El fitoplancton, un conjunto de organismos microscópicos que hacen fotosíntesis, es altamente sensible a las variaciones en la disponibilidad de nutrientes. Gracias a ello, es un indicador útil para evaluar el exceso de nutrientes inorgánicos procedentes de la actividad humana (eutrofización) y de las acciones de gestión para reducirlos. Precisamente, la investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Jone Bilbao ha evaluado la respuesta a medio plazo de la comunidad fitoplanctónica del estuario de Urdaibai al cese de los vertidos de aguas residuales de la depuradora de Gernika: “Hemos analizado los cambios en la biomasa fitoplanctónica y en la composición de la comunidad de antes (en 2020) y después (en 2022) de las obras de saneamiento”, explica.

Los resultados de la investigación muestran “importantes efectos a medio plazo sobre el sistema”, afirma Sergio Seoane, profesor del departamento de Biología Vegetal y Ecología que ha dirigido el estudio. Los nutrientes aportados por la estación de aguas residuales (el amonio y el fosfato) descendieron drásticamente, y eso tuvo un efecto directo sobre la biomasa fitoplanctónica y la composición de la comunidad. “En el estuario exterior y medio, la biomasa disminuyó significativamente debido a las menores concentraciones de nutrientes, mientras que en los alrededores de la depuradora aumentó tras las obras de alcantarillado, probablemente porque las cargas excesivas de amonio procedentes de los vertidos estaban provocando la supresión del crecimiento del fitoplancton en la zona”, señala. Asimismo, los investigadores han percibido cambios importantes en la comunidad; “por ejemplo, hemos detectado el aumento significativo de algunos grupos tras las obras”.

Metodología basada en los pigmentos

Para llevar a cabo el estudio han utilizado PIGMENTUM, una novedosa herramienta basada en el análisis de pigmentos y desarrollada recientemente por estos investigadores (Bilbao y Seoane, 2024). Se trata de una herramienta que permite, a través de los pigmentos, conocer la composición de la comunidad fitoplanctónica “no a un nivel específico, sino que permite conocer el porcentaje que cada uno de los grupos pigmentarios tiene en la comunidad”, explica Seoane. “Esta investigación ha servido para demostrar que es una herramienta útil para estudiar la composición y su variabilidad, ya que registra organismos de un tamaño tan pequeño que habrían sido ignorados si solo se hubiera empleado microscopía”, añade Bilbao.

Según afirman los investigadores del departamento de Biología Vegetal y Ecología, “estos cambios podrían tener implicaciones ecológicas en un futuro próximo, ya que los cambios en la composición de la comunidad fitoplanctónica pueden tener efectos en toda la cadena trófica (pues esta se encuentra en la base de la cadena)”. Este estudio ha constatado “los efectos beneficiosos que han tenido las citadas obras de saneamiento. Claramente ha habido una mejora de la calidad química del agua, y hay indicios de que se avanza hacia una mejor calidad del agua, aunque para la recuperación biológica siempre se necesita más tiempo, porque hay una resiliencia en el estuario, hay sustancias que quedan en los sedimentos, pero también se han visto cambios”, sostienen.

Seoane y Bilbao siguen estudiando la comunidad fitoplanctónica del estuario de Urdaibai. “Los muestreos posteriores que hemos ido haciendo muestran que la comunidad ha tomado una buena dirección”, concluyen.

Información complementaria

Este estudio corresponde a una parte de la tesis doctoral que ha realizado Jone Bilbao bajo la dirección de Sergio Seoane en el Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad del País Vasco.

Seoane imparte clases en estudios de grado y diversos postgrados (Máster en Biodiversidad, Funcionamiento y Gestión de Ecosistemas, Máster Erasmus Mundus en Medio Ambiente y Recursos Marinos, Máster en Contaminación y Toxicología Ambientales).