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Javier Escobar, único psiquiatra de habla hispana en el comité científico que decide qué es un trastorno mental

«En psiquiatría, los medicamentos de ahora no son mejores que los de hace 50 años»

El reputado investigador ha colaborado en la traducción al euskera del DSM5, la guía internacional por excelencia para detectar los síntomas en la salud mental

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 11/07/2019

Javier Escobar

Javier Escobar es el único psiquiatra de habla hispana en el comité científico que decide qué es un trastorno mental y puede ser incluido en el DSM5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders / Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), la guía norteamericana de la salud mental referente a nivel mundial. Este investigador de origen colombiano, trabaja actualmente en la Universidad de Rutgers (EEUU) y colabora con equipos de la Facultad de Medicina y Enfermería desde los años setenta, cuando el profesor José Guimón le propuso participar en investigaciones sobre salud mental en Euskadi.

¿Qué le trae por Bilbao esta vez, Dr. Escobar?

La Universidad de Rutgers y la UPV/EHU tenemos firmados varios acuerdos de colaboración para realizar investigaciones y de intercambio tanto de estudiantes, como de personal investigador.

He aprovechado para hablar con las doctoras Agurtzane Ortiz y Naiara Ozamiz (investigadoras del departamento de Neurociencias), para comentar las repercusiones que está teniendo la traducción al euskera del DSM5 que hemos hecho y ver en qué otros proyectos vamos a colaborar en el futuro.

¿Cómo valora ese trabajo de traducción al euskera del DSM5?

Único, es muy importante. No creo que se haya hecho en ningún otro sitio. Pienso que los expertos en trastornos de personalidad lo aprecian mucho; de hecho, se ha publicado en revistas de gran prestigio.

El que alguien exprese lo que le ocurre en su propio idioma (en euskera en este caso) y un psiquiatra pueda identificar unos síntomas, a partir de los que diagnosticar un trastorno mental, es un gran paso. Eso es lo que permite esta traducción.

En general los trastornos son universales, no importa que hables euskera o quechua; se van a expresar de las mismas formas, pero con diferentes palabras. Es la importancia de los estudios globales. Por ejemplo, antes creíamos que los trastornos de personalidad (narcisista,…) eran específicos de Norteamérica, pero cuando comencé a investigar con mi buen amigo José Guimón y su equipo, vimos que aquí también ocurría.

La publicación del DSM5 provocó cierto revuelo porque no recogía posibles trastornos extendidos como la adicción a internet o video juegos.

Muchas de estas decisiones son políticas. Por ejemplo, nuestro comité recomendó cambiar los criterios de los trastornos de personalidad, utilizando nuevos criterios, que fueron los que también utilizamos en una investigación que hicimos junto a la UPV/EHU. Eso fue aceptado por todos los comités científicos, pero la Junta Directiva de la Asociación Psiquiátrica Americana decidió no modificar los criterios, por la presión de psicólogos y psicoanalistas.

Respecto a lo que me dices, había mucha demanda para que se incluyera el trastorno por juegos en internet en la clasificación internacional, sobre todo por parte de los japoneses y orientales, porque allí ha alcanzado dimensiones increíbles en la juventud. Yo creo que tiene mucho potencial de ser un diagnóstico psiquiátrico, porque interfiere con las otras funciones, el personaje no vuelve a dormir.

¿Quizá en futuras revisiones?

Siempre estamos abiertos a nuevas inclusiones. De hecho, la Asociación Psiquiátrica Norteamericana está pidiendo resultados para hacer revisiones sobre diagnósticos que hay que cambiar. Pero hay mucha resistencia a incluir diagnósticos nuevos, porque ya hay demasiados; de hecho, la psiquiatría comenzó con diez trastornos y ya vamos por más de doscientos.

¿Hacia dónde avanza la investigación en salud mental?

La genética. Los estudios han encontrado más de cien genes comunes en la esquizofrenia, en el trastorno bipolar y el trastorno depresivo mayor. Hay ya genes específicos en el trastorno de Alzheimer. En Colombia, por ejemplo, se hizo un estudio que predice la enfermedad ya a la edad de 40 años: si te detectan esos genes, ya se sabe que lo vas a padecer.

Además, parece que ciertos trastornos psiquiátricos podrían estar asociados entre sí. La genética le da especificidad al diagnóstico, pero está buscando formas nuevas de clasificar los síndromes psiquiátricos severos, que se puedan relacionar con grupos de genes más pequeños, como se hace con el cáncer.

¿Está usted realizando alguna investigación en este sentido?

Acabamos de recibir financiación para abrir una nueva línea de investigación: analizar los genes que afectan a los trastornos mentales severos (esquizofrenia, depresión psicótica, trastornos bipolar,…). Hay una población de la región cafetera de Colombia, la población “paisa”, que ofrece oportunidades únicas para estudios genéticos y científicos de estudios físicos y de trastornos mentales. Dadas sus características específicas, la población del País Vasco también tiene potencial de ser estudiado.

Usted considera eficaces determinadas terapias “ecológicas” como una alternativa.

Sí. Hay trastornos menos graves que se manejan con terapias psicosociales, psicoterapias o ‘mindfulness’. Todas estas terapias tienen mucho potencial y eficacia. Pero el estado de la psiquiatría es complejo, porque el progreso ha sido pequeño, fuera de estas revisiones diagnósticas que nos han socializado un poco el pensamiento, no hay mucha novedad…

¿A qué se refiere?

Los medicamentos de ahora no son mejores que los de hace cincuenta años. Cuando llegué a los Estados Unidos era la época del LSD, la psilocibina y el peyote, es decir, los alucinógenos; era la época de la música y los dibujos psicodélicos. Hoy en día, la ketamina, con propiedades alucinógenas y otros compuestos similares, se están utilizando ahora para el tratamiento de la depresión severa y otros trastornos. Además, el cannabis, la marihuana, se ha legalizado y tiene muchas aplicaciones terapéuticas. Creo que eso es señal del estancamiento científico, que los medicamentos que se desarrollan no han traído muchas ventajas.

¿Es pesimista?

No… son trastornos muy complejos. La psiquiatría es la más difícil de todas las especialidades médicas.

¿Qué proyectos de colaboración tiene pensados a corto plazo con la UPV/EHU?

Seguir ampliando los trabajos de colaboración. Hemos estado hablando para investigar en el área de la geriatría y la psicopediatría. La geriatría: es importante trabajar la prevención de la demencia o del Alzheimer, por el impacto que supone sobre las familias, la mejoría de la calidad de vida,… Por otro lado, queremos participar de alguna forma en los estudios genéticos de los trastornos, dadas las características especiales de la población vasca. Y, por supuesto, seguir con el intercambio de estudiantes y docentes. Se me ha invitado a participar en una sesión del “Máster en Envejecimiento Saludable”. Estos encuentros abren oportunidades de ampliar las colaboraciones.