Ubicado en el barrio bilbaíno de San Ignacio, se encuentra el único colegio mayor de UPV/EHU, el Miguel de Unamuno. Allí se alojan 178 estudiantes de grado y 3 de postgrado, todos ellos provenientes de diferentes comunidades autónomas como Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha, Asturias, pero, sobre todo, los más numerosos sin contar al propio País Vasco, llegan de Navarra y La Rioja.
La «segunda casa» de muchos estudiantes
El Colegio Mayor Miguel de Unamuno acoge este curso a más de 180 universitarios y universitarias procedentes de diferentes comunidades
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Fecha de primera publicación: 03/02/2017
La variedad de actividades que se realizan en el Colegio Mayor es muy amplia y muchas veces están motivadas por los mismos estudiantes residentes, que son apoyados por el centro a la hora de desarrollarlas. Desde salidas al exterior como visitas a museos, jornadas de esquí y excursiones en la naturaleza, hasta conciertos, conferencias, zumba, yoga, campeonatos de mus, ajedrez, baloncesto, fútbol e incluso una porra de los premios de los Oscar. Junto con todo esto, el Colegio posee un coro propio.
"El Colegio te da mucho, la verdad es que el ambiente aquí dentro es muy bueno", comenta Ramón Elduayen, donostiarra que llegó hace cuatro meses a Unamuno y alumno de primer curso de Matemáticas en la UPV/EHU. Los estudiantes residentes, sobre todo los que vienen de las localidades más lejanas, encuentran en este centro un lugar donde crear nuevas y grandes amistades y fortalecer sus relaciones interpersonales Esto hace que en muy poco tiempo la mayoría se sientan "como en casa".
Al tratarse el Colegio Mayor de un centro perteneciente a la UPV/EHU, todas las actividades culturales, deportivas, solidarias y de cooperación que se realizan son computables por créditos universitarios en los grados que imparte la Universidad del País Vasco.
"No se trata de una residencia convencional, sino de un centro universitario que, además de proporcionar alojamiento, se encarga de promover la formación cultural y científica de los colegiales y proyecta su actividad tanto a la comunidad universitaria como a la sociedad", detalla Xabier Murelaga, director de la entidad, a la hora de explicar la diferencia entre una residencia convencional y un Colegio Mayor como el de Unamuno. A través de este sistema, los alumnos y alumnas complementan su formación y se motiva el trabajo en equipo, las relaciones interpersonales, reconocimiento a la multiculturalidad, razonamiento crítico y ético, etc... De este modo, se fomenta el desarrollo personal, la integración, la convivencia y la solidaridad entre los estudiantes.
Otra diferencia importante se encuentra en el método de admisión de los residentes. En una residencia común se sigue un sistema de admisión basado en el orden de presentación de las solicitudes. Sin embargo, en Miguel de Unamuno, el procedimiento se realiza según el expediente académico y se espera que los alumnos y alumnas que sean admitidos contribuyan y participen en la oferta de actividades que hay en el centro. De este modo, su experiencia no solo consiste en recibir alojamiento, sino también en formarse académica y personalmente.
En cuanto a las instalaciones, Unamuno cuenta con una amplia biblioteca, gimnasio, comedor, sala de conferencias, sala de música y sala con televisión. Además, ofrece servicio de lavadora, secadora e incluso se puede participar en un taller de Bellas Artes. "El apoyo entre estudiantes te hace sentir como en casa, pero sucede lo mismo con el personal que trabaja en el colegio, que hasta en los peores días consiguen sacarte una sonrisa", comenta Helena Bretón, logroñesa y estudiante de primer curso de Biología en la UPV/EHU. En la misma línea, Elduayen apunta que la convivencia en el centro es "como estar en un hotel pero con gente joven que comparte tus gustos, además todos los trabajadores y trabajadoras del Colegio Mayor, limpiadores, cocineros y porteros son gente muy maja; da gusto tratar con ellos".
Centro solidario
Junto con todas las actividades y propuestas mencionadas, hay que destacar la contribución solidaria de Unamuno con la ONG Sortarazi: Asociación Claretiana para el Desarrollo Humano. Dicha contribución suele llevarla a cabo mediante de dos acciones concretas a lo largo del primer cuatrimestre. Una de ellas consiste en la venta de boletos para el sorteo de un par de cestas de navidad y la otra es la venta de sudaderas y camisetas del propio Colegio Mayor. Gracias a ambas propuestas, el centro suele recaudar alrededor de 1.200 euros.