La tesis se presentó en 2022 y estuvo dirigida por Maite Maguregui Hernando, del grupo IBeA (Ikerkuntza eta Berrikuntza Analitikoa) Investigación e Innovación Analítica,de la universidad pública vasca. Este grupo, formado mayoritariamente por integrantes del departamento de Química Analítica, trabaja en diferentes ámbitos de actuación, entre ellos está el de Patrimonio Cultural, en diagnóstico y rehabilitación y nuevos materiales, que es área en el que está especializada Silvia Pérez.

La investigadora Silvia Pérez manifiesta que se puso en contacto con los investigadores de IBeA para realizar su tesis “porque cuenta con gran número de instrumentos de análisis portátiles y de laboratorio y en muchas ocasiones realiza análisis in situ de las obras de arte”. Su interés en la pintura explica la elección de este tema porque le parece un ámbito fascinante y se vincula con su formación química ya que “los procesos de deterioro y transformación de los pigmentos son transformaciones químicas”.

La tesis premiada se centra en el estudio del deterioro de las pinturas murales del Parque Arqueológico de Pompeya. En concreto ver cómo se comporta el cinabrio ante determinadas condiciones ambientales. Cómo se conserva y cómo se degrada. Según manifiesta Silvia Pérez, “en algunos casos se ha conservado muy bien, por ejemplo, en algunas paredes de la Villa de los Misterios en Pompeya, pero también puede degradarse completamente y tener una apariencia negra, como en el caso que estudiamos en la tesis de la exedra G de la Casa de Amorini Dorati”.

Para evaluar las amenazas para la conservación de las pinturas murales en general y del cinabrio rojo en particular en Pompeya, la tesis se ha dividido en dos partes: la primera se centra en la clasificación exhaustiva de los “materiales piroclásticos (provenientes del volcán) que destruyeron la ciudad y la evaluación de su carga de haluros en el estado de conservación”. Y la segunda, se basa en conocer la naturaleza mineral del cinabrio de Pompeya, estudiar su degradación in situ y en el laboratorio y comprender mejor su transformación mediante envejecimientos acelerados.

Silvia Pérez no pudo participar en ninguna campaña de análisis in situ, debido a la irrupción de la COVID, pero estudió los datos tomados en años anteriores en pinturas murales que se conservan aún en tres casas del parque arqueológico de Pompeya como son la Casa de Marcus Lucretius, la Casa de Ariadna y la Casa de Amorini Dorati. Además, también desarrolló su trabajo en los laboratorios del grupo IBeA, analizando muestras de pintura mural y envejeciendo probetas de cinabrio para estudiar las diferentes vías de deterioro del pigmento.

Dentro de la Real Sociedad Española de Química está el grupo especializado en química para el estudio y conservación del patrimonio cultural, que es quien ha otorgado el premio a la tesis de Silvia Pérez titulada “Ennegrecimiento del cinabrio rojo en las pinturas murales de Pompeya: impacto volcánico, entorno de enterramiento y exposición atmosférica”. El premio lo recibió el viernes, 27 de septiembre, en el marco de la I reunión bienal que el grupo celebrará en Santiago de Compostela.