En los últimos meses la prensa se ha hecho eco de varias noticias sobre el uso de drogas que anulan la voluntad para la realización de diferentes delitos graves (robos, robos con muerte o violaciones). Una de las drogas incluidas en esta familia dentro de la guía publicada por la Oficina de las Naciones Unidas (UNODC) y que ha sido tristemente noticia últimamente es la escopolamina o "burundanga". La facilidad de conseguirla actualmente a partir de plantas ornamentales o vía internet, sus propiedades altamente narcóticas y el que sea inodora, incolora e insípida la hace una de las más utilizadas para cometer delitos y asaltos sin que las víctimas sean conscientes.

El técnico del Servicio Central de Análisis de Bizkaia (SCAB), Dr. Luis Bartolomé, ha tenido la oportunidad de charlar sobre esta droga y sobre los retos que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, junto con los centros de análisis, tienen por delante para poder analizar de forma rápida, exacta y precisa este tipo de compuestos en muestras biológicas. Estos retos conllevan la investigación profunda en metodologías bioanalíticas que puedan permitir la detección de la droga o de alguno de sus metabolitos en un plazo mayor que el actual mediante las técnicas de separación (GC o LC) acopladas a espectrometría de masas ya disponibles en nuestros centros de investigación.