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A pesar de la crisis la sociedad vasca es más inclusiva y solidaria con la población de origen extranjero

El índice de tolerancia de la población vasca hacia estas personas marca este año un nuevo récord y aumenta hasta los 69,28 puntos

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Fecha de primera publicación: 31/10/2022

Gorka Moreno, Beatriz Artolazabal y Julia Shershneva | Foto: Fernando Gómez. UPV/EHU

Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración ha presentado hoy, en el Bizkaia Aretoa, una nueva edición el ‘Barómetro’ el estudio sociológico que recoge anualmente las percepciones y actitudes de la sociedad vasca hacia la población de origen extranjero. En el acto han participado la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, el vicerrector del Campus de Bizkaia de la Universidad del País Vasco, Gorka Moreno, y Julia Shershneva, directora de Ikuspegi.

Según se desprende de esta nueva edición, “la sociedad vasca ha redoblado su tolerancia y ha mostrado una solidaridad inédita con las personas de origen extranjero; a pesar, incluso, del escenario policrítico que ha marcado la crisis”.

El Barómetro 2022 constata que la actitud de la población vasca hacia estos colectivos las personas de origen extranjero mantiene una tendencia positiva, y su índice de tolerancia vuelve a ascender, esta vez hasta los 69,28 puntos.

 

Índice de tolerancia de la población vasca hacia las personas de origen extranjero. Fuente: Barómetro 2022. Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración

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Índice de tolerancia de la población vasca hacia las personas de origen extranjero. Fuente: Barómetro 2022. Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración

 

Julia Shershneva, directora de Ikuspegi, afirmaba que “hasta muy recientemente, entendíamos que la tolerancia de la población vasca venía marcada y condicionada por el contexto económico y social del momento. Así fue durante la última crisis económica, cuando, a la par que se desplomaban los indicadores macroeconó-micos, cayó también el grado de tolerancia y confianza de la población vasca. Esto cambió con la pandemia, pues, a pesar del impacto directo que esta tuvo sobre la sociedad vasca, lejos de retroceder a posicionas más negativas la población se mostró más comprensiva, tolerante e inclusiva”.

El equipo de Ikuspegi-Observatorio Vasco de Inmigración ha comprobado, así mismo, que esta tendencia se ve corroborada por la empatía mostrada por la sociedad vasca hacia las peticiones de asilo y refugio de las personas de origen ucraniano. Como explicaba la directora de Ikuspegi, Julia Shershneva, “la población ha respondido con solidaridad a las necesidades del pueblo ucraniano, lo que se ve reflejado en los datos de este año, los más altos de toda la serie histórica”. En 2022, ha añadido, “un 49,7% de la población se ha mostrado favorable a acoger a las personas solicitantes de asilo y refugio sin ninguna restricción, a lo que se suma otro tercio (36,3%) que se muestra favorable a acoger a estas personas una vez demostrada su condición de perseguidas”.

En esta misma línea integradora, el estudio refleja que “la sociedad vasca rechaza un sistema de protección social únicamente para personas autóctonas y considera que la sanidad y, en menor medida, la asistencia jurídica, deben ser derechos universales de todas las personas”.

La inmigración no se percibe como un problema

Mejora también el grado de simpatía que muestra la población vasca hacia las personas de todas las procedencias, incluidas aquellas más alejadas cultural o simbólicamente de las consumbres autóctonas; según el nuevo Barómetro.

En un escenario marcado por la invasión de Ucrania, la inflación o la pandemia, “la sociedad vasca no considera la inmigración como un problema urgente que haya que acometer”. Así, únicamente un 3,3 % de la sociedad vasca considera la inmigración como un problema personal, y solo un 5,7% como problema para Euskadi, el dato más bajo de desde que se realiza el estudio.

En relación al modelo de integración social, la sociedad vasca sigue optando por un modelo asimilacionista por decantación o lo que se puede entender por un ‘asimilacionismo amable’. Es decir, aun reconociendo que los procesos de integración demandan un esfuerzo compartido, la sociedad vasca deposita en la población inmigrante el mayor esfuerzo por adaptarse a nuestras costumbres y tradiciones.

El discurso funcional sobre la inmigración y su participación en el mercado laboral está instalado entre la sociedad vasca, donde se percibe un aumento de los efectos positivos que genera la inmigración en el empleo y la economía con respecto a ediciones anteriores.

En este sentido, cabe destacar que los rumores y los estereotipos falsos sobre la inmigración siguen perdiendo peso y cada vez tienen menor presencia y apoyo social. Año a año, rumores como que se aprovechan del sistema de protección social o que se llevan todas las VPO van perdiendo fuerza y ya son más las personas que rechazan este tipo de afirmaciones que quienes las defienden.

Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, ha hablado de “tolerancia” y ha expuesto que “una cultura debe beber de diferentes fuentes porque eso le hará avanzar hacia una sociedad más justa”.

“Vamos deshaciéndonos de prejuicios sin una base real. Sobre todo, vamos respetando los derechos fundamentales de las personas migrantes; derechos como labrarse una vida digna e integrarse en la sociedad, como la vasca, de la que han decidido formar parte, sin imposiciones, restricciones y exclusiones”, ha expuesto. Artolazabal ha dicho que la ruta del Gobierno se encamina a “construir una sociedad vasca, presente y futura, igualitaria en el acceso a derechos ciudadanos, igualdad en derechos y deberes” y ha concluido parafraseando al Lehendakari Urkullu con un “en Euskadi nadie sobra”.

Por su parte, Gorka Moreno, vicerrector de la UPV/EHU, subrayaba “la importancia de investigar en torno a las actitudes hacia la inmigración y poder monitorizar a lo largo del tiempo la evolución de las mismas. Ikuspegi es un claro ejemplo de colaboración interinstitucional consolidado en el tiempo. Un proyecto que responde a las necesidades y los retos sociales y que entronca de lleno con el lema de la UPV/EHU: eman ta zabal zazu”.