Dentro de las actividades organizadas por la Facultad de Relaciones laborales y Trabajo Social de la Universidad el País Vasco y el Equipo docente del Centro Penitenciario de Araba-Álava, un grupo de personas presas visitó el Campus de Álava y participó en una actividad organizada junto a alumnado de la Facultad de Relaciones laborales y Trabajo Social.

Teniendo como eje central la música, se conformaron diferentes grupos de trabajo donde las personas participantes aportaron sus puntos de vista sobre la música como expresión de las emociones, como elemento identitario de pertenencia, como entretenimiento, como vía de escape y evasión, como protesta y reivindicación, o como refugio personal.

“Es algo maravilloso. Este tipo de actividades te da la vida, te da una esperanza, porque ya ves una salida”, comentaba María Pilar. Ya ha participado anteriormente en otras actividades como esta y piensa que tendrían que realizarse más a menudo. “Nos haría mucho bien sobre todo a las que somos madres”, confiesa.

Jon también se mostraba muy contento al participar de la experiencia porque supone una ruptura con la monotonía del día a día en la cárcel. “Es mi primera vez y está muy bien porque, además de entretenimiento, aportamos nuestras ideas en este tipo de actividades. En la misma línea se expresaba Luis, porque “este tipo de actividades es lo máximo, deberían hacerlo más a menudo. Nos alegra el día y lo necesitamos”. No es su primera vez, ya ha participado en otras actividades organizadas por el Centro Penitenciario de Álava, “nos llevaron a visitar el parque de Salburua y fue muy positivo”.