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Rosa-Linda Fregoso, profesora del Departamento de Estudios Latinoamericanos y Latinos de la Universidad de California

«Hay que descolonizar y repensar los derechos humanos»

Fecha de primera publicación: 11/03/2016

La profesora Rosa-Linda Fregoso ha visitado Bilbao, invitada por CEIC y el Grupo de Investigación Consolidado 'Cambio social, precariedad e identidad en la sociedad contemporánea'. Derechos Humanos, feminicidio, arte y activismo, cine y mujer, son algunos de los temas que ha tratado en las conferencias que ha ofrecido estos días.

Propone repensar lo humano, repensar los Derechos Humanos. ¿Por qué no nos sirve la definición que manejamos hoy en día?
Realmente el porqué de la crítica que se les hace a los Derechos Humanos está basado en una conceptualización del sujeto masculino, occidental y heterosexual. Hay una pretensión de universalización de los Derechos Humanos, pero realmente el fundamento es ese sujeto en concreto. Se trata de una definición de lo humano que separa la humanidad del resto de las especies, animales, plantas, etc.

En otras sociedades el concepto de lo humano no está separado, por ejemplo, de los animales, no está separado del medio ambiente, incluso no está separado de otros seres humanos. Por eso hablamos de una intersubjetividad, y por eso proponemos repensarlo, aceptar las diferentes acepciones o conceptualizaciones que existen de lo humano. No es únicamente ese humano autónomo, separado de toda la realidad. Eso es algo que hemos heredado, me refiero en las Américas, es una conceptualización judeo-cristiana de que el hombre está hecho a imagen de Dios, y toda la naturaleza sirve para la "supervivencia" de ese hombre. Es una conceptualización problemática, y nos ha llevado a esta separación de lo humano y de la naturaleza, para conquistarla y explotarla. Parte del problema es ese precisamente.

Según la tradición judeo-cristiana que menciona, la mujer, de hecho, surgió de la costilla del hombre.
Exactamente. Nosotras derivamos de ese ser, y esa es una concepción muy jerárquica de la humanidad. Muchas personas piensan que ya se ha extendido la igualdad en todo el mundo, pero esa conceptualización queda. Y eso es lo que hay que debatir.

Usted diferencia entre igualdad y paridad, y aboga por la segunda, ¿por qué?
Son conceptos diferentes. Encontramos la paridad en muchas cosmovisiones mesoamericanas, la paridad es un concepto del equilibrio, un equilibrio en la humanidad que acepta la diferencia. La igualdad lo que te dice es que la mujer es igual hombre. En cambio, la paridad lo que resalta es que hay diferencias incluso entre mujeres, y entre hombres, ¿y, además, por qué debe haber dos sexos o dos géneros?

Para redefinir los Derechos Humanos es necesaria, en su opinión, una perspectiva "descolonizante". ¿En qué consiste esa "descolonización"?
El concepto de derechos humanos (DDHH) se utiliza en muchas partes del mundo, no sólo en las Américas; existen conceptualizaciones en los mundos árabes, en la India, etc. Descolonizar quiere decir no privilegiar el concepto de DDHH que nos viene del Occidente, que prima los derechos civiles y políticos sobre el resto.

«Occidente prima los derechos civiles y políticos sobre el resto»

Cuando en Occidente se habla sobre los DDHH en otras partes del mundo se trata de derechos políticos y civiles, de la libertad de expresión, de prensa, de religión, de la prohibición de la tortura, pero no se habla de otras libertades, como la de tener vivienda, trabajo, el cuidado del medio ambiente. Estados Unidos es un violador de los Derechos Humanos, entre otras cuestiones, por la tortura en las prisiones, pero lo es también por las desigualdades económicas, sociales y culturales. Ahí está explotación de los pueblos indígena, afroamericano y latino. Es un gran violador de los derechos económicos, culturales y sociales de esas poblaciones, por eso hay que descolonizar, y repensar, los DDHH de una forma más amplía, no restringida a lo civil y a lo político.

Aun siendo producto de una minoría, pues los hombres blancos heterosexuales lo son, es su perspectiva la hegemónica en la actualidad. ¿Ahí es dónde se enfrentan la universalidad y la "pluriversalidad" que menciona en sus artículos?
Claro, no hay tantos hombres blancos heterosexuales en el mundo. Por eso en lugar de un universalismo hay un provincialismo, que se vende como universal. Por eso hablo de lo colonial, de lo imperial; se impone su visión en otras poblaciones como si fuera universal, aunque sólo pertenezca de una minoría. Y, por tanto, necesitamos una "pluriversalidad".

El concepto estadounidense de los DDHH tiene mucho que ver con la propiedad privada; los derechos son intrínsecos al ser humano, nadie se los puede quitar. En otras concepciones los derechos conllevan deberes y obligaciones hacía otros seres humanos, y también hacía el medio ambiente. Si tú no cumples con tus deberes y obligaciones no se te otorga el derecho, no hay una cosa sin la otra.

Lleva muchos años trabajando el tema del feminicidio en América. ¿Ha cambiado la situación con las nuevas leyes sobre violencia de género?
Son cerca de 16 años trabajando en México y en América Latina, he escrito numerosos artículos y dos libros sobre el tema. Las leyes no han solucionado gran cosa, han hecho que la mujer aparezca como sujeto jurídico, y que el crimen contra la mujer esté incluido en el código penal.

«Las leyes no han solucionado el problema del feminicio»

Pero el impacto que han tenido las leyes no ha sido muy grande, por muchas razones, y una de las principales es que las instituciones jurídicas siguen siendo bastante patriarcales, también los jueces y los procuradores están todavía bajo esa mentalidad patriarcal. No se ven las violaciones contra las mujeres como crímenes de humanidad, crímenes en contra de sujetos.

Recientemente, según ha denunciado una asociación, una jueza de Vitoria preguntó en un juicio por agresiones sexuales a la mujer maltratada si "cerró bien las piernas". Eso ocurre aquí, en Europa, en 2016.
Estas cosas te dicen que el género no es garantía, que la ideología patriarcal masculina no la internalice una. Las leyes son patriarcales, y también su aplicación y su interpretación.
Las leyes de feminicidio o violencia de género posicionan a la mujer siempre como víctima, tienes que actuar de cierta manera. Está interesante lo de esa jueza: si tú en actos de violencia de género tratas de responder entonces la ley te ve como agresora. Estás en un callejón sin salida, te pueden voltear el argumento, y decirte que tú también eres agresora. Es una contradicción, la ley está constituida de tal forma que sólo hay una posición, la de víctima.

¿En qué consiste el "artivismo" con el que está trabajando en sus últimos trabajos?
Estoy entrevistando a artistas que han hecho trabajo solidario sobre temas de violencia de género o feminicidio. En estos momentos estoy trabajando en ensayos basados en esas entrevistas. Lo que me interesa el concepto de "artivista" es el propósito de proyectos colectivos que intervienen en la sociedad. Como confrontar el duelo, el duelo increíble, no solo la impunidad, sino la pérdida de un ser humano, de una hija, una hermana, compañera… Hay varias maneras de hacerlo, yo me he detenido en el arte vernacular. Es, por ejemplo, lo que hacen las madres, sumamente religiosas, que construyen altares. Considero que son formas de arte, y lo llamo vernacular porque no me gusta la palabra "folclórico", y porque son mujeres que no han estudiado en ninguna escuela de arte.

También he entrevistado muchas artistas que provienen de escuelas, que hacen arte intervencionista. Utilizan sus creaciones, sus instalaciones, para trabajar el duelo, para procesar el duelo a través del arte. Una de las artistas con las que he hablado es Diana Kahlo, sobrina de Frida Kahlo. Crea figuras que representan a mujeres, utiliza pequeñas piezas, cuentas de colores, para hacer estos objetos. Habla mucho de las piezas, para realizarlas utiliza agujas y de tanto trabajarlas terminó sangrando; al principio se asustó, pero luego pensó que eso no era nada en comparación con lo que habían sufrido las mujeres asesinadas y sus familiares. Ella incluso incorporó su sangre de una forma metafórica en las piezas.

Mujer y cine en Latinoamérica es otro de los temas que ha tratado estos días en Bilbao.
Trabajé en ese tema antes de meterme en el de los feminicidios. He escrito sobre mujer y cine, pero también sobre cine, Derechos Humanos y justicia social. Aquí he retomado esas cuestiones: qué significa el cine de mujer, el cine latinoamericano, y porque necesitamos esas categorías, o si son útiles. En Estados Unidos las latinas somos el 17 % de la población, y el 1,7 % son cineastas. Las realizadoras de cine son pocas en todas partes. Tal vez en el campo del cine de arte, en festivales, haya más; pero en las salas, no.
Tengo una amiga que es cineasta y con mucho éxito. Ha sido nominada para los premios Oscar en más de una ocasión. Me suele decir que cuando entra en los estudios tiene la sensación de que la ven y piensan en su criada. La mayoría ve a los latinos como criadas o jardineros. Y suele preguntarse a ver quién va a querer darle dinero si cuando la ven piensan en su criada. Esas desigualdades siguen siendo muy grandes, y también las percepciones.

 

Fotos:

Mikel Mtz. de Trespuentes. UPV/EHU

https://www.americanquarterly.org/interact/americas.html#Fregoso