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Un estudio del ADN del perro antiguo rastrea la diversidad canina hasta la Edad del Hielo

La UPV/EHU ha participado aportando información sobre restos hallados en yacimientos arqueológicos de Gipuzkoa

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 30/10/2020

Aritza Villaluenga. Foto: Nuria González. UPV/EHU.

Una investigación global del ADN de perros antiguos, dirigido por científicos del Instituto Francis Crick, Universidad de Oxford, Universidad de Viena y arqueólogos de más de 10 países, presenta evidencia de que había diferentes tipos de perros hace más de 11.000 años, en el período de la Edad del Hielo. En la investigación ha participado Aritza Villaluenga, del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología y del Grupo Consolidado de Investigación en Prehistoria de la Universidad del País Vasco.

El estudio ‘Origins and Genetic legacy of Prehistoric dogs’, publicado por la revista Science, recoge el trabajo del equipo de investigación que ha secuenciado el ADN antiguo de 27 perros, algunos de los cuales vivieron hasta hace casi 11.000 años en Europa, Oriente Próximo y Siberia. Según los datos recogidos, en ese punto en la historia, justo después de la Edad del Hielo y antes de que cualquier otro animal fuera domesticado, ya existían al menos cinco tipos diferentes de perros con distintas ascendencias genéticas.

Ese hallazgo revela que la diversidad observada hoy entre perros en diferentes partes del mundo se originó cuando todos los humanos aún eran cazadores y recolectores. Según Pontus Skoglund, líder de grupo del laboratorio de Crick's Ancient Genomics, “algunas de las variaciones que se ven entre los perros que caminan por la calle hoy en día se originaron en la Edad del Hielo. Al final de ese período, los perros ya estaban muy extendidos por todo el hemisferio norte ".

El estudio de la genómica antigua implica extraer y analizar ADN del material esquelético. Proporciona una ventana al pasado, lo que permite a los investigadores descubrir cambios evolutivos que ocurrieron hace muchos miles de años.

El equipo investigador, ha demostrado que, durante los últimos 10 000 años, esos primeros linajes de perros se mezclaron y se movieron para dar lugar a los perros que conocemos hoy. Por ejemplo, los primeros perros europeos eran inicialmente diversos y parecían provenir de dos poblaciones muy distintas, una relacionada con los perros de Oriente Próximo y otra con los perros siberianos. Sin embargo, en algún momento esa diversidad se perdió, ya que hoy no está presente en los perros europeos.

Como comenta Anders Bergström, investigador postdoctoral en el laboratorio de Genómica Antigua en Crick, “si miramos hacia atrás hace más de cuatro o cinco mil años, podemos ver que Europa era un lugar muy diverso en lo que respecta a los perros. Aunque los perros europeos que vemos hoy tienen una variedad extraordinaria de formas, genéticamente se derivan de un subconjunto muy estrecho de la diversidad que solía existir ".

Evolución paralela

Los investigadores también compararon la evolución en la historia del perro con los cambios en la evolución humana, los estilos de vida y las migraciones. En muchos casos, se produjeron cambios comparables, ya que los humanos llevarían a sus perros con ellos mientras migraban por todo el mundo.

Pero también hay casos en los que las historias de humanos y perros no se relacionan entre sí. Por ejemplo, la pérdida de diversidad que existía en los perros en la Europa temprana fue causada por la propagación de un solo ancestro de perro que reemplazó a otras poblaciones. Ese dramático evento no se refleja en las poblaciones humanas, y queda por determinar qué causó ese cambio en la ascendencia de los perros europeos.

Para Greger Larson, director de la Red de Investigación en Paleogenómica y Bioarqueología de la Universidad de Oxford, “el perro es nuestro compañero animal más antiguo y cercano. El uso de ADN de perros antiguos nos muestra cuán atrás se remonta nuestra historia compartida y, en última instancia, nos ayudará a comprender cuándo y dónde comenzó esa relación profunda ".

Por su parte, Ron Pinhasi, líder del grupo en la Universidad de Viena, afirma que “así como el ADN antiguo ha revolucionado el estudio de nuestros propios antepasados, ahora está comenzando a hacer lo mismo con los perros y otros animales domésticos. El estudio de nuestros compañeros animales agrega otra capa a nuestra comprensión de la historia humana ".

Si bien este estudio proporciona nuevos conocimientos importantes sobre la historia temprana de las poblaciones de perros y sus relaciones con los humanos y entre sí, aún quedan muchas preguntas. En particular, los equipos de investigación todavía están tratando de descubrir dónde y en qué contexto cultural humano, los perros fueron domesticados por primera vez.

Contribución de la UPV/EHU

Aritza Villaluenga, es profesor adjunto en el Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y miembro del Grupo Consolidado de investigación en Prehistoria (IT-1223-19) en el campus de Álava de la UPV/EHU.

Villaluenga ha contribuido a la investigación con la identificación de restos de cánidos desde el Paleolítico Superior hallados en yacimientos arqueológicos de Gipuzkoa. En total, 32 ejemplares, de los cuales sólo uno resultó ser un perro, el resto pudieran ser lobos (Canis lupus) o cuones (Cuon alpinus). “Este trabajo ha analizado el origen de la domesticación del perro (Canis familiaris) –comenta-. Ese tema ha tenido un gran debate y es la primera vez que se considera a escala global, incluyendo animales hallados en contextos arqueológicos desde hace 10 000 años en Asia, África, América y Europa”.

El único animal que ha podido ser incluido en el estudio proviene de la cueva de Marizulo (Urnieta). Esa cueva fue excavada por J.M. Barandiaran ente 1962 y 1967 y en dicha excavación fue hallado un enterramiento en el que se encontró el esqueleto de un hombre joven, junto al esqueleto de un perro y un cordero. Ese animal ha sido incluido en el presente estudio, revelando una edad de 5 390±34 años BP (datación de C14 AMS), es decir entre 6 173 y 6 287 años antes del presente.

Genéticamente, ese perro era del tipo de perros del Neolítico, los cuales habían reemplazado a los primeros perros del Paleolítico y que, a su vez, serían posteriormente suplantados por los perros de la Edad del Bronce, antecesores de los actuales perros europeos, entre ellos el Euskal Artzain Txakurra.

Referencia bibliográfica

  • Anders Bergström, Laurent Frantz, Ryan Schmidt, Erik Ersmark, Ophelie Lebrasseur, Linus Girdland-Flink, Audrey T. Lin, Jan Storå, Karl-Göran Sjögren, David Anthony, Ekaterina Antipina, Sarieh Amiri, Guy Bar-Oz, Vladimir I. Bazaliiskii, Jelena Bulatovic´, Dorcas Brown, Alberto Carmagnini, Tom Davy, Sergey Fedorov, Ivana Fiore, Deidre Fulton, Mietje Germonpré, James Haile, Evan K. Irving-Pease, Alexandra Jamieson, Luc Janssens, Irina Kirillova, Liora Kolska Horwitz, Julka Kuzmanovic-Cvetkovic, Yaroslav Kuzmin, Robert J. Losey, Daria Ložnjak Dizdar, Marjan Mashkour, Mario Novak, Vedat Onar, David Orton, Maja Pasaric´, Miljana Radivojevic´, Dragana Rajkovic´, Benjamin Roberts, Hannah Ryan, Mikhail Sablin, Fedor Shidlovskiy, Ivana Stojanovic´, Antonio Tagliacozzo, Katerina Trantalidou, Inga Ullén, Aritza Villaluenga, Paula Wapnish, Keith Dobney, Anders Götherström, Anna Linderholm, Love Dalén6, Ron Pinhasi, Greger Larson, Pontus Skoglund
  • Origins and Genetic Legacy of Prehistoric Dogs.
  • Science
  • DOI: 10.1126/science.aba9572