Estas son alguna de las once historias que recoge el fotolibro Ikigai, creado por Ondiz Jiménez, estudiante de Comunicación Audiovisual de la UPV/EHU. Testimonios con los que identificarse. Testimonios desgarradores sobre vivencias personales. Historias para hacer reflexionar, para mostrar el mundo y que sean vistas y escuchadas. Experiencias doloras, pero “reconfortantes a su vez”. Ikigai es, además, fruto de su Trabajo de Fin de Grado.

El título del libro no es casual, hace referencia a una palabra proveniente de la filosofía japonesa: Ikigai, cuya traducción más precisa sería ‘la razón de ser’ o ’la razón de vivir’. “Las personas a las que estaba fotografiando reflejaban el Ikigai. Eran hombres y mujeres que en algún momento de su vida habían perdido su razón de ser o de vivir y estaban luchando por recuperarlo, por conseguir su Ikigai”, revela la autora del fotolibro. El libro de fotos se puede conseguir en la cuenta de Instagram creada por Ondiz Jiménez.

Jiménez asegura que, al igual que los protagonistas de las once historias, todo ser humano tiene su propio Ikigai, “aunque no tiene por qué saberlo todavía”. “Mi objetivo con este proyecto es reafirmar mi tesis: la salud mental se manifiesta a través de la piel, no solo de la mente”, confiesa.

Fue en un momento en el que Jiménez sufrió mucho de ansiedad cuando empezó a darle importancia a su salud mental. Jimenez hace hincapié en una frase que le dijo una psicóloga: " No hay salud, sin salud mental".  Jiménez se queja de que estamos acostumbrados a darle relevancia a únicamente la salud física, “que es la visible y palpable”, y que hay que comenzar a engrandecer nuestra perspectiva actual y atribuir la importancia que se merece a estas enfermedades y a todas las que conforman la salud mental “a pesar de ser intangibles”.

Captar los sentimientos

“Mi pasión es la fotografía”. Jiménez sabía que su talento con la cámara de fotos podría captar un sentimiento y plasmarlo en una imagen. Jugando con las luces, atrezo y poses Ondiz Jiménez consigue trasladar las imágenes en sentimientos. “Si lees el libro te das cuenta de que los problemas de salud mental van más allá de la mente, que el cuerpo los refleja”, añade. Para la inmersión total del libro Ikigai cuenta con unos códigos QR con los audios de las y los protagonistas.

La estudiante asegura que fue “duro” indagar sobre la salud mental, preguntar opiniones a diversas personas, abrir los ojos sobre la realidad que rondaba sobre el tabú de la salud mental, la incapacidad de parte de la población de ofrecerle la importancia necesaria. Aunque dice estar “muy orgullosa” del resultado obtenido, y la ayuda que brinda a la gente que se acerque a su proyecto Ikigai. 

En el fotolibro los testimonios son tan variados como personas hay en el mundo. “No podemos comparar a dos testimonios de personas con ansiedad, cada persona lo vive diferente”, explica Ondiz. “Puede que una persona que sufra por tener acné no haya intentado suicidarse, pero puede haber sufrido acoso escolar o incluso pensamientos suicidas”, añade.

«No es algo aislado que les pase a unos pocos»

“Cuando me presentó el proyecto pensé que era una idea increíble”, asegura María Soto, estudiante de Medicina en la Universidad de Cantabria. La estudiante está convencida que uno de los mayores problemas de la salud mental es “que no se ve, no es algo tangible que puedes tocar” y que eso hace que “pase muy desapercibida, aunque es algo tremendamente importante”.  A María Soto la idea de hacer fotografías y que realmente muestren de alguna forma la salud mental y “cómo afecta a la vida de las personas y que no es algo aislado que les pase a unos pocos” le pareció simplemente “increíble''.

María Soto dice que participar en Ikigai le ha ayudado a mostrar una parte de ella que siempre ha tenido miedo de enseñar, marcas de autolesiones. “Nunca me había atrevido a mostrarlas o a hablar de la salud mental de una forma tan personal y en primera persona”.  La joven cántabra cuenta que al principio pensó que el proyecto se trataría de algo pequeño, “ni te imaginas lo feliz que estoy de equivocarme en eso”. 

El fotolibro Ikigai es parte del Trabajo de Fin de Grado (TFG) que presentó Ondiz Jiménez. Proyecto conformado por una parte más técnica y académica, y una parte más artística: el libro. El TFG fue finalmente calificado por el tribunal con un sobresaliente.

Nerea Fernández, joven enfermera, considera muy importante ser parte de las personas que participan en este proyecto: “sentí que podía exponer una parte de mí que durante un tiempo me generó sufrimiento: el acné”. Nerea Fernández asegura que como se trata de un problema muy común entre la adolescencia, pensó que mucha gente podía verse reflejada en su sufrimiento.  

Gaëlle Gil Le Gallou, estudiante del Grado Superior en Integración Social, formó parte desde el principio del proyecto. “Al tener una relación cercana a ella, me mantuvo informada desde el minuto uno sobre el proyecto y en febrero me propuso participar en él”, expone. Para Gaëlle Gil Ikigai es un proyecto “súper valiente” que requiere mucha dedicación y pasión, “las cuales Ondiz tuvo hasta el final”.  Para la estudiante de Integración Social este proyecto “un tema que necesita ser hablado, sobre todo en estos tiempos”.

Hoy mismo, 20 de octubre de 2022 Ondiz Jiménez y algunas de las personas que participan en Ikigai se encuentran dando una presentación se celebrará a las 18:00 en el Bizkaia Aretoa, Auditorio Arriaga (Avenida Abandoibarra, 3 Bilbao). Se tratará de una presentación muy interactiva con diversas actividades.