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Importancia de la microbiología en el diagnóstico rápido de la bacteriemia y la sepsis

Una tesis de la UPV/EHU resalta la necesidad de la atención continuada del Servicio de Microbiología en los hospitales

  • Investigación

Fecha de primera publicación: 04/07/2022

Amaia Aguirre Quiñonero, facultativa del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Araba
Amaia Aguirre Quiñonero, facultativa del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Araba | Foto: Nuria González. UPV/EHU.

La sepsis es un síndrome clínico de extrema gravedad, con una tasa de mortalidad elevada, una incidencia creciente e importantes costes asociados. En todo el mundo, la sepsis sigue siendo una de las causas más importantes de morbimortalidad. Una tesis de la UPV/EHU ha estudiado el incremento continuo y progresivo de episodios de bacteriemia, presencia de bacterias en el torrente sanguíneo, en los centros hospitalarios y la mejor forma de contrarrestarlos.

Las tasas de morbimortalidad de las infecciones del torrente sanguíneo están relacionadas con el retraso en la administración del primer antimicrobiano apropiado, y varios estudios han demostrado que la administración temprana de una terapia empírica adecuada es crucial para la supervivencia de los pacientes con sepsis.

Se estima que el alrededor de la mitad de los pacientes adultos con bacteriemia (y el 70 % de los pacientes con fungemia) reciben un tratamiento antimicrobiano empírico incorrecto. Esos tratamientos se eligen en función de los datos clínicos y epidemiológicos locales, por lo que las guías de tratamiento empírico deben adaptarse, revisarse y actualizarse periódicamente.

La tesis defendida por Amaia Aguirre Quiñonero se ha centrado en el estudio del diagnóstico microbiológico de bacteriemia y fungemia por cultivo, analizando la epidemiología, etiología y perfiles de resistencia de los principales microorganismos responsables de infección del torrente sanguíneo a antibióticos clave aislados en el Laboratorio centralizado de Microbiología del Hospital Universitario Araba durante un período de seis años (2015-2020). Para ello, evaluó dos tipos de antibiogramas rápidos e investigó el papel potencial del tiempo de positivización en el diagnóstico de bacteriemia. Así mismo, el trabajo evalúa el impacto de la pandemia por SARS-CoV-2 en la utilización de hemocultivos y describe las características de la bacteriemia en pacientes infectados por dicho virus.

Dado que el tratamiento empírico se basa en la epidemiología local, es fundamental el seguimiento continuo de las tendencias temporales en la tasa de incidencia, la distribución de especies y los perfiles de sensibilidad a antimicrobianos. El tratamiento antibiótico se inicia con frecuencia en los Servicios de Urgencias y tiene una gran trascendencia para el paciente y su evolución. Por ello, conocer la epidemiología y la etiología de los aislamientos obtenidos en hemocultivos solicitados en esos servicios es especialmente importante.

Importancia de un diagnóstico correcto

“Además de enfatizar el valor de la terapia empírica temprana, es importante garantizar que las infecciones del torrente sanguíneo se diagnostican correctamente y que los microorganismos causales, sus sensibilidades y las posibles fuentes primarias de infección se evalúan minuciosamente para permitir una terapia antimicrobiana dirigida óptima y en el menor tiempo posible. Por lo tanto, el diagnóstico microbiológico rápido y preciso del agente causal y su perfil de sensibilidad es crucial”, explica Amaia Aguirre Quiñonero, microbióloga del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Araba de Vitoria-Gasteiz.

Para el diagnóstico de la infección del torrente sanguíneo, los hemocultivos continúan siendo la herramienta de primera línea y es previsible que continúen siéndolo en un futuro próximo a pesar de los avances en nuevas tecnologías. La identificación rápida y las pruebas de sensibilidad antimicrobiana de los hemocultivos positivos se encuentran entre las tareas más importantes que el Servicio de Microbiología Clínica lleva a cabo. “Sin embargo, aunque la automatización o la utilización de tecnologías tales como la espectrometría de masas (MALDI-TOF) o las plataformas moleculares recientemente comercializadas han permitido ya una aceleración en el diagnóstico microbiológico, sin un Servicio de Microbiología operativo las 24 horas del día, los 7 días de la semana y un microbiólogo que emita informes, esas mejoras son ineficaces”, enfatiza.

El tiempo de positivización de hemocultivos constituye una información fácilmente accesible, proporcionada por los sistemas automatizados, que puede reflejar el tipo y la especie de microorganismo aislado y la concentración o carga bacteriana del microorganismo en la sangre. De ahí que su uso potencial en la práctica clínica diaria haya sido cada vez más reconocido.

Por otra parte, el valor pronóstico de los hemocultivos está limitado por la contaminación, definida como el crecimiento en cultivo de microorganismos que no están realmente en la sangre del paciente. “Las contaminaciones pueden conducir a tratamientos antibióticos innecesarios, pruebas de laboratorio redundantes, hospitalizaciones evitables o aumentos en la estancia hospitalaria, entre otros. Por ello, el desarrollo de herramientas que puedan ayudar a dilucidar el papel que juega un microorganismo aislado en la infección es especialmente importante en instituciones con una alta tasa de contaminaciones”, comenta la nueva doctora.

Aumento continuo y progresivo de bacteriemia

El estudio realizado destaca el incremento continuo y progresivo de episodios de bacteriemia en el Hospital Universitario Araba. “Los episodios pertenecientes a hemocultivos solicitados en los Servicio de Urgencias aumentaron igualmente significativamente. Nuestros resultados revelan un bajo nivel de resistencia a los antibióticos y antifúngicos frecuentemente utilizados en nuestra área. Sin embargo, el aumento en la resistencia a linezolid en cocos Gram positivos y a amoxicilina-clavulánico en el Grupo B. fragilis se está convirtiendo en una amenaza real”, detalla.

Por otra parte, los métodos de antibiograma propuestos demostraron ser útiles para cefalosporinas y carbapenémicos de manera que, para enterobacterias, parece factible reportar un antibiograma preliminar en cinco horas.

También, el análisis de los tiempos de positivización de los hemocultivos positivos demostró ser una herramienta útil para orientar hacia el tipo de microorganismo aislado y su papel en la infección. “Nuestros resultados apoyan la desescalada antimicrobiana transcurridas 48 horas siempre que no se sospeche de fungemia o bacteriemia anaerobia. Además, se propone una fórmula de regresión logística binaria, que puede ayudar a determinar el papel que juegan los estafilococos coagulasa-negativos (microorganismos más frecuentemente implicados en contaminación) en la infección”, indica la investigadora.

La rápida propagación de SARS-CoV-2 en el área sanitaria provocó una oleada de pacientes febriles que acudieron a los hospitales de la red. Así, el número de hemocultivos solicitados en 2020 aumentó estadísticamente en comparación con 2019. En pacientes con SARS-CoV-2, tanto el espectro de microorganismos implicados como el foco de infección fueron los esperados para pacientes con hospitalizaciones prolongadas.

Como se demuestra en la investigación, es factible emitir un antibiograma provisional en tan solo cinco horas desde la positivización de los frascos de hemocultivo para los principales agentes implicados en la bacteriemia. Además, “nuestro Servicio cuenta con tecnología suficiente (espectrómetro de masas MALDI-TOF MS y PCR multiplex en tiempo real específico para sepsis) que permite acelerar de forma extraordinaria la emisión de informes. Sin embargo, en la actualidad, el Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Araba, uno de los cinco hospitales terciarios de Euskadi, que dispone de una tecnología comparable a la del resto de hospitales universitarios vascos, no cuenta con un horario de atención continuada que permita su utilización adecuada”.

Información complementaria

La tesis doctoral de Amaia Aguirre Quiñonero, facultativa del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Araba, dirigida por el catedrático de Microbiología de la UPV/EHU Javier Garaizar Candina y el doctor Andrés Canut Blasco, responsable del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Araba, lleva por título ‘Conventional microbiological diagnosis and epidemiology of bacteraemia in a tertiary and a district hospital over a six-year period’ (Diagnóstico microbiológico convencional y epidemiología de la bacteriemia en un hospital terciario y en uno comarcal durante un periodo de 6 años). Dicha tesis se ha realizado dentro del Programa de Doctorado en Inmunología, Microbiología y Parasitología del Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.