Graduada en Arquitectura, reconocida por la Fundación Arquia
María Romeo: «La vivienda que se requiere es la vivienda de calidad»
Fecha de primera publicación: 20/12/2024
La Fundación Arquia celebró la XXV edición de arquia/becas, entregando un total de 51 becas a estudiantes y jóvenes arquitectos que gracias a este programa realizarán prácticas profesionales en algunos de los más prestigiosos estudios de arquitectura de España, Europa y Estados Unidos. María Romeo Gurruchaga, graduada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad del País Vasco, fue una de las estudiantes premiadas, en la modalidad de expediente académico. María hará una estancia de un año en el prestigioso estudio REX, con sede en Nueva York. También fue premiada la graduada en el mismo centro, Ane Escribano Gallastegi, en la modalidad de concurso. Ane realizará su estancia en la Fundación RIA, en Santiago de Compostela. Para hablar de su paso por la Universidad del País Vasco, de la beca recibida y de su futuro, hemos charlado con María Romeo Gurruchaga.
Graduada en la Universidad del País Vasco. Premio extraordinario. ¿Cómo valora su paso por nuestra universidad?
Guardo mi paso por la UPV/EHU con inmenso cariño y anhelo. Un período de intenso aprendizaje compartido, tanto con profesores como con compañeros de viaje, muchos de ellos ahora amigos. La exigencia en todos los cursos, cada uno tan único y diferente de los otros, forjaban en nosotros el deseo del constante aprendizaje y el entendimiento de la responsabilidad que un arquitecto asume cuando completa su ciclo académico. En este sentido, los docentes jugaron un papel fundamental en la formación de estudiantes como arquitectos principiantes, y de soltarnos al mundo laboral habiendo cambiado nuestra forma de mirar y ver. Por lo tanto, el premio extraordinario no es sólo un reconocimiento a mi trabajo y esfuerzo a lo largo de la carrera de fondo que es el grado en Arquitectura, sino también a la labor de aquellos profesores que transmitieron la ilusión por sus materias y la labor profesional del arquitecto.
¿Qué destacaría de su paso por la escuela?
La generosidad de las personas con las que he compartido estos años formativos, la ilusión transmitida por profesores y sentida por nosotros, y la intensidad de los ciclos académicos han sido los posos que, a posteriori, he recordado mi paso por la escuela con mayor cariño. Me resulta increíble cómo en un período corto de tiempo se puede pasar de un mero interés por la Arquitectura a desarrollar una verdadera pasión por todas las facetas de la disciplina.
¿Cuál fue su Trabajo Fin de Grado? Explique brevemente el trabajo defendido.
Realicé junto con Iñigo García Odiaga, quien es mi tutor y gran amigo, una Escuela de Música en Porta Ticinese, enfrente de la Basílica de San Lorenzo en Milán. Ese quinto año académico lo cursé en el Politecnico di Milano, por lo que decidí escoger una parcela urbana, un vacío resultante de un bombardeo de la Segunda Guerra Mundial aún por reconstruir. El nuevo edificio entre medianera trata de coser una grieta entre dos bloques a diferentes alturas, por lo que se realizó una propuesta formal como el tallado de un sólido pétreo que encajase con el contexto y con el programa. Este respondía a la cantidad de eventos culturales que tenían lugar durante todo el año en Milán, por lo que el edificio se transformaba en teatro, espacio de danza, espacio de alterne, biblioteca, archivo, salas de ensayo, etc. La materialidad de la propuesta hacía un guiño a los materiales usados en la Columnata Romana de San Lorenzo, cuyas estrías y colores rojizos de las calizas de las canteras del norte de la Lombardía se trasladaban reinterpretadas al lenguaje pétreo del edificio. Por estos motivos, el tribunal valoró nuestro trabajo con muy buena nota tras la defensa oral.
Ha realizado el máster habilitante en Madrid, en la ETSA de la Universidad Politécnica de Madrid. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Entregué el Trabajo Fin de Máster en junio, por lo que ya estoy habilitada y mi ciclo académico terminado, por el momento. Fue un año intenso, adecuarse al hacer de una nueva escuela, pues cada escuela de Arquitectura española tiene una filosofía diferente. Resultó un año intenso, con correcciones semanales y con una evolución casi permanente del proyecto, tanto en el desarrollo proyectual como técnico. Además, los profesores de todas las áreas eran muy buenos arquitectos y grandes profesionales, dispuestos a enseñar y a llevar los trabajos de los alumnos a la excelencia.
¿Qué destacaría?
En la ETSAM la experiencia difiere mucho de la cátedra que elijas para cursar el máster. En mi caso, decidí realizar el máster con la unidad docente de Jesús Aparicio, al que tenía mucho respeto por la calidad de su obra construida. Me sorprendió la exigencia y ambición con la que se concibe el proyecto arquitectónico, siempre como elemento central sobre lo que pivota todo lo demás. Además, y pese a la gran dimensión del proyecto que realicé, los profesores me alentaban a poner mimo y trabajo sobre el detalle constructivo y los materiales utilizados, que a fin de cuentas es lo que percibe directamente el usuario de los espacios construidos. Ahora me fijó más en los detalles, en las cosas pequeñas, y en la calidez de los espacios.
¿Cómo valora ser una de las ganadoras, por expediente, de la Fundación Arquia?
Para mí es un auténtico privilegio formar parte de los becados por la Fundación Arquia en esta 25 edición de las Becas Profesionales. Me siento una persona muy afortunada de poder disfrutar de esta oportunidad y sé y confío firmemente en que me abrirá un mundo nuevo, mucho más amplio del que creo conocer.
¿Fue una sorpresa? ¿Se lo esperaba?
Confieso que confiaba en que mi expediente podría abrirme las puertas de esta oportunidad. Sin embargo, siempre se pasa por momentos de incertidumbre por si surge algún problema o imprevisto, y sobre qué estudio te va a tocar. La primera experiencia laboral creo que determina mucho tu trabajo posterior y tus intereses dentro del mundo de la Arquitectura, por lo que el destino al que final vas cambiará definitivamente tu manera de ver y tus perspectivas de futuro.
¿Conocía la fundación y las becas que conceden?
Sí. Conocía la Fundación Arquia por las ediciones que sacan frecuentemente y por su gran labor de divulgación en eventos y otros actos culturales. En concreto, estas becas profesionales son una gran oportunidad para nosotros, y la generosidad de la Fundación para con nosotros será algo que siempre agradeceré.
«Me siento una persona muy afortunada de poder disfrutar de esta oportunidad»
La beca es para una estancia en el estudio REX, con sede en Nueva York. Hábleme un poco de ese estudio… qué tipo de proyectos lleva a cabo… qué tipo de arquitectura…
REX es un estudio interesantísimo. Tienen realizados fundamentalmente en Nueva York y Canadá una serie de edificios culturales, sociales y educacionales muy interesantes desde el punto de vista de la inserción contextual y material. Esta visión de encaje en el lugar, junto con el análisis visible de la dicotómica relación forma-función, me interesaron particularmente desde el principio. Su obra, además, presta principal atención al detalle constructivo y a la elección de los materiales, cuestiones sobre las cuales creo que tengo mucho por aprender, y esto me motiva.
¿Eligió ese destino o se lo adjudicaron?
Me seleccionaron ellos tras un periodo de entrevistas personales, pero también era mi primera opción en la lista de estudios que teníamos que rellenar los preseleccionados. Tengo mucha suerte.
¿Cómo lo valora?
Como la gran oportunidad que es. Intentaré empaparme de todo lo que pueda aprender estando con ellos, y aportar mi trabajo para sacar adelante buenos proyectos.
¿Cuándo se marcha? ¿Cuánto tiempo estará allí?
El inicio de la beca se ha retrasado unos meses y seguramente empiece en mayo. La duración de la beca en mi caso es de 12 meses extensibles a 18 en caso de mutuo acuerdo.
¿Qué tipo de trabajo realizará allí?
Me comentaron que tienen una jerarquía horizontal dentro del estudio, por lo que todos los miembros hacen un poco de todo, y esperan que yo encaje en el mismo lugar. Por lo tanto, trabajo de Revit y Autocad para proyectos de ejecución, y otros programas para realizar infografías e imágenes de los proyectos.
Tras su paso por Nueva York, ¿Hacia dónde quiere encaminar sus pasos?
Dios dirá. En principio, me gustaría regresar a España para tratar de devolver, en la medida que pueda, todo lo que estos años se me ha dado aquí, y por lo cual estoy muy agradecida. Me seguiré formando, trabajando en estudios, y con más edad y experiencia me gustaría abrir un pequeño estudio para hacer proyectos con cuidado en el detalle.
En su opinión, ¿hacia dónde debe mirar la arquitectura del futuro?
En un equilibrio entre lo construido y lo que queda por construir. Un crecimiento controlado de las ciudades ligado a la rehabilitación y regeneración de los espacios urbanos existentes. Ambos con cualidades comunes: crear espacios públicos y privados de calidad, habitables, cómodos para la sociedad civil.
«Un arquitecto debe tener, lo primero de todo, sentido de la responsabilidad»
¿Qué vivienda se requiere de cara al futuro?
La vivienda que se requiere, y la que siempre debió ser requerida, es la vivienda de calidad. Viviendas luminosas, espaciosas, con posibilidad de ventilación. En definitiva, viviendas bien pensadas y bien construidas. Injustamente asociamos la vivienda social con la vivienda mínima. Tener lo esencial para vivir. Sin embargo, otros ejemplos de vivienda social, como la francesa o la suiza, nos enseñan que viviendas amplias, para todo tipo de unidad familiar y condición social, son posibles y, aún más, deseables.
¿Y qué tipo de ciudades?
Ciudades habitables, saneadas, proporcionadas y amables para el ciudadano de a pie. El ensanche de San Sebastián me parece un buen ejemplo de ordenación urbana. Realmente, no creo que debamos innovar en la concepción de un nuevo urbanismo, pues los buenos esquemas de ciudad son atemporales, capaces de adaptarse a las necesidades de nuevos tiempos. Lo que sí podemos y debemos hacer evolucionar son los tipos construidos, implementando la construcción con nuevas tecnologías que creen edificios mejores, tanto del usuario que lo usa diariamente, como del ciudadano que pasea la ciudad, pues todo edificio por muy privado que sea su dominio siempre tiene una labor de aportación pública, al tener sus caras visibles al mundo exterior. Todo edificio mira a la ciudad, y a su vez es visto por ella.
¿Qué capacidades debe tener un arquitecto/a para dar respuesta a las necesidades de la sociedad del futuro? ¿Qué debe tener en cuenta?
A mi entender, un arquitecto debe tener, lo primero de todo, sentido de la responsabilidad. Saber que su trabajo impacta y afecta a la vida cotidiana de las personas, tanto de manera positiva como, desgraciadamente, negativa, en algunos casos. Por otro lado, un arquitecto ha de ser capaz de analizar la realidad social, cultural y económica del campo, aunque sea reducido, en el que realiza su obra. Si se siente auténtico entusiasmo por la Arquitectura y capacidad de trabajo, la buena Arquitectura, capaz de dar respuesta a las necesidades del futuro, acabará llegando.