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Proponen un algoritmo para cartografiar a escala global las áreas quemadas

El procedimiento dirigido por el investigador de la UPV/EHU Aitor Bastarrika es capaz de detectar incendios de menos de 250 metros utilizando los datos de diferentes satélites

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 24/10/2024

Aitor Bastarrika UPV/EHU
Aitor Bastarrika, investigador del Grupo de Investigación en Patrimonio Construido de la UPV/EHU | Foto: Nuria González. UPV/EHU.

Utilizando datos de dos satélites que recogen imágenes ópticas y de otros cuatro satélites que miden las altas temperaturas causadas por los incendios, una publicación dirigida por Aitor Bastarrika, del Grupo de Investigación en Patrimonio Construido de la UPV/EHU, propone un algoritmo para obtener la cartografía global de las áreas quemadas con una mayor resolución.

La obtención de información precisa y actualizada de las zonas afectadas por el fuego es fundamental para comprender mejor la calidad del aire, los ciclos biogeoquímicos o el clima, así como para contribuir a la gestión de los incendios. Hace unas décadas, la cartografía o mapeo de las áreas quemadas se realizaba a partir del estudio de las zonas rurales, pero desde el lanzamiento de satélites para la observación de la Tierra, la teledetección se convirtió en una opción más práctica para localizar las zonas quemadas, ya que los satélites facilitan la medición de la cobertura de los incendios, tanto a escala regional como mundial.

El problema de las zonas cartografiadas mediante satélites se encuentra en la resolución. De hecho, hasta ahora la resolución de las observaciones globales ha sido mala. “El error de omisión en los productos actuales es muy grande: muchas zonas que están realmente quemadas no se identifican como tales”, señala Aitor Bastarrika, investigador de la UPV/EHU. “Los sistemas actuales utilizan un tamaño de píxel de entre 250 y 500 metros, por lo que no detectan incendios que no alcancen los 250 metros. Y en algunos ecosistemas son muy frecuentes los incendios de esas dimensiones”.

El estudio liderado por Aitor Bastarrika ha desarrollado un algoritmo para lograr una mayor resolución, utilizando datos de seis satélites diferentes. Por un lado, han aprovechado las imágenes captadas por los dos satélites ópticos de la constelación Sentinel-2: ofrecen una buena resolución espacial, de 10-20 metros, pero con una baja frecuencia temporal, ya que solo se obtienen imágenes de un lugar determinado cada 5 días. Por otro lado, se han aprovechado los productos MODIS (derivados de los satélites Terra y Aqua) y VIIRS (derivados de los satélites Suomi NPP y NOAA-20) que detectan incendios activos: detectan estos puntos de alta temperatura con una resolución espacial baja de 375-1000 metros, pero con una frecuencia alta, ya que recogen datos todos los días.

Un algoritmo probado en cientos de áreas

El algoritmo desarrollado por el equipo de Bastarrika utiliza los datos de los dos productos para la detección de incendios activos y con ellos entrena un sistema de imágenes ópticas de cara a desarrollar un sistema de clasificación. Posteriormente proporciona predicciones sobre lo que se ha quemado y lo que no. “Además, estas previsiones se han probado en 576 áreas de todo el mundo, es decir, el algoritmo se ha analizado en todos los ecosistemas en los que las zonas quemadas son significativas”, explica Bastarrika.

El algoritmo desarrollado por el equipo de Bastarrika no es el único, hay otras propuestas similares. Sin embargo, la aportación de los investigadores de la UPV/EHU es especialmente importante porque el algoritmo está preparado para ser aplicado a escala global y para obtener resultados con una resolución media. “Ya existen algoritmos para cartografiar zonas concretas con una resolución media, pero nuestra propuesta sirve para cartografiar áreas quemadas de todo el mundo, lo hace con una resolución aceptable y está lista para ser utilizada”.

De cara al futuro, el objetivo es crear nuevos productos con este algoritmo desarrollado. “Así como hasta ahora están preparados para usar sistemas de baja resolución, a partir de ahora el objetivo es crear productos que ofrezcan resultados con un nivel de resolución medio. Pasar de baja a media resolución supondría una gran contribución a la hora de identificar algunos ecosistemas y de estudiar el clima”, ha afirmado Bastarrika.

Información adicional

Aitor Bastarrika es profesor del departamento de Ingeniería Minera y Metalúrgica y Ciencia de los Materiales de la UPV/EHU e investigador del Grupo de Investigación en Patrimonio Construido. Bastarrika imparte sus clases en la  Escuela de Ingeniería de Vitoria-Gasteiz.

Referencia bibliográfica