hacer frente a las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad" (WHO,2001). Esta definición integra, además del bienestar subjetivo antes descrito, el bienestar eudaimonico o psicológico, que se ha definido como el desarrollo del potencial de la persona, que posee un control sobre su vida, tiene un sentido o propósito vital, y experimenta relaciones positivas. Los indicadores que planteamos, sin embargo, representan solo las dos dimensiones esenciales del bienestar subjetivo o hedónico cognitivo (satisfacción con la vida) y hedónico afectivo (felicidad). Los diez índices fueron los siguientes (en el caso de los tres primeros daremos datos de encuestas previas para ilustrar cómo se generan puntos de corte o baremos):

a) Índice de Bienestar Subjetivo. Incluye satisfacción con la vida y felicidad. Este indicador captura la evaluación que los individuos mismos hacen sobre su propio bienestar (satisfacción con la vida) o felicidad. Esto, por lo tanto, captura no sólo la situación objetiva de los individuos, sino también la percepción que tienen de ella. Hay un componente cognitivo o de juicio y evaluación de cuán satisfecho se está, y un componente afectivo o de cuán feliz se está con su vida.

Para el componente cognitivo se eligió la pregunta:

1.- Considerando todas las cosas, ¿qué tan satisfecho está con su vida hoy en día? Por favor, responda utilizando la siguiente escala: De 0 (extremadamente insatisfecho) a 10 (extremadamente satisfecho). La media de nuestro contexto, basándose en el European Social Survey ESS (encuesta a una muestra representativa de cada nación integrante de la UE que se realiza cada dos años) el último año que hay datos (2018) era de 7.42 y la desviación típica (DT) de 1.92 (o distancia a la media más frecuente)¹.

Para el componente afectivo se eligió la pregunta:

2.- ¿Cuán feliz es usted? Responda utilizando la siguiente escala de respuesta: De 0 (extremadamente infeliz) a 10 (extremadamente feliz).

b) Índice de Vida Saludable. La satisfacción con la salud física es uno de los correlatos más fuertes del bienestar o felicidad. A mejor salud física, mayor bienestar según un meta-análisis o integración de todos los estudios disponibles. La percepción subjetiva de salud es un predictor de la sobrevida, aun controlando el estilo de vida e indicadores de riesgo, lo que sugiere que la evaluación global que hace la persona de su salud tiene una validez muy importante.

El indicador elegido fue el de la escala Personal Wellbeing Index (PWI) siguiente:

3.- Considerando una escala de 0 a 10, ¿podría indicar cuál es su nivel de satisfacción respecto a su estado de salud en general? De 0 (Muy insatisfecha/o) a 10 (Muy satisfecha/o).

c) Índice de Certidumbre. Este indicador pretende captar la importancia que tiene la seguridad futura y la percepción de la vulnerabilidad en entornos como el actual, es decir, cambiantes. Saber que el entorno es comprensible, predecible y relativamente controlable refuerza el bienestar. Al contrario, un entorno incierto, donde no se tiene claro qué es lo puede ocurrir y no se tiene seguridad con que se mantendrán recursos necesarios es amenazante para el bienestar.

Los indicadores elegidos fueron los siguientes de la escala PWI.

Lo seguro/a y protegido/a que Vd. se siente: De 0 (muy insatisfecho/a) a 10 (muy satisfecho/a).

Su seguridad y protección futura: De 0 (muy insatisfecho/a) a 10 (muy satisfecho/a).

d) Índice de Crecimiento y Realización Personal. La percepción de que el entorno facilita o da oportunidades para desarrollarse, junto con la creencia de que la persona se desarrolla, crece y actualiza sus potenciales, constituyen un aspecto muy importante del bienestar. El desarrollo o crecimiento personal, asociado a la idea de evolución y aprendizaje positivo de la persona, es una dimensión muy importante del bienestar. Aquí se integraron dos preguntas sobre si el entorno permite desarrollarse (En mi país todos tienen una oportunidad justa de tener el trabajo… o nivel educativo que buscan) así como de desarrollo personal (Mi vida está llena de aprendizajes y desafíos que me hacen crecer).

e)  Índice de Envejecimiento Pleno. La OMS define el envejecimiento activo como el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida. El objetivo es ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez. Se han generado ítems o preguntas que recogen el sentido o propósito vital de las personas, que se respetan sus opiniones, que participan socialmente, que reciben información y atención adecuada, así como que realizan conducta prosocial. Respuestas elevadas indicarían un envejecimiento activo en personas de la tercera y cuarta edad.

f) Índice de Satisfacción con el Entorno. Este indicador contempla los niveles de integración y apoyo social que se perciben en el ámbito micro social o cercano y macro social (en general). Diferentes meta-análisis encontraron que el apoyo social, tanto objetivo (número de contactos sociales) como subjetivo (satisfacción con el apoyo emocional, instrumental, informativo recibido) se asociaba con el bienestar. En el nivel micro, el indicador trata de medir el grado de satisfacción con las relaciones personales y la presencia de confidentes o personas en quienes confiar. Recordemos que la satisfacción con el apoyo social es la variable más fuertemente asociada al bienestar y que la presencia de al menos un confidente (no necesariamente una pareja intima o erótica, sino alguien en quien confiar) juega un papel fundamental en el bienestar. Ejemplo de reactivos son cuántas personas le puedes contar tus asuntos íntimos y personales: De 0 (ninguna persona) a 6 (más de 10 personas).

En el nivel macro social, se plantea un índice de satisfacción con la sociedad que busca capturar la calidad de las relaciones sociales en un círculo más amplio que el de los cercanos (es lo que se califica como capital social). Es una parte esencial del buen funcionamiento social y se asocia a la salud y bienestar. Abarca tres elementos: la reciprocidad en el intercambio social (sentirse apoyado y apreciado por quienes forman parte del círculo más amplio, ayudarles y apoyarles); confianza social (esperar imparcialidad de las demás personas y confiar en ellas; así como la confianza en las instituciones); tener un sentido de pertenencia local y frecuencia de contacto social. En otros términos, el capital social es una faceta de la organización o estructura social que incluye aspectos psicosociales como la confianza en los demás y normas de reciprocidad y participación cívica, que pueden facilitar la coordinación y la cooperación de manera mutuamente beneficiosa. Ejemplos de reactivos son, hablando en general: ¿diría que se puede confiar en la mayoría de la gente, o que no se puede ser demasiado cuidadoso al tratar con la gente?  ¿Cuán satisfecho/a está con su sentimiento de formar parte de la localidad o comunidad en la que vive?

g) Índice de Generosidad Bruta. Este índice recoge las metáforas de un producto de generosidad bruto, de una tasa de desinterés o ayuda desinteresada e inversión en quienes más lo necesitan, contraponiendo estas a indicadores económicos como el PIB, la tasa de interés y la inversión en bolsa. Se recupera la idea de que la ayuda voluntaria desinteresada es una fuente de bienestar. Hay una gran cantidad de estudios que muestran asociaciones o correlaciones entre voluntariado, donaciones y bienestar. Estudios experimentales sugieren que la gente es feliz por ayudar a la familia, amigos, miembros de la comunidad, cónyuges, e incluso extraños bajo ciertas condiciones. Un meta análisis de las pruebas experimentales de que las intervenciones de bondad (por ejemplo, la realización de "actos de bondad aleatorios") encontró un efecto de la bondad en el bienestar de la persona que lo realizaba, sugiriendo que realizar actos de bondad mejoran ligeramente el bienestar del actor. Ejemplos de reactivo son: ¿Ha donado dinero a una organización benéfica en el último mes? ¿Ha dado dinero a un extraño o desconocido en la calle en el último mes? ¿Ha dado ayudado a un extraño o desconocido en la calle en el último mes?

h) Índice de Amabilidad con la Tierra. En este índice de deuda con la tierra se contempla tanto la conexión con la naturaleza en cuanto fuente de bienestar, como la relación de apoyo y gratitud con esta. La conexión con la naturaleza se relaciona con el sentido subjetivo de un individuo de su relación con el mundo natural. Dos meta-análisis confirman que las personas que están más conectadas con la naturaleza también tienden a tener niveles más altos de bienestar hedónico (satisfacción con la vida y felicidad) y de bienestar psicológico (autoestima, autonomía, control del medio y crecimiento personal, entre otros atributos). Así pues, los individuos que están más conectados con la naturaleza tienden a tener un mayor bienestar y, en particular, tienen niveles más altos de crecimiento o realización personal. Ejemplos de reactivos son: A menudo me siento en unión con el mundo natural que me rodea. De 1 (Muy en desacuerdo) a 5 (Muy de acuerdo). ¿Es importante preocuparse por la naturaleza y el medio ambiente? De 1 (sí) a 5 (no).

i) Índice de Compromiso con la Educación. Este índice integró preguntas relacionadas con la implicación en la educación como: la participación de las familias mejora el trabajo del profesorado; dedico tiempo a formarme sobre alimentación adecuada y saludable; dedico tiempo a formarme sobre la importancia del ejercicio físico en el bienestar; conozco los derechos y deberes de participación en formación continua a nivel estatal y local.

j) Índice de Prosperidad Digital. Este índice quiere medir la adaptación al cambio e intensificación del uso de Internet y los social media. Una brecha digital puede aparecer debido a la edad (limitaciones de habilidades para el acceso de las personas mayores a servicios virtuales en la administración, banca, etc.) o a la clase social (limitaciones de conexión, de aparatos electrónicos, como se manifestó en torno a la educación virtual en la pandemia del covid). Incluyó reactivos como:  usar Internet y las plataformas de la red como WhatsApp, Facebook, Instagram, forman parte de mi rutina diaria; o los medios sociales como WhatsApp, Facebook, Instagram juegan un papel importante en mis relaciones sociales.

Estos indicadores pretenden ser un instrumento para cuantificar, medir y mejorar el esfuerzo, el trabajo o la lucha por hacer de nuestro entorno un lugar mejor, sirviendo como posibles complementos a tener en cuenta para ayudar a construir una sociedad próspera, sostenible y cohesionada, y no refiriéndose únicamente a indicadores macro-económicos.

Los índices macro-humanos se basan en la idea de que las regularidades de las actitudes y el comportamiento de los sujetos se demuestran a nivel agregado (es decir, macro), mientras que las actitudes y el comportamiento individuales se muestran fluctuantes en mucha mayor medida que los indicadores colectivos. Utilizando análisis de incertidumbre y del proceso de aprendizaje masivo o colectivo, Katona (1979) sugirió que el estudio de los macro-procesos puede complementar el nivel psicológico, interpersonal y de microanálisis. Este autor fue uno de los primeros investigadores que combinaron los estudios psicológicos y económicos. Mostró que predicciones de las tendencias económicas, tanto a corto como a medio plazo, se podían realizar mediante la recogida de datos sobre las actitudes y expectativas de muestras representativas. En este sentido, la agregación de los índices aquí expuestos a nivel de vecindario, condado, ciudades y otros niveles colectivos, es decir, los promedios o medias de las repuestas individuales por barrio, ciudades o regiones serían indicadores macro-psicológicos. Estos indicadores macro-psicológicos o macro-humanos deberían estar fuertemente relacionados entre ellos a este nivel colectivo y pueden predecir resultados socioeconómicos relevantes. Su aporte para una psicología colectiva fue importante, cuestionando el individualismo metodológico o la presuposición de que lo único importante son los procesos individuales. Para la economía, los fenómenos agregados o las medias de encuestas de actitudes deberían reducirse al monto de comportamientos individuales, Katona argumenta que deberían ser vistos como fenómenos sociales o macro psicológicos, que no tienen equivalente en el individuo. Los datos de bienestar y sus factores recogidos a nivel individual agregados son valiosos para predecir las tendencias centrales de la conducta, ya que los fenómenos psicológicos medidos a nivel agregado son diferentes de los fenómenos medidos a nivel individual: el todo es diferente de la suma de sus partes. Así pues, es un fenómeno holístico. Es cierto que sólo los individuos pueden pensar, tomar una decisión y actuar; ningún grupo es capaz de estas tareas. Sin embargo, las acciones colectivas de los grupos de personas no se pueden explicar a partir de la suma de lo que harían los individuos. Katona utilizó los principios de la psicología Gestalt para afirmar que es posible que no sólo el total sea diferente de la suma de sus partes constituyentes, sino que el total puede ayudar a definir sus partes constituyentes. Los estudios de actitudes y consumo mostraron que las actitudes a nivel individual son inestables, mientras que a nivel agregado son estables: la estabilidad de las actitudes a nivel agregado explica el hecho de que tienen mejores resultados de predicción que las actitudes a nivel individual. Las actitudes, creencias, sentimientos y comportamiento de los sujetos y grupos están constantemente influidos por las actitudes de los demás. Las opiniones individuales recogidas a través de las encuestas son una forma de medir la huella de la atmósfera social en el individuo. Un clima de confianza u optimismo (y su inverso: la falta de confianza, el pesimismo o la "depresión") es la base de los mercados económicos y de la recuperación o depresión de estos mercados. Katona presentó pruebas de que esta creencia tiene cierta validez. Su índice de sentimiento del consumidor pregunta a la gente si ellos personalmente, y si el país en su conjunto, tendrán buenos o malos momentos financieros en el próximo año. Las caídas de este índice permiten pronosticar con éxito recesiones económicas (que se producen unos seis o nueve meses después de las caídas del índice). Es importante señalar que esta capacidad de predicción no se debe a la predicción acertada del consumo individual (que es mejor predicha por las preguntas sobre las intenciones de compra de artículos de consumo específicos). Se trata, más bien, de una macro-medida agregada o una medida de la atmósfera o el clima general. Es interesante que esta medida del estado de ánimo general sea un mejor predictor que las preguntas sobre las intenciones específicas de compra. Mientras que estas últimas son mejores predictores del comportamiento individual, estas intenciones individuales ocurren demasiado tarde en el proceso de toma de decisiones para tener mucho poder de previsión. Autores como De Rivera retomaron su aporte integrando lógicas afectivas y emocionales con constructos como clima emocional. Se puede inferir un clima emocional de satisfacción cuando hay altas calificaciones en las escalas de aspiración utilizadas por Cantril que describimos a continuación y que en la actualidad es utilizada por el World Happinness Report.

Supongamos que esta escalera es una forma de imaginar su vida. La parte superior de la escalera representa su mejor vida posible (valor 10) y el peldaño inferior de la escalera, su peor vida posible (valor 0). Califique su vida actual, indicando en qué parte de la escalera siente que se encuentra ahora mismo.

El World Happiness Report (WHR) es un informe anual que examina la evolución de la satisfacción con la vida o felicidad en los diferentes países del mundo usando la escalera de Cantril y los datos del Gallup, desde el año 2012. Menos de la mitad de un millón y medio de las personas encuestadas en el mundo (47 % evaluaron su vida como superior a neutral (5) aunque 60 % de los 166 países tenían puntajes medios de satisfacción con la vida por encima del punto neutral). El WHR sitúa a España, durante el periodo 2012-2014, con una media de 6,32, en el rango 36 de 158 naciones. En el periodo 2015-2017, con una media de 6,31, en el rango 36 de 156 naciones, y en el período 2017-2019, con una media de 6,40, en el rango 28 de 153 naciones. Estos datos permiten indicar que España se ubica en el primer cuartil, aunque por debajo de prácticamente todos los países de Europa Occidental, Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.

Al pedir a los encuestados imaginar una escalera de 10 peldaños, en la que el peldaño superior de la escalera representaba el mejor futuro posible y el peldaño inferior el peor, y dónde se encontraba actualmente en la escalera, el estado de satisfacción actual de la persona se indica como relativo a la vida posible. Así pues, si bien las aspiraciones son relativas y pueden cambiar, el estado de satisfacción actual de la persona se indica como relativo al futuro que puede imaginar. Si promediamos las puntuaciones de una muestra aleatoria de personas dentro de diferentes barrios, ciudades, regiones o naciones, estas medidas agregadas o promediadas pueden ser vistas como un indicador de un clima emocional de satisfacción o insatisfacción. La media de la escalera de Cantril correlacionó .67 con un indicador de desarrollo socio-económico en un estudio de los años 60. Otros estudios, utilizando las medias de respuestas psicológicas por barrios, ciudades, regiones y naciones, y correlacionándolos con indicadores colectivos, han confirmado esta idea. La percepción de emociones predominantes en los otros o clima emocional, el bienestar hedónico agregado (media nacional de afectividad positiva) y la estabilidad emocional media o colectiva se han asociado positivamente a la resiliencia o el desarrollo económico, o a las dimensiones culturales de individualismo e igualitarismo o baja distancia al poder. Por ejemplo, percibir más emociones colectivas positivas que negativas a nivel nacional, se asociaba a mayor desarrollo humano evaluado por el índice IDH de Naciones Unidas, compuesto de nivel de ingresos, educativo y expectativa de vida.

Por todo esto, creemos que es muy probable que los indicadores de bienestar que hemos descrito, agregados a nivel colectivo o macro psicológico sirvan no solo para diagnosticar, sino que también para predecir la dinámica social en el futuro.

(1) Se plantea la pregunta y formato de respuesta para que el lector si lo desea responda y exprese su opinión. Además, se entregan la media y desviación típica de una muestra representativa a cada pregunta.  Si el lector lo desea puede ver si su respuesta se sitúa por encima o debajo de la media y si se sitúa en el 33 % más bajo de respuesta, el 33 % medio o el 33 % más alto. Basándonos en la media y desviaciones típicas de la encuesta más reciente (previas a la pandemia de la Covid-19, hay que decir) se pueden calcular grupos que aproximadamente dividen a la población en tres grupos. El grupo de mayor bienestar está constituido por las puntuaciones superiores a la media más una desviación típica. El de menor bienestar es el grupo que se sitúa por debajo de la media menos una desviación típica, siendo el que oscila alrededor de la media el grupo de medio bienestar.  Por ejemplo, en el caso de la felicidad 7.42+1.92=9.34. Esto quiere decir que las personas que responden 9 o más se sitúan entre las más felices de la población. Al contrario, utilizando nuevamente los datos de felicidad de 2018, 7.42-1.92=5.5, las personas que puntúen menos de seis se situarían en el grupo menos feliz.