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Rector de UPV/EHU

Joxerramon Bengoetxea: «En primer lugar responderemos a las necesidades urgentes: la precariedad, el estado de los edificios y ofrecer servicios esenciales en todos los campus»

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 30/01/2025

Joxerra Bengoetxea en el Centro de Investigación Micaela Portilla del Campus de Álava. | Foto: Nuria González. UPV/EHU

El catedrático de Filosofía del Derecho, Joxerramon Bengoetxea, asumió el pasado lunes el cargo de rector de la Universidad del País Vasco. En esta primera entrevista desgrana las claves de su proyecto para los próximos seis años.

¿Cómo es la universidad que encontraréis al incorporaros a vuestros cargos?

La UPV/EHU es una institución compleja. En el día a día esta institución ha podido funcionar, en la docencia, en la investigación, en la transferencia... ¡No es poco, hay que reconocerlo! Gracias a toda la plantilla y a todos los compañeros y compañeras, por la gestión realizada. No es solo mérito del equipo actual. Una parte le corresponde al camino comenzado por los anteriores equipos rectores. A decir verdad, la situación de los años anteriores no ha sido nada fácil para la gestión. Es de respeto admitir lo que se ha hecho bien, y mostramos nuestro agradecimiento a todos los compañeros y compañeras que se han encargado de la gestión hasta ahora. A todos los compañeros y compañeras, a todos los colectivos, al anterior equipo de Eva Ferreira, al equipo de Nekane Balluerka: hay que reconocer que les ha tocado resistir en los tiempos del Covid-19, y, antes de eso, les tocó de alguna manera enfrentarse a las primeras medidas de austeridad. Es mucho lo que hemos conseguido entre todos y todas en estos duros años, pero, una vez superadas esas situaciones de gran crisis, era hora de reflexionar sobre el modelo de universidad y de establecer un estilo de gestión y comunicación más abierto y una gobernanza más participativa. Es decir, era hora de atender a algunas de las razones principales que nos han llevado a presentar nuestra candidatura.

¿Cómo habéis vivido el periodo de dos meses entre las elecciones y la toma de cargo?

A decir verdad, se nos ha hecho largo. Cuando decidimos presentarnos al rectorado, formamos el grupo de candidatura y trabajamos el programa con las aportaciones de la gira de escucha, actuamos con especial intensidad y rapidez. Tras la aceleración hubo una ralentización, un breve periodo de vacaciones; y las dos últimas semanas hemos estado calentando motores, preparándonos para el nuevo modo de vida, creando una dinámica de grupo para la gestión, pero sin perder de vista la filosofía de nuestra candidatura. Veíamos y vemos claro que nuestra universidad pública, vasca y nacional necesitaba un debate interno, contrastar diferentes programas y propuestas. Aunque nos situemos en un amplio debate sobre el modelo de las universidades europeas, nuestra universidad tiene algunas particularidades importantes:  el proceso de normalización de una lengua propia y minorizada, el objetivo de una universidad trilingüe, la diversidad de campus, la publicidad, el trabajo por un área de conocimiento universal. Asimismo, nos dimos cuenta y observamos que este doble debate, el europeo y el vasco, también hay que extenderse a nuestra sociedad: ¿Cómo es la universidad que quiere nuestra sociedad, nuestras instituciones? Esa pregunta fundamental es la base de todo el programa.

¿Cómo es la universidad que proponéis a la sociedad?

Una universidad pública, vasca, europea, abierta al mundo, de varios campus y universal en cuanto al conocimiento (universitas). Que esté alineada con los estándares superiores europeos. Adquirir conocimientos mediante el aprendizaje; cuidar el conocimiento, gracias a nuestras bibliotecas, nuestros puntos de reunión y nuestros recursos documentales; dejar en herencia el conocimiento, mediante la enseñanza al alumnado; ampliar el conocimiento, a través de la investigación; e implantar el conocimiento, mediante su transferencia a la sociedad.

«Entre las personas investigadoras y docentes, las brechas son demasiado grandes en cuanto a la edad y la carrera, pero también desde el punto de vista del género»

Por último, difundir el conocimiento en la sociedad: eman ta zabal zazu. Partiendo de ese modelo, la UPV/EHU ayudará a construir una sociedad basada en la innovación y el conocimiento, a través del aprendizaje continuo. El método científico, inevitablemente, impulsará un punto de vista crítico. Con esos cimientos, nuestra sociedad puede ser capaz de entender los retos, los peligros y las amenazas que se están desarrollando en el mundo, y de enfrentarse a ellos. De acuerdo a ese modelo, la sociedad vasca tendrá que suministrar los recursos necesarios a la UPV/EHU.

¿Te refieres a una adecuada financiación?

Exactamente. Porque necesitamos la financiación para las necesidades básicas. Estamos dispuestos a definir debidamente esas necesidades, explicando a la sociedad vasca para qué se utilizará su aportación (mediante los impuestos). Para ello, traemos un contrato muy sencillo y honrado: por nuestra parte, nos esforzaremos por hacer una gestión eficaz, sin derrochar un solo céntimo. Las personas que hemos apostado por una vida académica no tenemos intención de enriquecernos, y estamos dispuestos a rendir cuentas claras de nuestra gestión. De todos modos, teniendo en cuenta que somos una universidad pública, necesitamos una financiación pública suficiente para responder a nuestro modelo y a nuestra obligación. De esa manera, lograremos una estrategia transparente y eficaz.

¿Nos puedes explicar la línea principal de esa estrategia?

Antes de eso, conviene recordar el diagnóstico. Tenemos una universidad diseminada en varios campus; se necesita un equilibrio. En esos campus, en las últimas décadas, se han establecido y desarrollado disciplinas, con escasa coherencia y con duplicidades. Entre las personas investigadoras y docentes, las brechas son demasiado grandes en cuanto a la edad y la carrera, pero también desde el punto de vista del género. Una de las primeras tareas será hacer frente a las bolsas de precariedad: el problema de las personas suplentes, la situación de los PTGAS en los niveles más bajos, la situación de algunas personas investigadoras.

«Tenemos que dar un salto en la digitalización y en la soberanía digital y, al mismo tiempo, tenemos que aligerar la carga burocrática de la plantilla»

En el área de PTGAS, hay que mejorar el número de técnicos y técnicas. Sufrimos buropatologías. En cuanto a los estudios, hay que mejorar el ámbito de las prácticas, la enseñanza dinámica y aplicada dirigida al alumnado y la participación. También hay que buscar el equilibrio en la docencia. En el ámbito de la transferencia también hay que profundizar; la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías, incluida la IA, nos tienen que ayudar a facilitar nuestro trabajo. Que la UPV/EHU funcione en euskera también es un objetivo central.

¿Cuáles son los principales retos de la UPV/EHU?

De alguna manera, provienen del diagnóstico. La euskaldunización (el uso), la mejora general de la docencia, la flexibilidad, una amplia oferta, trabajar el ámbito práctico, impulsar la investigación, que la UPV/EHU sea vista como protectora y enriquecedora de la cultura, desarrollar la cultura vasca. Que todas las áreas y personas que forman la UPV/EHU vean la universidad como suya, que se sientan miembros del equipo, con orgullo, y que se sientan cuidados y cuidadas.

¿Qué proponéis?

Proponemos una manera de trabajar, una gobernanza participativa que genere y contraste propuestas e iniciativas, de abajo a arriba. Que ponga a la institución al servicio de nuestra comunidad. Y, a partir de ahí, las iniciativas y las propuestas que tengamos todos nosotros, y cómo las dirigimos.

En primer lugar responderemos a las necesidades urgentes: la precariedad, el estado de los edificios y ofrecer servicios esenciales en todos los campus (por ejemplo, del ámbito de la salud).

En segundo lugar, necesitamos trabajar en la universidad entre todos y todas: el bilingüismo y el trilingüismo; la calidad de la docencia; las condiciones de trabajo dignas de las personas docentes y trabajadoras, garantizando el poder adquisitivo y minimizando las brechas; ayuda técnica para la investigación; resolver las buropatologías y facilitar la gestión; impulsar la digitalización; garantizar las enseñanzas duales; avanzar en la internacionalización y atraer estudiantes, personas investigadoras y docentes del extranjero; desarrollar una vida cultural en el campus; impulsar la participación; ofrecer servicios básicos en los campus; fomentar el orgullo de pertenecer a la UPV/EHU; poner en marcha microcredenciales; posgrados punteros; impulsar la enseñanza online; ofrecer facilidades al alumnado a la hora de matricularse, para que nadie se quede atrás por no poder afrontar el coste; y un largo etcétera.

Y, por último, también estarán presentes nuestras señas de identidad más importantes: proponer, consensuar, diseñar e ir implantando algunos proyectos que ofrezcan beneficios impresionantes a la sociedad vasca.

UPV/EHU se encuentra entre las 400 mejores universidades del mundo, según la clasificación de Shanghái. ¿Qué intención tienes? ¿Crees que debería posicionarse más arriba? ¿Para ti es importante la clasificación de Shanghái? ¿Qué pretendes hacer en ese aspecto?

Las clasificaciones y los rankings están ahí. Puede ser interesante analizar la tendencia de la UPV/EHU en esas listas, pero sin obsesionarnos. Nuestra UPV/EHU tiene características muy importantes que no se miden en esas clasificaciones. Previamente, discutamos sobre el modelo de universidad que queremos impulsar, consensuemos indicadores para llevar a cabo ese modelo, y si algunos indicadores coinciden con los de Shanghái o algún otro, entonces, midámonos y comparémonos según eso; y si salimos mal parados, intentemos analizar las causas y preparar planes de mejora (pero no olvidemos que también hay que tener en cuenta la financiación, el input, y no solo el output), pero sin olvidarnos de otras características y otros indicadores importantes, como el plurilingüismo, el equilibrio y la igualdad de oportunidades, el acceso y la publicidad, que esté integrada en la sociedad local, el cuidado y el desarrollo del territorio y de la cultura local, etc.

¿Qué propósitos tienes en relación a la digitalización? ¿Cómo tiene que responder la UPV/EHU? ¿Debe ampliar los estudios y los servicios online?

Tenemos que dar un salto en la digitalización y en la soberanía digital y, al mismo tiempo, tenemos que aligerar la carga burocrática de la plantilla. Será fundamental crear “contenidos” propios y públicos y desarrollar software e Inteligencia Artificial.

Hay que explotar la digitalización para desarrollar la universidad vasca online.

La digitalización nos debe ayudar a trabajar en el policentrismo y a evitar duplicidades.

La digitalización nos debe ayudar a reducir los viajes y los desplazamientos.

¿La UPV/EHU recibe suficiente financiación? En los últimos años las tasas de matrícula de la UPV/EHU no han subido. ¿Crees que deben subir?

Suban o no las tasas, hay que garantizar una buena financiación para la UPV/EHU. Al mismo tiempo, algunos estudiantes necesitarán una ayuda especial para beneficiarse de la educación que ofrece nuestra universidad. Necesitamos un sistema de becas fuerte y justo. Si el pueblo apuesta por la universidad, la sociedad recibirá de vuelta los beneficios y las ganancias, sin duda. Con las tasas y matrículas públicas actuales y con la cantidad de dinero que se destina a varios grados y posgrados, será difícil ofrecer la excelencia de la enseñanza que se menciona en el Plan Universitario 2023-2026. Habrá que sacarlo de los presupuestos, y no se pueden descartar otras fuentes de financiación.