El alumnado del Máster Universitario en Biodiversidad, Funcionamiento y Gestión de Ecosistemas de la UPV/EHU realizó a principios de junio la última práctica de campo del curso. El objetivo de este trabajo realizado en el río Herrerías, a su paso por Sodupe, fue formar al alumnado en la técnica profesional de la pesca eléctrica y, de este modo, conocer la biodiversidad en ambientes de agua dulce.
Un día de pesca eléctrica
El alumnado del máster en Biodiversidad realiza una práctica profesional para conocer la biodiversidad en ambientes de agua dulce
Fecha de primera publicación: 30/06/2016
Álvaro Antón, el profesor del citado máster que acompañó a los y las alumnas en esta tarea, explica que "la pesca eléctrica es una técnica que el alumnado va a utilizar habitualmente cuando salga al mundo laboral y se dedique a hacer estudios de impacto medioambiental". Esta técnica consiste en "aplicar electricidad al agua, de manera que los animales se desmayan, pero no sufren ningún daño". Para ello, se utiliza un generador de corriente alterna que después se transforma en continua y regulada. Uno de los polos del generador se introduce en el agua y el muestreador, que lleva el otro polo consigo, hace que se cierre el circuito. De este modo, los peces que se encuentran dentro del campo eléctrico realizan movimientos espasmódicos que los acercan al muestreador y, finalmente, sufren una galvanonarcosis (desmayo involuntario). Esta técnica permite al equipo investigador extraer los peces para hacer el estudio pertinente y, después, los animales se devuelven al río sin que hayan sufrido ningún daño.
"Parte del alumnado intervino en la práctica con el citado muestreador sacando a los peces del agua, otra parte se encargó de medir y pesarlos y, un tercer grupo, fue el responsable de la recuperación y liberación de los animales", cuenta Antón. "El estudio de la fauna de peces, junto con otros índices asociados relacionados con macroinvertebrados, física y química del agua y estado de la vegetación de la ribera, nos permite conocer el estado de conservación del río y también el estado de conservación del territorio que se sitúa aguas arriba del punto estudiado".
Eligieron el tramo final del río Herrerías, junto a su desembocadura en el río Cadagua, porque presenta un interés especial, ya que se trata de una zona con características de tramo medio-alto y en ella se puede encontrar una importante diversidad de fauna de peces. En la práctica se capturaron un total de 118 peces de 7 especies diferentes. Por orden de abundancia, de mayor a menor, las especies fueron el piscardo, la loina, el barbo de Graells, la locha de río, la anguila, la trucha y el gobio. Todas son nativas de los ríos de la zona, excepto el gobio. La presencia de tantas especies diferentes y con tanta abundancia refleja que este tramo de río ha mejorado en los últimos años, ya que anteriormente apenas había peces.