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Leire San José, Jose Domingo García-Merino, Sara Urionabarrenetxea

Las empresas zombis existen e influyen en la competitividad y el empleo

Personal investigador del grupo de investigación ECRI (Ethics in Finance & Social Value)

  • Cathedra

Fecha de primera publicación: 13/11/2023

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Imagen de chandlervid85 en Freepik

Este artículo se encuentra publicado originalmente en The Conversation.

Las empresas zombis son aquellas que, según criterios económicos, deberían estar en quiebra, pero se mantienen operativas de manera artificial. Se caracterizan por tener niveles extremos de endeudamiento, ser ineficientes y tener problemas para generar flujos de caja. Incluso pueden llegar a tener dificultades para hacer frente al pago de los intereses de su deuda.

Pese a esas condiciones calamitosas, las empresas zombis no cierran y continúan con su actividad, a veces durante años. Las empresas zombis pueden estudiarse desde al menos tres perspectivas:

  1. Económica, porque su existencia tiene un efecto directo en la economía de los países.
  2. Ética, porque generan situaciones de riesgo moral que muchas veces sus ‘stakeholders’ no son conscientes de soportar.
  3. Social, porque mantienen el empleo y podrían estar contribuyendo a la reducción de las desigualdades.

Perspectiva económica

Desde el punto de vista económico, se ha documentado la pérdida de competitividad en el tejido empresarial. Las empresas zombis consumen recursos (financieros, humanos y materiales) que deberían ir destinados a otras empresas más productivas.

Países como Japón, China, Reino Unido o España, entre otros, ya han identificado ese problema y las investigaciones al respecto están creciendo de forma intensa. La preocupación por esa realidad no sólo proviene de los académicos, sino también de instituciones como la OCDE, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra o el Banco de España.

Perspectiva ética

Atendiendo a criterios éticos, las empresas zombis claramente producen situaciones de riesgo moral. Dada la situación en la que se encuentran –ineficiencia, endeudamiento, falta de liquidez–, tienen incentivos para adoptar decisiones altamente arriesgadas porque las consecuencias no serán asumidas, o al menos no del todo, por ellas.

Se produce así una transferencia de riesgo desde los propietarios hacia los acreedores, sin que, en muchos casos, esos últimos sean conscientes de ello al no tener acceso a la información pertinente. Por esa misma razón, las ayudas gubernamentales para intentar reflotar ese tipo de empresas se han mostrado poco eficaces.

Perspectiva social

El mantenimiento de las empresas zombis puede tener un impacto social positivo pues su supervivencia permite mantener puestos de trabajo que, en otro caso, no existirían. No obstante, esas empresas están sobredimensionadas en términos de plantilla, por lo que, aunque fuera posible mantenerlas, una reestructuración tendría incidencia directa en el empleo.

Además, el efecto contagio haría perder no sólo el empleo directo: es posible que algunos proveedores y acreedores también tuvieran que pasar por dificultades importantes si no consiguieran recuperar los fondos invertidos en las empresas zombis. Por tanto, es necesario analizar su impacto también desde un punto de vista social.

Lo económico versus lo social

En base a criterios de competitividad y transferencia de riesgos, la decisión debería ser liquidar ese tipo de empresas. Sobre todo, cuando se ha demostrado que, aunque lleguen a recuperarse, las tasas de productividad y de generación de valor añadido son inferiores a las de las empresas no-zombis.

Las investigaciones realizadas por el grupo de investigación ECRI muestran que si bien las empresas zombis perjudican la competitividad del país, no son necesariamente dañinas desde la perspectiva social, puesto que reducen la desigualdad al mantener el empleo.

Destruir para crear

Utilizando una muestra de más de 190.000 empresas de 188 países del mundo, se ha descubierto una ‘dualidad inversa’ entre lo económico y lo social: desarrollar regulaciones y políticas orientadas hacia la reducción de las empresas zombis mejoraría la competitividad empresarial, pero, a la vez, incrementaría la desigualdad social. Eso hace muy difícil para las autoridades competentes tomar decisiones sobre ese tipo de empresas.

Es necesario investigar en profundidad por qué se produce esa ‘dualidad inversa’ y transitar hacia una ‘dualidad alineada’. Las primeras investigaciones apuntan hacia la necesidad de garantizar una ‘destrucción creativa’ que garantice que empresas sanas ocuparán el lugar de las zombis destruidas.

Antes de iniciar ninguna política de ‘destrucción creativa’ es necesaria una regulación clara para la identificación de empresas zombis y unos procesos de quiebra eficientes. Una vez que se logren las condiciones para la ‘dualidad alineada’, es decir, que la eliminación de las empresas zombis sea positiva tanto desde el punto de vista económico como social, las autoridades competentes podrán tomar las decisiones de actuación oportunas.

The Conversation