Aunque ya jubilado una de las voces más reconocidas por ronca y grave de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación nos ha dejado, Don José Boto. 

Esa voz cuyas opiniones, reminiscencias y chascarrillos de su Madrid natal conocía su círculo de amigos y compañeros cercanos. De personalidad cabal, honrado y consecuente con su ideas no se jubiló hasta los 70 años amparado en una Facultad en la que simplemente estaba a gusto y se dejaba querer. 
 

Como ocurre a menudo con el PAS histórico de los centros, su impronta como conserje del Aulario queda presente en las futuras generaciones de profesionales, aquellos alumnos y alumnas para quienes era un saco sin fondo. Para un café, para el autobús, para llamar a casa… sus aportaciones dinerarias al servicio del colectivo universitario del alumnado quedan para siempre a disposición de la memoria de muchos y en el recuerdo de los que como compañeros y compañeras le hemos querido porque Boto se hacía querer. 

Descansa en paz, COMPAÑERO.