María José Cantalapiedra, Javier Martínez y Aingeru Genaut
¿Por qué la formación en Periodismo es importante para luchar contra la desinformación?
Investigadores del Grupo Bitartez. Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación.
- Cathedra
Fecha de primera publicación: 28/11/2024
Las redes sociales, las grandes plataformas digitales y las aplicaciones de mensajería telefónicas han cambiado la forma en la que la información fluye y llega a las personas. Han impulsado beneficios económicos y sociales, pero también han favorecido una explosión informativa que dificulta la identificación de los contenidos veraces.
Este ecosistema digital conforma hoy la principal fuente de información ciudadana. A su vez, desdibuja la circulación informativa, pues cualquiera puede crear contenido, difundirlo y compartirlo. Un escenario de sobreinformación que ha propiciado un incremento sin precedentes de la desinformación: fenómeno que la agenda política ha incorporado como una amenaza para la seguridad nacional y que plantea uno de los grandes riesgos para la estabilidad mundial, junto con la crisis climática.
Definida por la Comisión Europea como “información verificablemente falsa o engañosa que se crea, presenta y divulga con fines lucrativos o para engañar deliberadamente a la población, y que puede causar un perjuicio público”, la desinformación no es siempre fácil de identificar, porque construye relatos que sustituyen la verdad por verosimilitud y adopta formas muy diversas, capaces de mezclar contenidos falsos y verdaderos. Para combatir la desinformación, la Unión Europea apuesta por potenciar la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) en los entornos educativos. Las autoridades europeas quieren incrementar las experiencias reflexivas sobre los medios de comunicación en las aulas, para que los estudiantes sean capaces de entender y utilizar la información que reciben de una manera más crítica y responsable.
Es en este contexto donde surge ‘QYourself’, un proyecto en vigor de Alfabetización Mediática e Informacional (AMI), que lidera la Universidad del País Vasco con financiación de la Unión Europea. Nuestro objetivo es proporcionar conocimientos periodísticos básicos a docentes de diferentes entornos educativos y alumnado diverso en España, Alemania, Polonia, Italia y Grecia: organizaciones de formación reglada y no reglada, asociadas al proyecto, donde se llevarán a cabo pilotajes formativos con recursos educativos diseñados en nuestra universidad, por dos áreas del conocimiento fundamentales y complementarias a la hora de afrontar el desafío que plantea la desinformación: el Periodismo, que propone qué nociones teóricas y prácticas pueden ser de utilidad para hacerle frente, y la Educación, que se encarga de cómo implementar ese conocimiento en las aulas.
La formación en Periodismo es importante para frenar la desinformación porque proporciona las competencias necesarias para el desarrollo de lo que hoy conocemos como AMI. Está comprobado que los estudiantes que adquieren estas destrezas tienen más posibilidades de identificar la desinformación y los discursos de odio que están presentes en nuestra sociedad. En un tiempo muy dado a redefinir los viejos conceptos, el Periodismo de siempre, ese que exige criterio para contrastar la información y validar las fuentes, ese que forma a profesionales que viven de hacerse preguntas y de buscar respuestas, emerge como vector fundamental para activar el pensamiento crítico de las personas.
En este proyecto adaptamos la formación del grado universitario de Periodismo para transferir competencias elementales en la lucha contra la desinformación. Les ofrecemos recursos educativos para que, en sus aulas, puedan plantear las preguntas adecuadas a la hora de evaluar la fiabilidad de las fuentes de información. Intentamos que identifiquen fuentes autorizadas y fiables, y cuestionen las que no lo son. Les enseñamos a distinguir la información de la opinión, a comprender la naturaleza de las noticias y los códigos que deben aplicar los periodistas durante su elaboración, para que, en última instancia, sus alumnos puedan validar la información que reciben. En tiempos de desinformación, es momento de pensar como periodistas.