En la categoría MotoStudent Petrol, los estudiantes montarán un motor de combustión interna de 250 centímetros cúbicos y 4 tiempos. Por otro lado, MotoStudent Electric, categoría que se incluyó hace escasas tres ediciones, exige a los participantes utilizar un sistema 100% eléctrico. La Escuela de Ingeniería de Bilbao ha participado en todas las disputas de este campeonato bienal desde su creación y este año no será distinto, pues participará en ambas modalidades, eléctrica y combustión.

En esta VII edición de la competición promovida por la Fundación Moto Engineering Foundation, cerca de 1.000 estudiantes universitarios provenientes de todas partes del mundo competirán del 11 a 15 de octubre por fabricar, diseñar y probar en carrera las motocicletas.

A pesar de ser 17 alumnos y alumnas de la Escuela de Ingeniería de Bilbao los que han participado en el diseño, son únicamente 10 los que formarán parte de este torneo. Con la ayuda de profesores y del propio centro, son estos mismos los que llevan a cabo la mayor parte del trabajo de diseño y fabricación. El Departamento de Ingeniería Mecánica con la colaboración del Departamento de Motores Térmicos fundamentalmente, y el Departamento de Electrónica son los encargados de colaborar en el desarrollo del trabajo. Por segunda edición consecutiva y a causa de la nueva categoría de motor eléctrico, el Departamento de Ingeniería Eléctrica ha participado también en este proyecto.

Inspirada en Moto3

Ambas motocicletas poseen ciertas diferencias. La moto de combustión posee una potencia de 41 CV, a diferencia de la eléctrica que cuenta con 60 CV. Por otro lado, esta primera muestra un peso de 95Kg mientras que, la alternativa eléctrica, se aproxima a los 130Kg.

En MotoStudent, los estudiantes llevan a cabo un proyecto donde deben diseñar y fabricar un prototipo de motocicleta de competición bajo normativa inspirada en Moto3 (la categoría de menor cilindrada del Campeonato Mundial de Motociclismo). Para ello, disponen de un periodo aproximado de tres semestres donde habrán aplicado todos los conocimientos obtenidos a lo largo del grado universitario.

El trabajo llevado a cabo por los diferentes equipos ha sido evaluado por un comité y un jurado formado por especialistas del sector industrial en diferentes áreas. Para ello, han debido presentar un plan de fabricación económicamente viable ante un jurado experto que los equipos han de superar para acceder a la carrera en el circuito. Este, incluye inspecciones técnicas de los prototipos, pruebas estáticas de seguridad y ensayos dinámicos en pista en cuanto a maniobrabilidad, frenado o aceleración, entre otros aspectos.