Profesoras y profesores de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que forman parte del grupo de investigación multidisciplinar Gureiker, han analizado una lista de reproducción de 1247 vídeos de todo el mundo sobre cáncer de mama que almacena y ofrece YouTube cuando se quiere visionar contenidos sobre esta enfermedad, con la intención de identificar los videos con el mayor poder comunicativo y las preocupaciones de las personas que publican y comentan sobre el tema.

En el estudio han analizado las comunidades que se crean en YouTube en torno a este tema, y la investigadora del Departamento de Periodismo María Ganzabal destaca que “son dos las comunidades o los tipos de usuarios más influyentes”. Una de ellas la componen “canales que responden a un rol de tipo colectivo, como clínicas, hospitales, fundaciones o asociaciones de pacientes y medios de comunicación”. Y la otra comunidad la componen los “perfiles de tipo individual, mayoritariamente médicos, aunque también destacan pacientes y algún perfil de personaje público, como el de la actriz Shannen Doherty”, afirma.

Ganzabal explica que han detectado un grupo importante de comunidades de mujeres afectadas “que sienten la necesidad de crear contenido contando sus propias experiencias”. Estos testimonios de tipo individual “describen sus tratamientos de cáncer de mama, tanto los que están pasando por ellos como aquellos que ya los han superado, compartiendo sus miedos, luchas y esperanzas”. Y menciona, también, otro tipo de comunidades dedicadas a ofrecer información sobre nutrición y ejercicio relacionados con este tipo de cáncer.

El análisis de los comentarios de los vídeos de Youtube ha puesto de manifiesto que la amplia mayoría de ellos “están enfocados al agradecimiento por la valiosa información que proporcionan”. Ganzabal considera que esta “es una comunidad muy agradecida, hay mucha sororidad, mucho apoyo y poco contenido de odio o malicioso”. Y remarca la importancia que poseen las historias personales “como fuente de esperanza y apoyo para aquellas personas que han sido afectadas por la enfermedad”.

No siempre hay que demonizar a las redes sociales

Según la Organización Mundial para la Salud, el cáncer de mama es el tipo de carcinoma más frecuente y la causa más común de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. En 2022, en todo el mundo se diagnosticaron 2,3 millones de casos. El diagnóstico y tratamiento del cáncer resulta altamente estresante y potencialmente traumático para las personas afectadas, y “genera una angustia de por vida que puede aliviarse, en cierta medida, recurriendo a las redes sociales o plataformas como YouTube para buscar información especializada, compartir el proceso emocional que les ha tocado vivir o buscar apoyo de otras mujeres que estén pasando por una situación parecida”, afirman los investigadores.

Los resultados de este estudio muestran la relevancia que tienen los contenidos publicados en YouTube por la comunidad médica y las organizaciones relacionadas con la salud. Sin embargo, el perfil de los vídeos de TikTok muestra otras tendencias, en otra investigación que están llevando a cabo los investigadores de periodismo de la Universidad del País Vasco en la que han encontrado más mensajes de odio, mayor participación de pseudomédicos, etc.

En opinión de los investigadores “es necesario que la medicina se acerque a las redes sociales con información veraz a la que las personas enfermas puedan recurrir”. “No siempre se debe demonizar a las redes sociales. Es importante que la comunidad médica cuente los problemas de esta enfermedad o de cualquier otra, organice una serie de contenidos que puedan ayudar a las mujeres para buscar información y también como apoyo, para sobrellevar lo mejor posible la enfermedad”, concluye la profesora de la UPV/EHU Ganzabal.

El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Profesional de la Información, ha sido realizado utilizando la técnica del análisis de redes sociales. Esta metodología apuesta por “un algoritmo que permite identificar quiénes son los usuarios más influyentes sobre este tema. Dicho algoritmo analiza cómo interaccionan los contenidos entre sí y asigna una puntuación a cada video. Cuanto más alto sea el valor de autoridad de un video, significa que más contenidos en la red lo han enlazado como fuente de información relevante sobre el tema, o ha conectado con más videos que son considerados fuente de información útil sobre el cáncer de mama”, explica.