Alba Mosterio Couso y Eneko Serrano García, estudiantes de 4º del Grado de Bioquímica y Biología Molecular, crean el juego de cartas ‘La evolución molecular de los coronavirus’, con el objetivo de dar a conocer de forma lúdica los coronavirus, explicar su transmisión y mortalidad, descubrir las mejores maneras de protegerse y dar valor a la divulgación científica, a la investigación y al sistema sanitario.
Un juego de cartas contra el coronavirus
Alba Mosteiro y Eneko Serrano, estudiantes del Grado de Bioquímica y Biología Molecular, desarrollan unos naipes para explicar la Covid-19
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Fecha de primera publicación: 25/06/2020
Los dos estudiantes han desarrollado este original juego de naipes en el marco de la asignatura “Molecular Evolution”. Además del contenido teórico, otro de los objetivos de esta asignatura, impartido por la profesora Itziar Alkorta Calvo del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencia y Tecnología), es que el alumnado desarrolle habilidades de comunicación científica a nivel oral y escrito.
De entre los temas ofrecidos por la profesora se encontraba la evolución molecular de los coronavirus. Alba Mosteiro Couso y Eneko Serrano García se sintieron atraídos por la idea de poder hacer un trabajo sobre un tema de tantísima actualidad desde el punto de vista de la evolución molecular.
Partiendo de esa base empezaron a buscar la información necesaria sobre este tipo de virus y a pensar qué soporte podrían utilizar. La primera idea fue desarrollar una página web, pero lo descartaron muy rápido, buscando algo más novedoso y llamativo. “Fue entonces cuando Eneko propuso la idea de realizar un juego. Desde entonces estuvimos dándole vueltas a cómo podríamos transformar toda la información en un juego divertido, y a su vez divulgativo, con el que la gente pudiera aprender y concienciarse acerca de lo importantes que son los centros de investigación y el sistema sanitario”, explica la alumna Alba Mosteiro.
Eneko Serrano indica que la dinámica del juego es bastante simple: “se basa en concienciar sobre las medidas que ayudan a detener la propagación de este tipo de virus, a la vez de dar información sobre diferentes cepas que han aparecido a lo largo de la historia, ya que el Covid-19 es solo uno de los muchos brotes registrados hasta la fecha”.
Trasmisión de conocimiento
El formato, un juego de mesa, hace que esta trasmisión de conocimiento se haga de forma amena, tanto para el alumnado, que puede expresarse utilizando las herramientas que utilizan en otros contextos de su vida, como para las personas que reciben el producto final: profesorado, alumnado, compañeros de clase o público en general.
Mediante este tipo de actividades de divulgación, la profesora Itziar Alkorta pretende que el alumnado aprenda sobre un tema concreto hasta entenderlo en profundidad. “Son capaces de extraer las ideas fundamentales para poder explicar de forma sencilla algo complejo (lo aprendido) pero sin perder el rigor científico”.
En opinión de Alkorta, la divulgación científica es una de las obligaciones de los científicos y las científicas, pues no solo pone en valor ante la sociedad su trabajo, sino que contribuye a “dotar a la ciudadanía” de las “herramientas necesarias” para la “toma de muchas e importantes decisiones”.
Alba y Eneko también resaltan la importancia de la divulgación científica y apuestan por fomentar la ciencia “más allá del ámbito de la enseñanza”, como, por ejemplo, en la televisión, “con programas que fomenten la divulgación”, o con instituciones como museos de la ciencia “que acerquen” los avances científicos más relevantes al público.
“La creación de un museo de la ciencia, que no solo exponga objetos, sino que sea completamente interactivo y que permita aprender de una manera didáctica y divertida, que quizá es lo que le falta a la divulgación científica de hoy en día”, puntualiza Eneko. “Es uno los sueños de mi vida”, revela.
Reforzar el sistema público
Una idea sustancial que quieren trasladar tanto Alba como Eneko es que la sociedad “no debe olvidar” todo lo que se ha estado reivindicando en este confinamiento. “De nada habrán valido los aplausos todas las tardes, si una vez acabe todo, las condiciones del personal sanitario no mejoran, o si las horas de trabajo e investigación de todo el personal investigador no se ven recompensadas como lo deben ser, al menos, con convenios dignos y justos. En definitiva, nada habrá servido si no reforzamos ampliamente el sistema público en ambos casos”, remarcan.