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Pilotando la transformación urbana sostenible

El proyecto unicitiES 2030 conecta la Universidad y las ciudades para alcanzar la neutralidad climática

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Fecha de primera publicación: 15/07/2024

De izquierda a derecha, Ibai Ortiz de Arri, Mikel Saez de Vicuña y Javiera Jaras | Foto: UPV/EHU.

El Campus de Álava de la Universidad del País Vasco está pilotando el proyecto unicitiES 2030, una iniciativa enmarcada en la conexión entre la Universidad y las ciudades con el apoyo del Ministerio de Universidades. Inspirado en la metodología de City Studio, impulsa el desarrollo de trabajos de fin de titulación (TFG/TFM) alineados con las necesidades de las ciudades, en los que el alumnado, profesorado y personal técnico municipal trabajan conjuntamente para cocrear soluciones y contribuir a la transformación urbana sostenible mediante la resolución de retos específicos a los que se enfrentan las ciudades para alcanzar la neutralidad climática.

A la convocatoria de este año se presentaron un total de 28 propuestas, de las que seis fueron las seleccionadas:

  • ‘Ciudades Participativas y Resilientes: Morado sobre Verde en el Diseño Urbano de Vitoria-Gasteiz’, de Javiera Jaras Castaños (Máster en Participación y Desarrollo Comunitario).
  • ‘Estudio sociológico de percepción de la calidad de vida del barrio de Lakua’, de Ane Fernández Blanco (Máster propio en Medio Ambiente, Sostenibilidad y ODS).
  • ‘Guía de buenas prácticas para la reducción de residuos orgánicos alimentarios dirigida a hogares y pequeños comercios de Vitoria-Gasteiz’, de Julen Azcarate Bengoechea (Grado en Nutrición Humana y Dietética).
  • ‘Horizonte 2030: Lecciones de la misión climática de Vitoria-Gasteiz desde la Neutralidad de Emisiones a la Localización de los ODS’, de Mikel Saez de Vicuña Blanco (Posgrado en Integración Estratégica, Seguimiento y Comunicación de la Agenda 2030 y ODS).
  • ‘Identificación de empresas en las actividades de la Economía Circular en Vitoria-Gasteiz’, de Lander Martínez Diez (Doble Grado en Ingeniería Mecánica y Administración y Dirección de Empresas).
  • ‘Valoración hidrogeomorfológica de los ríos del sur de Vitoria-Gasteiz’, de Ibai Ortiz de Arri Barrondo (Grado en Geografía y Ordenación del Territorio).

En Campusa hemos hablado con tres de las personas seleccionadas para que nos expliquen sus trabajos.

Evaluación del río Batán

Ibai Ortiz de Arri

Ibai Ortiz de Arri ha realizado una evaluación hidrogeomorfológica del río Batán, situado en el municipio de Vitoria-Gasteiz, para tener una referencia de su estado ecológico. Tras el trabajo de campo para conocer de primera mano los impactos, presiones y procesos geomorfológicos que contiene el río, análisis de la evolución de los usos del suelo en la cuenca y estudio del cambio del trazado del cauce del río en las últimas décadas, ha aplicado el Índice Hidrogeomorfológico IHG al mismo, lo que proporciona una idea sobre su situación.

Tras la evaluación, Ibai propone diferentes medidas para mejorar su estado. “Mi propuesta es devolverle la dinámica fluvial natural que merece, disminuyendo y retirando diferentes presiones antrópicas que, al fin y al cabo, como en otros hábitats, son las principales causantes de su deterioro. Por ese motivo, si queremos solucionar la situación ambiental tan crítica en la que nos encontramos, debemos aprender a convivir con la naturaleza respetando sus procesos naturales, dando prioridad a las Soluciones Basadas en la Naturaleza, para crear de esa forma territorios más sostenibles, saludables y resilientes”, explica.

Parte del río sometido a estudio se sitúa en el Parque de Larragorri, que se quiere incluir en los próximos años en el Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz. Por ese motivo, “me parece un estudio muy interesante y útil para la administración local, porque les proporciona una idea del estado del río acompañado de medidas para su mejora, teniendo en cuenta que los ríos saludables tienen múltiples beneficios medioambientales y sociales, entre otros: son hábitats con una gran biodiversidad, contribuyen en la regulación del clima local, controlan la calidad del agua y ayudan a mitigar los efectos negativos de las inundaciones, ayudando todo ello al desarrollo sostenible de la ciudad y adaptándola para mitigar los impactos negativos del cambio climático”, concluye.

Sin duda, un trabajo que se ciñe a los objetivos del proyecto unicitiES 2030 y que es posible su puesta en marcha en un corto-medio plazo.

Agenda Urbana Vitoria-Gasteiz 2030

Mikel Sáez de Vicuña

Mikel Saez de Vicuña ha investigado la relación entre la diplomacia climática y la acción climática en Vitoria-Gasteiz, y su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2030. Para ello, ha examinado la Agenda Urbana Vitoria-Gasteiz 2030 (AU2030VG) y el Contrato Climático de la Ciudad, explorando cómo las acciones locales se alinean con los objetivos climáticos globales establecidos en el Acuerdo de París y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Tras su análisis, plantea realizar una revisión exhaustiva de documentos y registros oficiales para comprender cómo la agenda climática de Vitoria-Gasteiz se integra con los desafíos urbanos globales y la diplomacia climática; una revisión de los métodos de evaluación actuales; un análisis comparativo para identificar mecanismos que podrían incorporarse para mejorar la efectividad de los métodos de seguimiento de la AU2030VG; y desarrollar recomendaciones de políticas basadas en las prácticas exitosas observadas en otras ciudades con mejoras específicas en los mecanismos de coordinación, seguimiento e informe.

“A corto y medio plazo, veo la puesta en marcha de estas acciones como factible y crucial para el éxito de los objetivos climáticos de Vitoria-Gasteiz. El establecimiento de una base sólida mediante la contextualización y comparación de los planes actuales permitirá identificar áreas clave para mejorar. La evaluación de los métodos de seguimiento y la incorporación de mejores prácticas de otras ciudades proporcionará un marco robusto para la implementación de políticas efectivas. Las recomendaciones de políticas específicas ayudarán a orientar las acciones locales hacia la consecución de los objetivos de neutralidad de carbono para 2030. La participación continua de las partes interesadas o stakeholders y una gobernanza efectiva serán esenciales para asegurar el éxito de estas iniciativas”, destaca.

Uno de los hallazgos de su investigación es que de los 85 desafíos estratégicos en la Agenda Urbana 2030 de Vitoria-Gasteiz, solo 35 (41,14 %) están alineados con la misión de descarbonización, indicando la necesidad de acciones más específicas y dirigidas.

Para lograr los objetivos de los desafíos estratégicos propone el desarrollo de mecanismos avanzados para el monitoreo de indicadores técnicos complejos, incluyendo sistemas de recolección de grandes datos y herramientas analíticas avanzadas como la IA y el aprendizaje automático, y el fortalecimiento de la coordinación y gestión de todas las partes interesadas; implementar estrategias adaptadas a los desafíos únicos de cada sector; incorporar actores clave de diversos sectores para asegurar la sostenibilidad del plan independientemente de los cambios políticos; y desarrollar una estrategia de comunicación robusta y comprensiva para promover la visibilidad y el compromiso público, utilizando plataformas digitales y campañas mediáticas.

Otra mirada para el diseño de espacios púbicos

Javiera Jaras

Javiera Jaras ha analizado la calidad democrática de la planificación urbanística y el diseño de espacios públicos de manera participativa en Vitoria-Gasteiz con el fin de transformar las desigualdades de género y mejorar la sostenibilidad ambiental. “Para que una ciudad alcance la sostenibilidad en su sentido más amplio, definida como la capacidad de atender las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas, es fundamental basarse en principios democráticos y participativos. Esos principios fomentan una distribución equitativa del poder, facilitando un modelo de gobernanza inclusiva que busca la participación activa de todas las personas, especialmente de aquellas pertenecientes a comunidades históricamente marginadas”, comenta en su trabajo.

Para ello, la planificación y diseño urbano se sostienen sobre tres pilares interconectados y complementarios: una gobernanza participativa que refleje equidad y justicia social; la incorporación de una perspectiva feminista que promueva la diversidad y la inclusión en el diseño y manejo urbano; y la implementación de estrategias proactivas contra el cambio climático, asegurando así la sostenibilidad ambiental.

“Mi trabajo ha consistido en evaluar cómo las experiencias participativas pueden democratizar las relaciones de poder en el ámbito urbano, examinando las dinámicas de poder y los mecanismos de toma de decisiones. Además, he investigado cómo la inclusión de la perspectiva feminista y de género en la planificación urbanística participativa puede afectar y potenciar el diseño urbano, contribuyendo a la creación de espacios públicos más seguros, accesibles y equitativos para todas las personas. También he analizado cómo esos procesos participativos pueden promover prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, favoreciendo estrategias de mitigación y adaptación frente al cambio climático. En resumen, mi trabajo busca explorar cómo la participación ciudadana puede mejorar la calidad democrática en la planificación urbana, abordando las desigualdades de género y promoviendo la sostenibilidad ambiental a través de una gestión más inclusiva y efectiva”, afirma.

A Javiera le gustaría participar activamente en proyectos de diseño de espacios públicos, donde pueda poner en práctica los tres pilares fundamentales que considera urgentes: democracia y participación ciudadana, perspectiva feminista y transición ecológica. “Esos principios son esenciales para crear ciudades más inclusivas, equitativas y sostenibles. En el ámbito de la democracia y participación, creo en la importancia de involucrar a las comunidades locales, así como también incorporar una perspectiva feminista en el diseño urbano, es crucial para garantizar que los espacios públicos sean seguros, accesibles y acogedores para todas las personas, especialmente aquellas de grupos históricamente marginados. Eso implica diseñar con un enfoque inclusivo que considere las diversas experiencias y necesidades de la población. La transición ecológica es fundamental para abordar los desafíos del cambio climático. Además, me interesa promover prácticas sostenibles y soluciones basadas en la naturaleza que no solo mitiguen el impacto ambiental, sino que también mejoren la calidad de vida urbana”, concluye.