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Un día de prácticas con Aitana

La estudiante de tercero de Enfermería nos cuenta su experiencia en el Hospital de Basurto en el día Internacional de la profesión

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Fecha de primera publicación: 11/05/2022

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La estudiante Aitana López frente al pabellón Iturrizar del Hospital de Basurto. | Foto: Fernando Gómez. UPV/EHU

Aitana López Ledesma (Bergara, 2001) nos espera en la puerta del Pabellón Iturrizar, en el Hospital Universitario de Basurto. Esta joven de tercero de Enfermería es una de las 1826 estudiantes que cursan el grado en la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU y la Escuela Universitaria de Enfermería de Vitoria-Gasteiz (centro adscrito a la Universidad) que hacen prácticas en un centro de la red sanitaria vasca durante este curso. Aitana nos ha permitido que la acompañemos durante una de sus jornadas de trabajo para que conozcamos un poco más de la profesión, hoy doce de mayo, el día en que se celebra el Día Internacional de la Enfermería. Junto a ella Ana Martín, una de sus tutoras, enfermera con 34 años de experiencia, quien vuelve a cumplir con el rito iniciático a la profesión con nuestra alumna.

“Aquí estoy encantada, a mí no me gusta madrugar, pero es llegar y se me pasa el día muy rápido”, asegura Aitana, estudiante de Enfermería en la Facultad de Medicina y Enfermería, que se encuentra realizando prácticas desde el pasado mes de marzo en el servicio de maternidad del Hospital de Basurto.

A primera hora el personal de Enfermería se reúne y revisa el plan del día en una de las salas de esta planta de Iturrizar. En las habitaciones esperan mujeres que han dado a luz recientemente, mientras se recuperan del parto y se esfuerzan en lograr que su bebé se aferre al pecho y aprenda a comer.

“Las compañeras del turno de noche nos explican si ha habido alguna incidencia que debamos tener en cuenta durante el día o la noche anterior, lo apuntamos y preparamos el material con el que tratar a cada paciente”, explica la joven guipuzcoana.

Con el carro y aparataje ya a punto, recorren el pasillo visitando habitación tras habitación, llamando a cada una por su nombre. “La enfermera es, junto con el personal auxiliar, quien más tiempo pasa con las pacientes; para nosotras no es solo un caso clínico, se establece un vínculo con ellas y, a veces, incluso nos es difícil marcar la distancia necesaria. En ocasiones estar con un paciente y su familia y ver cómo su evolución va a peor… Bueno… Es para lo que estamos preparadas, pero es muy difícil establecer la barrera. No sé si algún profesional es capaz… Nuestro trabajo requiere de mucha de empatía y psicología”, asegura Ana Martín.

A pesar de que también Aitana ya ha sufrido profesionalmente el fallecimiento de un bebé, ambas afirman que “aquí estamos en un servicio que es más satisfactorio porque es un sitio donde, por lo general, ayudas a que nazca la vida y eso es muy gratificante”.

La profesión necesita de reconocimiento

A pesar del poco tiempo que lleva en los pasillos hospitalarios, esta joven enfermera ya asume como propias las tradicionales reivindicaciones de la profesión. “Uno de los problemas que tenemos, lamenta esta estudiante, es la falta de especialización a la que nos obligan. A diferencia de la Medicina, en Enfermería solo hay seis especialidades sanitarias y el resto va todo en el mismo saco; hoy puedes estar en Cardiología, mañana en Oncología y en la siguiente Urgencias… y no podemos ser personal todoterreno, no es bueno para nadie”.

“Con la pandemia se revalorizó mucho la profesión, pero ahora que ya ha acabado volvemos a sufrir la violencia profesional y no hay ningún cambio; ni en la sanidad pública, ni en la privada”, denuncian ambas enfermeras. Y así lo deben considerar desde el propio Consejo Internacional de Enfermería, que este año celebrará su día internacional con el lema “Una voz para liderar, invertir en Enfermería y respetar los derechos para garantizar la salud global”.

El plan de trabajo continúa según lo previsto. Una vez hechas las analíticas, sondas… pasarán consulta junto a especialista en Ginecología, continuarán con las altas de las pacientes y la acogida de nuevas madres. “Este es un servicio de Urgencias y está entrando gente todo el día y noche”, aseguran. Luego, a eso de las tres de la tarde, Aitana y Ana terminarán su jornada y trasladarán los informes al nuevo equipo que comience el turno.

Aitana finalizará en breve las prácticas de tercero. El curso que viene se desplazará a París, donde realizará una estancia con el programa Erasmus en el servicio de urgencias pediátricas de un hospital de la capital francesa y volverá para finalizar el grado y prepararse para presentarse al EIR (Enfermera Interna Residente). Quién sabe, quizá quede entre las cien primeras candidatas de la prueba, como lo hicieron este año tres estudiantes de Enfermería de la UPV/EHU y acabe formándose para matrona, como es su deseo.

Día Internacional de la Enfermería

El 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería en conmemoración del nacimiento de Florence Nightingale, a quien se considera la precursora de la enfermería profesional moderna.

Consolidado su prestigio con ya 43 promociones, la Universidad del País Vasco imparte docencia de este grado en los tres campus, en colaboración con la Escuela Universitaria de Enfermería de Vitoria-Gasteiz (centro adscrito a la UPV/EHU), que, en su 50 aniversario, ha celebrado ya 46 promociones.

A lo largo de este curso, 1.506 estudiantes de Enfermería de la facultad y 380 de la Escuela Universitaria de Enfermería de Vitoria-Gasteiz habrán realizado prácticas en alguno de los centros de la red pública de Osakidetza, residencias de las diputaciones forales o la red privada. El tiempo de realización de estas prácticas se distribuye en función del curso que se realice: desde cuatro semanas el primer curso hasta todo el curso para el alumnado de cuarto.

Según Saloa Unanue Arza, vicedecana de Prácticas Externas y cordinadora del grado de Enfermería en el Campus de Bizkaia, las prácticas curriculares tienen, “un peso muy importante y así se considera en la distribución de los créditos formativos”. Además, Unanue subraya la función que personas como Ana Martín y el resto de sus compañeras cumplen en este proceso, “sin la colaboración de las enfermeras asistenciales y su buen hacer sería imposible la formación de nuestras estudiantes”. Hasta tal punto que, según afirma, “con el desempeño y desarrollo de las prácticas curriculares las enfermeras egresadas son capaces de desempeñar su labor casi inmediatamente después de graduarse”.