Seis estudiantes de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco están entre las cien mejores notas del examen FIR (Farmacéutico Interno Residente) celebrado recientemente. Entre ellos, destaca Ilargi Zipitria Sinde, que ha logrado la sexta mejor nota. Al examen se presentaron 1.599 aspirantes para disputarse una de las 308 plazas convocadas. 

¿Cómo fue tu paso por la Facultad de Farmacia? 

Para mí fueron unos años muy agradables, en Vitoria-Gasteiz me encontraba muy a gusto e intentaba tener los estudios al día. Sin embargo, en época de exámenes, claro, siempre teníamos mucho que aprender. Además, tenía asignaturas que me interesaban especialmente y tendí a centrarme en ellas, así hacía todo con más ganas. Además, la universidad te da la oportunidad de hacer otras cosas, además de los estudios, y también he disfrutado mucho de mi vida como estudiante. 

¿Tenías claro desde un principio que te presentarías al FIR? 

No, no. De hecho, nunca fue una opción para mí presentarse al examen de FIR. Tenía muchas dudas con lo que iba a hacer una vez terminado el grado. En verano, tras finalizar el 4º curso, hice unas prácticas voluntarias en el Campus de Leioa, en el Departamento de Neuropsicofarmacología, para ver el trabajo que hacen allí, pero eso tampoco me aclaró del todo las dudas. Posteriormente, las prácticas tuteladas de nivel 5 las hice en el servicio de Farmacia del Hospital Donostia, donde estuve muy a gusto. Entonces decidí que, aunque el camino para trabajar en el hospital era complicado, al menos tenía que intentarlo. 

¿Cómo te has preparado para afrontar el examen del FIR? 

La verdad es que he aprendido mucho a lo largo de estos meses, me apunté a una academia y me fui fuera del País Vasco para tener clases presenciales, porque aquí no tenemos la posibilidad de hacerlo. Sin embargo, desde el principio tenía muy claro que no quería sufrir más de lo debido durante el proceso de preparación, porque no es nada fácil despertarte cada día y ponerte a estudiar, y me ha ayudado mucho pensar que tenía que hacer un proceso acorde con mis capacidades. Y es que no todos somos iguales, algunos quizá tengan capacidad de estudiar doce horas diarias, de no tomarse un descanso. Uno debe buscar sus mecanismos para afrontar esos duros meses. Y claro, también es muy importante llegar al día del examen con tranquilidad, fuerza y ganas. Yo hice el examen muy tranquila, razonando todo lo que pude, y creo que eso me ayudó mucho para conseguir ese resultado. 

¿Cuántas horas de estudio has dedicado? 

Pues desde finales de agosto he pasado entre 10 y 11 horas diarias estudiando. Antes había visto unas clases online y también hacía unos test para saber un poco cómo iba a ser la formación, pero hasta que no comencé las clases presenciales no me puse a estudiar a tope. Entonces sí, por las tardes íbamos a clase y por las mañanas estudiábamos por nuestra cuenta. Me limité a estudiar a lo largo de esos meses, dejando de lado la vida social y el ocio. Además, es muy importante que se hagan preguntas de test, al fin y al cabo, quien responda correctamente a las preguntas el día del examen obtendrá la plaza y no quien haya memorizado más cosas. Así que no pasaba esas horas delante de los apuntes, también hacía muchos test, veía vídeos para asimilar mejor algunos conceptos, etcétera. 

¿Tienes pensado ya la especialidad y dónde la desarrollarás? 

Todavía no tengo claro lo que voy a elegir, lo que más me gusta es la farmacia y la microbiología clínica, y es posible que me quede en el País Vasco. 

¿Qué te gustaría hacer en el futuro y dónde? 

En el futuro, quién sabe dónde y en qué estaré. Hace un año tampoco esperaba estar en la situación en la que estoy ahora y mira, pero para mí lo más importante es disfrutar de lo que hago y estar contenta, así que intentaré buscar en todo momento el camino para ello. De momento, lo que me toca ahora es elegir plaza y pasar los próximos cuatro años en una especialización, a partir de ahí ya se verá.